¿Y si Android fuera el comienzo de una nueva filosofía de conexión con internet?
Ya lo venía pensado desde hace un tiempo, pero este cacharrito (un gadget que sólo sirve para twittear con tarifa de datos asociada) me ha animado a explicaros un poco mi idea.
Es sencilla, con la salida de android al mercado, las compañías han visto un SO abierto y ligero con el que poder manejar sus nuevos netbooks, ebooks, reproductores multimedia y cientos de otros tipos de aparatos de tecnología. Está claro que no es el único SO de código abierto, pero está de moda y su nombre produce ruido y eso es un punto a tener en cuenta cuando quieres vender tu producto. Con estas premisas podemos pensar en miles de aparatos con conexión a internet no sólo móviles, de hecho los smartphones que hay hoy en día son una mezcla de muchas cosas juntas en una sola. Pero todos sabemos que por poner un ejemplo, las antiguas minicadenas de música son peores en general que un tocadiscos por separado, un lector de cds por separado y así cada una de sus partes.
Es complicado diseccionar un smartphone en cada una de sus funciones y que cada parte tenga un éxito mínimo para ser rentable, pero ese mercado existe y si no fíjense en el aparato que les comentaba al principio, pero lo que me interesa realmente es ir a la raíz de todo, y esa es siempre el dinero, y ese lo tienen las operadoras, la conexión de datos a internet, que por otro lado se ve con malos ojos por parte del consumidor medio, que pensando que ya tiene su conexión en casa ¿para que dejarse los ojos en un móvil si sólo mira el Facebook y busca en google?
Pues ahí está la clave, en que el consumo medio de internet se está dirigiendo en una dirección, las redes sociales.
Entonces yo propongo, porque no un móvil con una tarifa de datos plana de verdad ilimitada y de bajo coste sólo para conexión a redes sociales o sólo para música streaming, o sólo para videos, o….. las posibilidades son muchas en función de tus necesidades. Yo creo que no es descabellado lo que digo. Todo el mundo sale ganando
¿Qué opinaís?