Trad. de Olga Korobenko. Hermida Editores, 2012. 135 pp., 14 e.



Elogiado por Canetti, Gorki o Thomas Mann, cuyo ejemplar de bolsillo se conserva en Zurich profusamente anotado, El pueblo en la guerra es uno de los grandes clásicos ocultos de la literatura testimonial europea del pasado siglo XX. Sofia Fedorchenko (San Petersburgo, 1880 -1957) sirvió en el frente como enfermera durante la Gran Guerra, y allí fue espigando, en el duro y cotidiano contacto con heridos y agonizantes, los testimonios luego recogidos en el libro, "la imagen de la I Guerra Mundial más fiel y verdadera que conozco" (Canetti).



En poco más de un centenar de páginas se reconstruyen, a martillazos de historia real, las visicitudes de los soldados que lucharon en las trincheras, lo que pensaban de sus causas, de sus compañeros y jefes, los variados grados de sufrimiento que les provocaban las heridas, sus visiones del enemigo, sus lamentos y nostalgias, sus canciones... La I Guerra Mundial fue un sangriento desastre en el que se juramentaron la incompetencia de los Gobiernos y el tiempo inacabable que se arrastraba entre las trincheras del Somme y Verdun. Tan incomprensible como el resto de las guerras, o algo más. De entre la generosa y enmarañada bibliografía que generó para explicar lo ocurrido, brilla esta pequeña joya que deslumbrará ahora,en una digna edición, a los lectores españoles.