Benjamín Prado: el regreso de una "vieja gloria" de la poesía
'Paradero desconocido', el nuevo libro del autor, es un poemario de primera clase, para el pleno disfrute del lector.
22 julio, 2023 02:54Como "vieja gloria" se presenta quien habla de sí mismo en el poema de ese mismo título, quien recuerda haber sido un poeta joven, y el lector entiende que ese yo es el poeta –Benjamín Prado cumplió este 13 de julio 62 años–, pero no el ciudadano Benjamín Prado, sino el poeta Benjamín Prado. Y es que, como advierte el primer poema del libro –"Que quede entre tú y yo"–, poeta y lector "somos dos seres inventados". Así, un poeta inventado que comparte con el ciudadano homónimo edad… y otras circunstancias.
Por ejemplo, Dylan, Ariel, Paulino, todos ellos nombrados en los textos, se corresponden con los nombres de algunos de los hijos de Prado. Y una de ellas, Dylan, es el tú a quien se habla en "Una puerta violeta para Dylan" y es bien conocida la admiración –¿quién podrá no compartirla?– por Bob Dylan –el sombrero de la cubierta del libro es inequívocamente dylaniano–, poema que me recuerda la canción "Forever Young" del cantante y premio Nobel, admiración que llevó a tomar su nombre para el de la hija. Y ya que he hablado de admiración por poetas, "Segundo tango del viudo" es eco de "Tango del viudo" de Pablo Neruda, otro de los poetas admirados por Prado. Y, en fin, por añadir otro elemento autobiográfico, ahí está la elegía por Almudena Grandes, "El año de Almudena", escrita desde la emoción de la amistad y la muerte, una muerte que no acaba: "para quienes la amábamos / el día de su muerte / nunca va a terminar". Con todo, el yo que habla, según presupuesto de la modernidad literaria, es un poeta inventado.
Como contrapartida, o complemento, a la separación de ciudadano y poeta –que se abre a un juego de espejos, tanto que puede llegar a "fingir que ese hombre / que os hablaba en mis versos era yo"–, hay que señalar la curiosa personalización del poema: "no quiero que lo escuche el poema", "El poema […] se hace el dormido".
No solo es la hija quien ocupa la posición de receptor de lo que se dice, sino que son muchos más los textos en que el tú se hace presente, ya sea el lector, ya la mujer amada –cuando se produjo el encuentro "fue inventar el fuego", la vida cotidiana con sus contratiempos, "A veces peleamos"–, ya los otros hijos, ya el poeta joven a quien se aconseja; ese tú y el tono conversacional, bien que en la distorsión de hablar en versos rítmicos, son marcas de este libro.
'Paradero desconocido' es un libro para el disfrue del lector. Poesía de primera clase
Como es lógico, el aconsejar a poetas jóvenes es ocasión de que quien se dice "vieja gloria" desvele su pensamiento poético. Aunque "Taller literario", uno de los textos metapoéticos, comience con "No sé bien qué decirte", esencial será entender que la escritura es el camino del autoconocimiento, "El poema es la casa donde acudes / a preguntar por ti", buscar la verdad del yo a través de la palabra del yo inventado; no lo será menos empezar "por contar la verdad", ser original, "si escribes lo ya escrito, se volverá invisible", y varias otras recomendaciones. En el caso de Prado, cumplidas.
Y no faltan pasajes en los que se habla de la vida moral, retrato de la vida real "Haters", "Quema el armario" y la declaración de que "Mi hermoso país se llama España / y es la capital de la alegría". Un libro para el disfrute del lector, un libro de poesía de primera clase.