Belén Gopegui. Foto: Marta Calvo

Belén Gopegui. Foto: Marta Calvo

Letras

Belén Gopegui: "Los libros de autoayuda proliferan porque predomina el desamparo"

La escritora transforma su tesis doctoral en 'El murmullo', una obra que señala las carencias del género, marcado por su naturaleza individualista

2 febrero, 2023 17:44

Hasta cuatro novelas de Belén Gopegui (Madrid, 1963) fueron elegidas por nueve de los quince especialistas que participaron en la elección de las 25 mejores novelas españolas escritas por mujeres desde el inicio del siglo XX hasta la actualidad. En las votaciones publicadas por El Cultural, la publicación que se encargó de alumbrar la lista, afloraron estos títulos: La conquista del aire (1998), Lo real (2001), Tocarnos la cara (1995) y La escala de los mapas (1993). Las dos primeras aparecieron, respectivamente, en los puestos 17 y 21 del ranking final.

Sin lugar a dudas, su obra figura entre la mejor ficción española contemporánea. Solo en una ocasión, hasta ahora, se había desempeñado en otros géneros alejados de la novela. Rompiendo algo es una recopilación de sus artículos y ensayos, publicado en 2014 por el sello editorial de la Universidad Diego Portales (Chile) y reeditado cuatro años más tarde por Debolsillo. El 1 de marzo de 2019 defendió su tesis doctoral, Ficción narrativa, autoayuda y antagonismo: un caso de escritura, que después de la pandemia se convertiría en su nuevo libro, El murmullo (Debate).

La Agrupación Un pie en el estribo, un colectivo de ancianos creado para la ocasión, habría “firmado” en 2020 la publicación de Desesperación silenciosa de la vida diaria, una suerte de “manual anómalo de autoayuda” extraído de la tesis de Gopegui. La edición en Debolsillo, a cargo de Juan Díaz y Miguel Aguilar, formaba parte de un juego consistente en que alguien pudiera darse de bruces con este pequeño volumen cuando buscara un libro de autoayuda.

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Ese texto hoy constituye la segunda parte de El murmullo, la nueva obra de Gopegui que precisamente se revuelve contra este concepto. “La autoayuda como novela. Un caso de confabulación”, reza el subtítulo. Dice al inicio de su defensa, incluida como una suerte de prólogo en este volumen, que “es propio del mundo literario un cierto desdén por la teoría”. Tal vez por ello este proyecto "no es tanto un gran análisis como un texto de ficción amparado en algunos elementos de análisis", según cuenta ella misma en El Cultural.

En otro momento habla de la “baja reputación” de la autoayuda como objeto de estudio, aunque la verdadera voluntad es señalar las carencias conceptuales del término. El primer problema es, según la autora, de carácter nominal. “No hay tal ‘autoayuda’, sino libros que ofrecen ayuda”, escribe. Y, en la misma línea, su naturaleza individualista impide ver que el crecimiento del ser humano implica una mejora colectiva. En realidad, este libro no está tan lejos del universo gopeguiano. Si Existiríamos el mar (2021) era una novela que denunciaba la precariedad actual, El murmullo también se pregunta por el impacto que ese “sistema de dominación” ejerce en los individuos.

Pregunta. ¿Qué peligros cree que tiene un libro de autoayuda?

Respuesta. Depende del libro, el más habitual es fomentar la ilusión de control y para eso esconder todo lo que no depende de la voluntad individual.

P. Si, según usted misma destila, lo que hacen estos libros es crear necesidades o generar falsas ilusiones de positividad, ¿diríamos que son incluso perjudiciales a la hora de afrontar problemas de salud mental?

R. Procuro no generalizar y dejo bien claro que me refiero solo a los problemas leves, no a los graves. También valoro el contexto, una persona puede encontrar un consejo que le valga y desechar los demás porque se da cuenta de que le están creando falsas ilusiones. Otra persona, en cambio, puede estar en una situación más difícil que le impide ver el engaño y, al comprobar que pese a sus esfuerzos nada cambia, es posible que aumente su angustia.

"Alguien puede encontrar un consejo que le valga y desechar los demás porque se da cuenta de que le están creando falsas ilusiones"

P. ¿Diría que la autoayuda genera más necesidades que problemas resuelve?

R. Tengo que insistir en lo mismo que insiste el libro, analizo la autoayuda en función de lo que cuenta en cada caso. A partir de ahí, diría que pone de manifiesto la existencia de múltiples causas para esas carencias sociales y también la falta de herramientas colectivas y de acciones políticas que permitan aliviarlas.

P. ¿Tienen más validez los libros de autoayuda que escriben los psicólogos?

R. Dependerá de hasta qué punto sus aportaciones sean razonables.

P. ¿Cuáles son los prejuicios principales que giran en torno a estos libros?

R. El principal consiste en tratarlos como si fueran un único libro.

P. “Suele estar ausente de los libros la desigualdad en el margen de maniobra de cada persona”, dice también en la defensa. ¿Qué otras carencias ha encontrado?

R. Bueno, no puedo resumirlas aquí todas, digamos que se centran, por ejemplo, en los miedos interiores, y no toman en cuenta los miedos a amenazas exteriores reales.

"No hay que destruir la idea de utilizar las instrucciones de un libro para aprender cosas"

P. Respecto a la pobre calidad literaria que presuntamente destilan, ¿cree que se debe a la incapacidad o escasa formación de los autores o también hay una voluntad de ser comprensible que determina este aspecto?

R. La calidad literaria es un concepto que no utilizo y creo que no es una buena forma de medir la literatura, me parece más útil dejar claro primero cuáles son las propiedades que se ha elegido valorar en un texto y por qué. Algo que me interesaría encontrar en este género es la capacidad de hacer el mundo más inteligible. Eso es difícil y en absoluto lo atribuyo a la baja formación de los autores porque hay autores de gran formación en todos los ámbitos que también usan argumentos falaces y confusos.

P. ¿Ha encontrado algún libro promocionado con esta etiqueta que le haya resultado realmente valioso?

R. Algunos. Por ejemplo, los de David Smail.

P. ¿Por qué motivo decide desplazar la naturaleza de estos textos hacia una ficción?

R. Pruebo a hacerlo porque creo que permite comprender mejor qué es lo que están contando con lo que cuentan.

P. ¿La transformación de la autoayuda en un objetivo común implicaría destruir el concepto de autoayuda?

La autoayuda defiende un uso parecido al del tutorial o al del método de aprender idiomas en casa

R. El concepto de autoayuda es confuso, se hacen muchas bromas con la idea de que si te quieres ayudar y compras un libro es el libro el que te está ayudando. Al mismo tiempo, desde el género se defiende un uso parecido al del tutorial o al del método de aprender idiomas en casa, está claro que no se “autoaprende”, sino que se aprende con el método, pero también que es diferente eso a acudir una academia. Ese concepto de utilizar las instrucciones de un libro para aprender cosas no hay por qué destruirlo. La otra idea, la de que el self, el yo, está separado del mundo y puede autorepararse sin contar con él, sí es cuestionable.

P. A propósito, ¿la literatura es capaz de transformar una sociedad?

R. A veces. Y siempre poco a poco.

P. ¿Cómo interpreta el éxito que tiene este género? 

R. Si hablamos de los textos más engañosos, diría que su proliferación está relacionada con el predominio del desamparo, el cálculo individualista y la falta de confianza en la argumentación.