Impresiones de Yanquilandia
Oscar Wilde
30 noviembre, 2012 01:00Y este librito muestra su evolución: si al principio le impresionó (desfavorablemente) "el desmesurado tamaño de todo" y se lamentaba de que "cuando los americanos han procurado producir belleza, el fracaso siempre ha sido evidente", o del ruido -"Por la mañana no nos despierta el canto del ruiseñor sino el silbato de vapor"-, poco a poco fue enamorándose hasta proclamar que merecía la pena visitar un país "capaz de enseñarnos la belleza de la palabra LIBERTAD y el valor de la emancipación".
Su caricatura del americano medio, con todo, fue siempre feroz, ya se tratase de retratarlo en un banquete o como turista en Europa obsesionado por reparar las ruinas griegas, ya que "para él el arte no es motivo de asombro, la belleza no tiene significado y el pasado no ofrece mensaje alguno". Fotos, grabados y un ensayo sobre Whitman completan esta joyita literaria.