Image: La Inquisición española

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Ensayo

La Inquisición española

José Martínez Millán

21 febrero, 2008 01:00

Así vio Goya a la inquisición. Foto: Archivo

Alianza, 2007. 352 pp. 20 e.

Martínez Millán pertenece al grupo de historiadores que, en los años 70, comenzó a revisar la historia de la Inquisición desde los planteamientos de la profunda renovación historiográfica de aquellos años, liberándola tanto de las condenas de la leyenda negra y la historiografía de tradición liberal como de la exaltación de que fuera objeto por parte de la historiografía conservadora. Uno de los núcleos más activos de aquella investigación fue el que reunió Joaquín Pérez Villanueva en la Universidad Autónoma de Madrid. Miembro del mismo, Martínez Millán, actualmente catedrático de Historia Moderna de dicha Universidad, dedicó sus primeros estudios al tema inquisitorial, destacando entre ellos su tesis sobe la hacienda de la Inquisición.

Posteriormente, Martínez Millán se ha ocupado sobre todo de analizar los grupos de poder, las facciones y clientelas en la corte española de la primera edad Moderna -desde Carlos V a Felipe III-, actividad en la que ha destacado especialmente, con la particularidad de haber sido capaz de crear en torno suyo un prestigioso equipo de investigadores, que ha contribuido de forma decisiva a renovar nuestros conocimientos sobre la historia del poder en la España de los Austrias. Y es desde dicha perspectiva desde la que vuelve ahora a su interés original por la Inquisición, presentándonos una síntesis de la historia de ésta que tiene muy poco que ver con las escritas en los últimos años, alguna de las cuales ha sido reseñada en estas páginas.

Porque, a diferencia de ellas, el autor no se centra, intencionadamente, en la discusión sobre el número de víctimas, la incidencia de la represión inquisitorial sobre la cultura y la ciencia, los debates sobre el antisemitismo, la comparación con otras realidades europeas u otra serie de cuestiones que constituyen el eje articulador de tales historias. Martínez Millán analiza la Inquisición desde la perspectiva de la política, y explica las distintas fases y objetivos de su actuación a partir del predominio de una u otra facción cortesana. La Inquisición española, con sus especiales características que la distinguían de otras inquisiciones existentes entonces en el seno de la Iglesia, fue esencialmente una creación del bando fernandino en la corte de los Reyes Católicos, opuesto al de la reina Isabel, en el que había buen número de conversos. El nuevo tribunal no sólo buscaba la defensa de la ortodoxia, sino también "imponer en los puestos principales del gobierno del reino y de las ciudades a un grupo de poder". Los defensores de la Inquisición se agruparon posteriormente en el bando castellano, enfrentado en tiempos de Felipe II al que el autor ha llamado el partido papista, lo que dio lugar a fuertes tensiones con Roma. La Inquisición sirvió eficazmente a los objetivos políticos de dicho grupo, al tiempo que permitió la reproducción de un determinado modelo de sociedad. La historia de la Inquisición refleja así la historia del poder cortesano y sus alternativas, que ya conocíamos por los anteriores trabajos de Martínez Millán y sus colaboradores.

El libro analiza la historia del tribunal desde sus orígenes hasta su definitivo final en 1834. Sin embargo, se centra en la etapa que transcurre entre su creación y los años finales del XVI, no sólo por que se trata del periodo de máxima actividad del tribunal, sino también porque es el que mejor conoce el autor. Los siglos XVII y XVIII quedan así un tanto en la sombra, lo mismo que los tribunales existentes en los territorios no castellanos de la Monarquía. Con todo, estamos ante una magnífica síntesis, que aporta además una clave interpretativa de extraordinaria importancia. Como indica el autor, no deja de ser sorprendente que ninguno de los historiadores que se han ocupado de periodizar la actividad de la Inquisición, se haya planteado "que dicha división cronológica está reflejando las etapas que atravesó la Monarquía en su relación con el Santo Oficio y con su propia evolución".