Niños palestinos en la frontera entre Gaza y Egipto.

Hasta los años ochenta Israel y sus aliados lograron borrar casi por completo de la memoria pública global el expolio de los palestinos en 1948. Ilan Pappé es uno de los historiadores israelíes que, desde entonces, buceando en los archivos militares que iban desclasificándose, en el diario y cartas personales de David Ben Gurion, en la correspondencia y en los archivos privados de Israel Galili, y en numerosos testimonios de testigos directos, se ha dedicado a esclarecer lo que ocurrió realmente entre 1947 y 1949 en lo que hoy llamamos Israel y los territorios ocupados.

Lo que nos descubre es una limpieza étnica sistemática, planificada durante años, en la que perdieron su hogar -mientras los colonos británicos miraban hacia otra parte y los árabes protestaban- unos ochocientos mil palestinos, se destruyeron quinientas treinta y una aldeas, se vaciaron once barrios árabes de las principales ciudades y se cometieron numerosas violaciones y masacres. Detrás de esta catástrofe o Nakba, que la propaganda israelí ha vendido siempre como el traslado voluntario de centenares de miles de palestinos para despejar el camino a las fuerzas árabes en la llamada guerra de la independencia, Ilan Pappé identifica, con pruebas muy sólidas, a Ben Gurion, a once miembros de un comité asesor -la Consultoría lo llama él- formado por jefes militares y expertos en asuntos árabes, y la ideología sionista. Sus nombres (Yadin, Ratner, Allon, Sadeh, Ayalon, Weitz, Harel, Danin, Machnes y Palmon), con méritos sobrados para ser condenados por crímenes de guerra y contra la humanidad, siguen en el frontispicio de los héroes de Israel. A sus órdenes se ejecutó un plan similar (el Plan D por Dalet en hebreo), según Pappé, a la limpieza étnica de los no húngaros a finales del siglo XIX, al genocidio de los armenios por los turcos y al holocausto de los nazis contra los gitaros sinti en los años 40.

"El hecho de que los expulsores fueran recién llegados al país y formaran parte de un proyecto de colonización hace que el caso de Palestina se asemeje a la historia colonialista de limpieza étnica de las Américas, áfrica y Australia", afirma el autor en el prefacio de la décima obra que publica sobre la historia de Palestina, del Oriente Próximo y Medio, y del conflicto palestino-israelí. "Se trata, en realidad, de mi propio J’accuse contra los políticos que concibieron y los generales (Isaac Rabin y Moshe Dayan entre otros) que perpetraron la limpieza étnica de Palestina", añade.

El resultado final de esa limpieza étnica es que Israel se quedó, ya en 1949, con el ochenta por cien del territorio del mandato británico, cuando la ONU, en la Resolución de Partición (29 de noviembre de 1947), sólo le había concedido un cincuenta y seis por ciento, a pesar de que entonces los judíos ocupaban únicamente un seis por ciento de Palestina y representaban menos de un tercio de la población.

El objetivo principal y último de aquella limpieza étnica fue y sigue siendo, según Ilan Pappé, "convertir a Palestina en un territorio exclusivamente judío antes que socialista". Si está en lo cierto, tarde o temprano Israel forzará también la salida del millón largo de palestinos que hoy comparte la ciudadanía israelí. ¿Soluciones? Para empezar, reconocer la verdad, poner fin a sesenta años de propaganda. En segundo lugar -impensable para los dirigentes israelíes- lo que en 1949, aunque por poco tiempo, los Estados Unidos y la ONU consideraron imprescindible: el regreso de los refugiados a sus hogares.