Reiniel Pérez Ventura (Foto: Fundación Loewe) y William González Guevara

Reiniel Pérez Ventura (Foto: Fundación Loewe) y William González Guevara

DarDos

Nueva poesía iberoamericana

El Premio Loewe y el Hiperión, dos de los galardones más prestigiosos que se otorgan en España, han recaído en sendos autores centroamericanos este año. ¿Existe una nueva generación poética en la otra orilla?

Reiniel Pérez Ventura William González Guevara
18 abril, 2023 01:46

Reiniel Pérez Ventura

Poeta cubano. Premio Loewe 2023 con Las sílabas y el cuerpo (Visor)

Los poetas latinoamericanos siempre han sabido devolverle España a España. Han sido hijos poniéndole el rostro a un padre, el rostro y el nombre. La grandeza de los conquistadores, la fuerza de un toro de sangre que moría en la piel conquistada, todo volvía a España en las manos indias de Rubén Darío, en los volcanes delirantes de Neruda, en la sideral caída de Huidobro.

En ellos estoy volviendo, con la tierra americana que pide la palabra exaltada y el torrente cercano al corazón, con la dignidad del lenguaje, el fuego de la imagen; traigo el español en el alma y en los ojos una realidad naciente. Me acerco a mi hermano español para hablarle con entusiasmo de Lorca, Aleixandre y Cernuda. No los dejen morir, escúchenlos y escriban de nuevo el verso digno y la poesía para siempre. Les repito, hermanos, no los dejen morir.

José Lezama Lima decía que lo estimulante es lo difícil. Forcejear con el idioma, dolerse en el canto, sacar chispas de sus maderos húmedos.

El poeta no da respuestas, sino que vibra con el cosmos. Sin embargo, la “poesía” en las redes quiere agradar y se degrada, quiere ser diálogo y se queda en el logos. Mucha de la poesía joven española sigue esos preceptos, se queda en el vacío de la fórmula y la mueca. Lo difícil debe cultivarse, porque el poema es un águila sobrevolando la montaña del idioma; no puede ser pedestre, no debe ser sombra de un cuerpo que marcha hacia la luz, debe ser luz que marcha hacia todos los cuerpos.

Hay un grupo poético en Cuba, al centro del país, que apuesta por la dignidad en la labor poética, por el gran poema otra vez. Soy parte de este puñado de poetas, uno más que quiere cantar en lo oscuro. Creo que este afán no es compartido por muchos.

Abunda a ambos lados del Atlántico el libro temático, pero no los grandes temas; la vida literaria, pero no la literatura

En cambio, abunda a ambos lados del Atlántico el libro temático, pero no los grandes temas; la vida literaria, pero no la literatura. Se apresuran a publicarlo todo. Un poetandebiera de tener silencios también. Esta generación le teme al silencio. Los poetas nacen entre el estrépito moderno y quieren que todo sea ruidoso. En ese caos estético, en esa oquedad sin esencias hay que saber reconocer lo verdadero.

El Premio Loewe, entre tantas alegrías, me ha acercado al lector español y a este país celeste. Ganarlo me ha hecho entender que no importa el país del cual vengamos, todos formamos parte de la poesía en español.

Por eso creo que no hay mucha diferencia entre los poetas jóvenes de ambas orillas, la diferencia está en el hacer, en la hechura de una obra. La poesía debe devolvernos la patria universal.

Por eso también yo estaré volviendo perennemente a España con un continente de fuego a cuestas, con las palmas y costas asmáticas de mi patria, con la lluvia implacable del trópico.

A España vengo como un hijo despierto y solo para que me vuelva a dar nacimiento.

William González Guevara

Poeta nicaragüense. Premio Hiperión 2023 por Inmigrantes de segunda (Hiperión)

Producto centroamericano de exportación

Si en España el panorama poético joven es un totum revolutum, en Latinoamérica no iba a ser distinto. En el caso español hay líneas poéticas muy marcadas, pero no fijadas del todo. Quizá todavía es muy pronto para hacerlo. El Loewe y el Hiperión han recaído este año en dos latinoamericanos. Concretamente, dos poetas “jóvenes” centroamericanos. En mi caso, resido en Madrid desde los once años y mi vida ha estado dividida entre dos naciones: Nicaragua y España, mis patrias poéticas.

Me siento español y nicaragüense a partes iguales. Español y nicaragüense de literatura. Nicaragüense dariano. Español lorquiano. Sin embargo, apenas se apuesta por la poesía joven latinoamericana o, peor aún, por la centroamericana. Es más, si hiciésemos una encuesta preguntando al azar nombres de poetas jóvenes centroamericanos, me atrevería a decir que saldrían muy pocos o ninguno.

En este sentido, los premios literarios juegan un papel importante. Los galardones de poesía joven sirven como trampolín, dan un impulso al autor hasta ese momento desconocido, pero ¿existe realmente una generación que quiere abrirse paso? Es una incógnita muy complicada de responder. Simplemente, porque la desconexión en cuanto a poesía, entre los dos lados del océano, es abismal. Lo sé de primera mano, ya que al entrevistar estos últimos años a diversidad de poetas españoles galardonados (Adonáis, Hiperión, Loewe) me confiesan no leer poesía joven latinoamericana, quizá por desconocimiento a lo que se está escribiendo al otro lado del Atlántico.

O simplemente por el hecho de que el sector editorial poético centroamericano es prácticamente nulo. En la poética joven latinoamericana también se da ese totum revolutum. Las propuestas son diversas y plurales: poesía respetando el orden clásico, poesía con verso de largo aliento, poesía en verso libre o poesía social. Esta última, tiene una carga muy fuerte por la oleada de totalitarismos que azotan aquellas tierras.

Incluso temas como el desarraigo, el exilio, la nostalgia a la patria son asuntos, que, en algún rincón de América, plumas perfilan delicadamente el dolor que producen esos vocablos. Además, como en mi caso, puede llegar a ser premiada. El continente americano ha tenido que esperar 37 años para que en la nómina de poetas figurara un centroamericano por primera vez en la historia del Premio Hiperión.

Mi vida ha estado dividida entre Nicaragua y España, mis patrias poéticas. Me siento español y nicaragüense a partes iguales

A pesar de que las redes sociales han impulsado corrientes muy criticadas, no creo que las fronteras poéticas hayan desaparecido por ellas. Crecí leyendo a Darío, Cardenal, Claribel Alegría, Gioconda Belli, Roque Dalton, Roberto Sosa, José Ángel Buesa. Pero también me sigo nutriendo de maestros como Lorca, Antonio Machado, Gil de Biedma, Miguel Hernández o más contemporáneos como Luis Antonio de Villena o Manuel Francisco Reina.

Me considero un gran defensor de la poesía centroamericana y española, pues ambas se funden en mí. José Coronel Urtecho escribió: “La poesía es el mejor producto nicaragüense de exportación”. Si me lo permiten, yo diría que la poesía es el mejor producto centroamericano de exportación. A pesar de los tiempos y más allá de cualquier premio.

Javier Perianes. Foto: Igor Studio

Javier Perianes, entre Schumann, Brahms y Granados en el Auditorio Nacional

Anterior
'Summer in the Greenland coast circa year 1000'. Un lienzo del siglo XIX de Jens Erik Carl Rasmussen.

Ni frío ni luchas con los pueblos árticos: identifican por qué los vikingos abandonaron Groenlandia

Siguiente