A puerta cerrada (2011-2017)
Luis García Montero
19 octubre, 2018 02:00Lluis García Montero
Profesor, ensayista, uno de los principales representantes de la llamada poesía de la experiencia y director del Instituto Cervantes desde el pasado mes de agosto, Luis García Montero (Granada, 1958) ha ganado prestigiosos galardones literarios. Entre los reconocimientos obtenidos destacan el Premio Nacional de Poesía (1995) y el Premio Nacional de la Crítica (2003).A puerta cerrada, que contiene sesenta y tres poemas, se abre con versos de fatiga serena y descreimiento. "Quiero mi habitación, aunque la casa / sea un árbol enfermo", escribe el poeta con un fondo de rebeldía. Este inconformismo es compatible con la actitud solidaria del autor. García Montero se sitúa cerca de quienes van a padecer un futuro sombrío y lo expresa con claridad en la composición "Confieso". Después, evitando simplificaciones, alude al veneno que encierra la palabra "yo". Ahí nos acechan nuestros habitantes oscuros. Y, de súbito, un enigma: en dos piezas seguidas aparece el lobo, un animal que creamos con la angustia. Salvaje o lento, se esconde detrás de los muebles y se adentra en el poeta. Continúa: "Luego pisa mi sombra para estar con el miedo. / El viento de la esquina lo lleva a mi dolor".
Con estoicismo, García Montero abre los brazos y se pone contra una pared para ser fusilado por el tiempo. Mientras una hoja de frío siega recuerdos, el autor intuye que un cuerpo dormido es indescifrable. Las imágenes integran los abismos, la cordillera, el acantilado, los arrecifes. Percibimos la vibración fraternal en "Una tristeza sentada" y la amargura política en "Vigilar un examen". Con el regreso del lobo, que condensa ironía y cólera, llegan las preguntas y la soledad. A continuación, los paseos por Buenos Aires y Granada, las enfermedades, la muerte de un compañero, una fiesta, unas ideas con ceniza, la añoranza de Bogotá. Irrumpe con fuerza una mujer desnuda que recorre habitaciones. Juzgar es fácil "para quien desconoce el diluvio interior / de los amigos silenciosos". El "reloj de la culpa" nos deja su ponzoña. El poeta se refiere a los números telefónicos ya inservibles de su agenda y sentencia con melancolía: "Uno empieza a morir en los teléfonos".
La obra incluye también el homenaje a un escritor admirado. El poema se titula "En un libro de Luis Cernuda". El autor, que dice romperse para estar consigo mismo, no cae en las trampas de la hagiografía: "Su paradoja ofrece una lección extraña: / ser uno de los grandes / atado a la miseria de la debilidad". Un viaje anodino por carretera es un espejo; se convierte en una ocasión para reflexionar y observar qué abandonamos en las cunetas de nuestra vida. En"Indulto", texto emotivo, figuran los nombres de otros dos creadores apreciados por García Montero: Joan Margarit y José Emilio Pacheco. Coherentemente, el volumen se cierra con un ensayo de despedida y un poema-epitafio.
Editado a finales de diciembre del año pasado con tapa dura y esmero, y ya en 2018 en la colección convencional, A puerta cerrada (2011-2017) es el libro de un poeta que se encuentra en su mejor momento creativo. La escritura nítida de García Montero lleva en esta obra la densidad de los pensamientos profundos.
@FJIrazoki
La cometa
De pronto llega el día.
Hay alguien que ha cambiado de sitio las manzanas.
Adán es para Eva como un hermano viejo
y la serpiente pierde su retórica.
De pronto, alguna vez,
los jefes ya no mienten.
Detrás de las noticias de un periódico,
la luna es más sencilla que una puerta
y no tienen razón
el eco y el ciprés, el lobo y la pregunta
por los que no han venido.
En esa cerradura de los miedos
de pronto hay una llave que no entra.
Me convenzo, me afirmo con vosotros.
Pero duele también la mala suerte
de nunca estar ahí,
de no llegar a tiempo para verlo.
Resisto como un niño sin familia
esperando en la casa del extraño
que me dejen volar una cometa.