Carme Riera. Foto: Fernando Moreno

Carme Riera. Foto: Fernando Moreno

Letras

Maltratos, brutalidad e injusticias: las peripecias de la soprano que protagoniza la novela de Carme Riera

La escritora y académica pergeña una densa historia psicológica en la que una cantante sobrevive a terribles experiencias vitales durante su infancia.

30 abril, 2024 02:28

La historia de la literatura ofrece un amplio repertorio de narraciones que responden a un esquema anecdótico básico: alguien se halla en una situación muy especial y dispara una indagación existencial que le lleva a explorar oscuras raíces de su identidad. Carme Riera (Palma de Mallorca, 1948) acude a este nudo argumental como soporte genérico de Una sombra blanca y sobre esa idea seminal desarrolla una densa historia psicológica. Para ello, y con implícita adhesión a los grandes relatos clásicos, imagina un personaje en el que encarna muy duras experiencias vitales.

Una sombra blanca

Carme Riera

Alfaguara, 2024. 317 páginas. 19,95 €

Se trata de una soprano negra famosísima, Barbara Simpson, cuya vida es ejemplo de superación de terribles peripecias vividas en la infancia y adolescencia. Para mostrar en toda su intensidad este carácter, Riera lo presenta primero en una circunstancia excepcional y desde ella lo lleva hacia el pasado. Ocurre esa ocasión especial con motivo de una función de ópera en la que la diva enmudece, padece un infarto, pierde el conocimiento y sufre un episodio de ECM (experiencia cercana a la muerte). Así que decide tomarse un descanso "satánico", como bautiza con humor el tiempo de asueto.

Por sugerencia de un psiquiatra, la cantante emprende una revisión global de su pasado remoto que abarca su niñez en un medio racista de Estados Unidos y la primera adolescencia en Mallorca, adonde acompañó a su padre, músico de jazz. Episodios fuertes soporta Barbara en uno y otro sitio y momento.

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Despliega en ello Riera una generosa inventiva anecdótica que se constituye en un gancho fundamental de una novela que tiene en ese cultivo de incidentes llamativos buena parte de su razón de ser. A favor de este propósito funcionan varios datos ciertos (personas y lugares reales). Tal recurso proporciona a la traumática peripecia inmediatez y proximidad al lector. A la vez, la historia se recubre con una intensa imaginación moral que trasciende los escalofriantes percances.

La exploración psicológica va presentando rasgos secretos de la protagonista hasta formar un bucle de vivencias que remiten a un grave conflicto del alma, un lacerante sentimiento de culpa. De modo que una historia bastante naturalista de maltratos, brutalidad e injusticias se eleva hasta una reflexión sobre las raíces profundas del comportamiento humano; hasta una fábula de alcance antropológico en la que entran en juego tanto los hechos como las convicciones.

Riera dispone una concienzuda técnica narrativa y logra una reflexión sobre las raíces profundas del comportamiento humano

El final de Una sombra blanca adquiere insospechada dimensión filosófica. La zozobra inicial sobre la vida y la muerte desemboca, con un trazado circular, en el máximo conflicto existencial, qué ocurre después del óbito. No le da Riera una respuesta simple. Apela a las creencias de diferentes religiones y abre una desasosegante puerta al misticismo y lo paranormal. Además, rinde tributo a la fuerza telúrica de la naturaleza, visible en el magnetismo mágico de la montaña que preside el escenario balear de la acción como un Dios amparador.

Carme Riera dispone una concienzuda técnica narrativa al servicio de una historia compleja. La ameniza incorporando una auténtica novela criminal y policial. Y una polifonía de voces y testimonios la reconstruyen: los de la soprano, su familia, la secretaria y la propia Riera, que tiene un destacado papel. Por medio de este despliegue formal, la angustiosa carga metafísica de la novela no resulta pesada ni mortecina porque, paradojas de la literatura, se presenta en un relato vivaz y ameno.