Este domingo, 17 de marzo, se celebra el segundo Día del Cómic y del Tebeo, instaurado el año pasado por el Ministerio de Cultura, con el objeto de impulsar el noveno arte. La fecha elegida conmemora la aparición del primer número de la legendaria revista TBO en 1917 (aunque algunas fuentes consideran que la revista vio la luz seis días antes, el 11 de marzo de aquel año).
Entre las actividades del programa oficial que se han celebrado esta semana figuran un homenaje a Carlos Pacheco en Cádiz, el ciclo de conferencias 'Comiqueras: mujeres del cómic' en Madrid y un ciclo que explora la relación entre el cómic y el cine en la Filmoteca Nacional. Pero la mejor manera de celebrar las historietas es, naturalmente, leyéndolas. Espigamos a continuación algunas de las novedades más interesantes aparecidas en las últimas semanas.
Perros, de Keum Suk Gendry-Kim
La coreana Keum Suk Gendry-Kim es ya una de las autoras de cómic más leídas en España, gracias a la editorial Reservoir Books, que ha publicado, en un corto espacio de tiempo, sus libros Hierba y La espera, dos cómics sobre la cruda historia de Corea que se hicieron un hueco en las listas de libros más vendidos.
Ahora nos llega un tercer título de Gendry-Kim, titulado Perros. Los canes son el eje en torno al cual orbita una trama que, en realidad, trata sobre el ser humano y su naturaleza ambivalente, pues esta historia habla de su violencia, pero también de su necesidad de crear vínculos.
El argumento nos presenta a una pareja sin hijos que, para llenar el vacío provocado por la muerte de la abuela del marido, decide adoptar un perro. Será el primero de varios cambios importantes en su vida, puesto que, poco después, se mudan al campo y adoptan un segundo perro. Allí se cruzan con gente y perros de todo tipo, algunos de ellos maltratados, abandonados, enjaulados para ser sacrificados o incluso cocinados, porque, recordemos, en algunos países orientales los perros se comen.
Amanecer roto, de Jason
Después de Siempre nos quedará Pamplona, vuelve el noruego Jason con otro disparatado cómic lleno de referencias literarias y de la cultura popular, editado por Astiberri. Se trata de una colección de relatos en los que aparecen del capitán Spock a Kafka, de Joyce a Tarantino y de Moisés a Frida Kahlo.
El primer relato, “Mujer, hombre, pájaro”, da una idea del cariz del libro. En él se suceden en cada viñeta careos entre variopintos personajes que entablan diálogos absurdos: Wilma Picapiedra, un camaleón, Marge Simpson, Dick Tracy, la Bruja del Oeste, una momia, el hombre con una manzana en la cara de Magritte, una cabeza de mujer pintada por Picasso… El relato parece no tener pies ni cabeza hasta que nos damos cuenta de que todo es una alegoría de la incomunicación entre un hombre y una mujer durante una cita.
En el segundo, el escritor Georges Perec, conocido por su escritura experimental, ejerce como detective privado en una aventura narrada con frases inacabadas. En “Me acuerdo”, Jason recuerda vivencias aleatorias, como haber sido víctima de un robo en París, ver las películas antiguas de Tarzán, jugar al Monopoly o ver a Uri Geller doblando cucharas con la mente, antes de retroceder en el tiempo hasta recordar cómo salió del mar hacia tierra firme en los albores de la evolución.
Otra de las historietas es una parodia de El séptimo sello de Ingmar Bergman en el que el protagonista reta a la muerte a una partida de ajedrez sin tener ni idea de jugar, y la parca se desespera tanto con su ineptitud que le deja vivir y se marcha. Divertidísimo.
Imbécil, de Camille Vannier
La parisina Camille Vannier, autora de descarga toda su mordacidad contra sí misma en Imbécil, un descacharrante cómic en el que comparte sus anécdotas más vergonzosas, a las que le sientan de maravilla ese estilo de dibujo deliberadamente cutre pero altamente expresivo. En esta autobiografía editada por Astiberri en su sello de humor ¡Caramba!, Vannier nos habla de sus trabajos precarios, de sus patéticas intoxicaciones etílicas y otras anécdotas de loser (así se llama una de las tres secciones del libro).
Reírse de uno mismo llega a un nuevo nivel cuando en las solapas de tu libro compartes los peores comentarios que han hecho sobre ti en redes sociales, como “¡si me pongo un lápiz en el culo dibujo mejor! Jajaja”. Como dice la editorial, estamos ante “un cómic diseñado para reír y desatar tu vergüenza ajena”.
Malaherba, de Bartolomé Seguí
Manuel Jabois está de actualidad por la adaptación televisiva de su libro Nos vemos en esta vida o en la otra, en el que recrea la historia de Gabriel, alias ‘Baby’, el menor imputado de la trama asturiana del 11-M. Otro de sus libros acaba de ser adaptado, en este caso al cómic. Se trata de Malaherba, su primera novela, convertida en viñetas por Bartolomé Seguí, autor ganador del Premio Nacional del Cómic.
Seguí apuesta por la línea clara para narrar la historia de Tambu, Elvis, Claudia y Rebe, cuatro amigos que afrontan los últimos años de la niñez y el descubrimiento del amor y la muerte. Se trata de una novela de infancia, “todo un subgénero narrativo” que, según el crítico de El Cultural Santos Sanz Villanueva, está tan “trillado” que quien se atreva a adentrarse en él tiene ante sí el reto de ser original. “Ese es el desafío que supera sobradamente Manuel Jabois”, sentenció favorablemente en su crítica de la novela el catedrático de Literatura de la Universidad Complutense.
Vértigo en Groenlandia, de Tanquerelle
Nuestra última recomendación es un título que hará las delicias de los tintinófilos por su fondo y, sobre todo, por su forma. El estilo del dibujante Tanquerelle imita a la perfección el de Hergé: su línea clara, sus mismos ojos pequeños, sus líneas cinéticas y hasta una tipografía parecida.
La trama también es tintinesca: es la historia de aventuras e intriga en los fiordos de Groenlandia a bordo de una goleta, aunque no la protagoniza el intrépido reportero adolescente, sino Georges, un dibujante de cómic miedoso y torpe que se ve envuelto en la búsqueda de un tesoro.
Como dice el experto en cómic Jordi Canyissà, “Tanquerelle nos habla de la amistad, del arte y de la defensa del medio ambiente con u dibujo que reinterpreta la línea clara de Tintín en clave contemporánea”.