Traducción de Ana Cadarso. Galaxia Gutenberg, 2012. 190 páginas, 20 euros



Un intelectual iraní escribe la biografía de un político indio y prologa un referente tibetano. El iraní es el pensador Ramin Jahanbegloo (Teherán, 1956), el indio es el adalid de la no-violencia moderna y padre de la independencia de la India, Mahatma Gandhi y el tibetano es nada menos que el Dalai Lama. Con semejantes credenciales se presenta un libro que es tanto más atractivo por actualizar en nuestro tiempo el pensamiento pacifista.



La ahimsa, o no-violencia, tal es la radical novedad que Gandhi introduce en el campo de juego de la política y con la que no pudo uno de los más potentes ejércitos de la Tierra. ¿Pero hoy? ¿Cómo puede inspirarnos aquel pensamiento? Según Jahanbegloo, incitándonos a transformar la hostilidad que emponzoña la convivencia en amistad, desafíando así "la noción de que no hay espacio para la acción no violenta en los asuntos públicos musulmanes". El optimismo del autor tal vez resulte algo ingenuo al fragor de la violencia que sacude hoy a los países árabes pero la historia demuestra que el optimismo, bien documentado, siempre acaba ganando la batalla.