Image: Vale la pena luchar

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Ensayo

Vale la pena luchar

Marcos Ana

15 noviembre, 2013 01:00

Marcos Ana. Foto: Justy García

Espasa. Barcelona, 2013. 376 pp., 17 e. Ebook: 12'34 e.

Marcos Ana (San Vicente de la Alconada, Salamanca, 1920) no conoce el poder sino de lejos, desde las trincheras de una fe comunista que no ha abandonado pese los horrores de la Unión Soviética. Miembro de una familia de jornaleros y autodefinido "hijo de la libertad", Marcos, seudónimo de Fernando Macarro, fue el preso político que más años pasó (veintitrés) en las cárceles de Franco, después de haber sobrevivivido a varias condenas a muerte. Encarcelado a los 19, sólo en 1961 recuperó la libertad. Entonces se exilió y se convirtió en un símbolo de las víctimas de la represión franquista, a las que puso voz en numerosos actos organizados por su partido y otras organizaciones afines por todo el mundo. En realidad lo primero que hizo, libre al final, fue visitar a Pablo Neruda en Chile, y el futuro Nobel le recomendó que escribiera "porque la palabra es pasajera".

Quizá por eso, lo visto y sufrido aquellos años se desliza por las páginas de este libro tan emocionante como parcial, que recuerda muchas tragedias individuales de gentes sin nombre y apenas sin memoria. Si en 2007 publicó Decidme cómo es un árbol, ahora, en Vale la pena luchar, explica por qué su testimonio es más necesario que nunca, en la línea de un Stéphane Hessel a la española, indignado pero sin rencor "a pesar de las brutales torturas" sufridas en su cautiverio, del que apunta detalles escalofriantes que hoy explica en colegios y asambleas para concienciar a los jóvenes, que apenas saben de la guerra civil, que deben seguir luchando.