Isabel Alba, exguionista de 'La bola de cristal', publica 'Tortugas', una novela escrita con notas de voz y emojis
- La escritora explora el presente, las relaciones intergeneracionales y el duelo en su nuevo libro.
- Más información: Alaska se revela en un documental que repasa su vida y su obra: "Me moviliza Warhol, no el Che Guevara"
“Los dinosaurios se extinguieron, las tortugas siguen aquí”. Así introduce Isabel Alba (Madrid, 1959), exguionista del legendario programa de televisión La bola de cristal, la esencia de su nuevo libro. Tortugas (Acantilado, 2024) es una novela de formación, que combina el testimonio de una época convulsa con una reflexión sobre la capacidad de adaptación.
“Me fascina cómo las tortugas, quizás los seres vivos más antiguos que existen, han logrado sobrevivir millones de años. Incluso ahora, frente al cambio climático, buscan nuevas playas para reproducirse”, explica Alba durante una charla con El Cultural en una tranquila plaza de Madrid.
En un contexto climático que roza lo distópico pero que es ya parte del presente, las tortugas se convierten en símbolo de resiliencia. Para la autora, el mensaje es claro: los humanos, como ellas, debemos encontrar formas de adaptarnos a un mundo que ha cambiado irreversiblemente. “Necesitamos frenar, buscar formas de decrecimiento, de deconstrucción”, advierte.
La novela gira en torno a tres mujeres de una misma familia: Sofía, la adolescente protagonista; Estrella, su abuela, bióloga y sabia; y Blanca, su madre, médica atrapada en las tensiones de la vida moderna. A través de sus vidas, Alba explora las complejidades de las relaciones intergeneracionales, el duelo y la lucha por encontrar sentido en un mundo incierto.
Sofía lidia con el acoso escolar, la pérdida de su abuela, las tensiones con su madre, las catástrofes climáticas. Escrito en 2022, la escritora anticipó el fenómeno de la dana, trata la resiliencia y la memoria y evidencia la importancia de las conexiones humanas para seguir adelante en este mundo incierto. Tortugas ofrece una ventana al mundo juvenil actual, explorando su forma de comunicarse y comprender el entorno.
El corazón narrativo
La idea de Tortugas nació de un proceso creativo peculiar. “Siempre empiezo con un título. Tenía claro que este libro se llamaría Tortugas, pero no sabía por qué ni tenía clara la trama”, confiesa Alba. A partir de allí, todo se fue construyendo en su cabeza.
“Yo nunca tomo notas. Pero, con este libro, cada vez que se me ocurría una idea automáticamente cogía el móvil y la grababa. Así lo tuve claro: este libro tenía que ser contado a través de audios”. Fue así como el formato de notas de voz se convirtió en el corazón narrativo de la novela.
El relato, contado desde la perspectiva de Sofía, utiliza audios y mensajes en redes sociales para reconstruir su mundo. El móvil actúa como su memoria, su refugio, el lugar donde registra pensamientos, conversaciones y experiencias. Este enfoque puede resultar desconcertante al principio, pero pronto revela su profundidad. “Los jóvenes conectan inmediatamente con este estilo; para las generaciones mayores, puede ser una revelación”, reflexiona la autora.
Gracias a las aportaciones de su sobrina adolescente y al debate con una profesora sobre el lenguaje juvenil, Alba logró plasmar con autenticidad las voces de los personajes. Incluso el detalle técnico, como la duración de cada audio, fue meticulosamente trabajado.
Nuevas formas
“Para esta nueva generación, es difícil entender el mundo. Les ha caído uno muy malo encima.” Alba describe las dinámicas de los jóvenes actuales, sumergiéndose en un mundo desconocido que opera a través de las redes sociales, en busca de compasión y conexión.
La relación entre Sofía y Luna, nacida en Instagram, muestra el potencial de la tecnología para construir conexiones significativas. “Las redes sociales reflejan lo que somos como sociedad. Yo apoyo su uso pero deberíamos educarnos para ser más responsables”.
La autora transcribe mensajes, stickers y audios intercambiados entre ambas, explorando cómo los nuevos lenguajes digitales moldean nuestras relaciones. Esta fluidez entre códigos expresivos es, según ella, una capacidad única de las nuevas generaciones.
Los personajes se construyen en la cabeza de la autora, surgiendo lentamente de todo lo que ha observado y vivido. “Creo que es este el milagro de la literatura; la capacidad de generar algo nuevo de todo lo que vemos y recordamos. Incluso lo que has olvidado y que sigue generando sensaciones en tu inconsciente”.
“Nuestras vidas son políticas. Escribimos desde el lugar en que nos situamos en el mundo”
Para Isabel Alba, escribir es una necesidad profundamente vinculada al presente. “Incluso cuando escribo sobre el pasado, lo hago para interpretar el presente”, afirma. Todas sus obras comparten un trasfondo crítico y social, y Tortugas no es la excepción.
La novela denuncia el impacto del cambio climático, el malestar pospandémico y el auge del negacionismo y los discursos de odio, mientras celebra la resistencia y el poder de la comunidad. “Yo creo que nuestras vidas son políticas. Escribimos desde el lugar en que nos situamos en el mundo”.
“Nos educaron creyendo que el tiempo es infinito, pero ahora enfrentamos la posibilidad de un colapso en pocas décadas. Esta perspectiva marca a la generación actual de una forma única”, observa Alba. En la novela, este contraste temporal se refleja en las protagonistas: Estrella, al final de su tiempo; Blanca, atrapada en la inmediatez; y Sofía, consciente de su mortalidad desde temprana edad.
Una obra luminosa
“Nos sentimos perdidos todo el tiempo, cuando desaparece alguien, cuando no encuentras tu lugar en el mundo. Lo más importante es sostenernos en lo que nos rodea, en las pequeñas cosas”. Isabel Alba comparte la visión de Bertolt Brecht, quien escribía que la satisfacción está en abrir la ventana, escuchar música por la mañana, vestir unos zapatos cómodos. Esos pequeños placeres nos conectan con la vida.
En Tortugas, los audios juegan con el hilo de la trama. Sin seguir un orden cronológico, la voz de Sofía graba su vida, reconecta con sus recuerdos y revive a las personas. “Como un mosaico, para que quien lea vaya entendiendo poco a poco la historia”.
Aunque Tortugas es, en esencia, una historia sobre el duelo —con la naturaleza, con la sociedad, con los seres queridos— también es un canto a la reconciliación con la vida. Alba lo define como una obra luminosa que habla de comunidad, memoria y conexión. “Mientras alguien viva, los muertos nunca desaparecerán del todo”, concluye recordando a Jean Paul Sartre.