Había una vez, un mundo donde cada seis meses tu ordenador o aparato de alta tecnología se quedaba desfasado, en las antípodas de lo que era cuando lo compraste. Había una vez, en la que los sistemas operativos iban a pedales sino les acompañaba un hardware a la altura. Llegó un día en el que mezcla de rabia del consumidor y mal hacer de Microsoft desembocó en que Windows Vista, devorador, una vez más de recursos, fue un fracaso, y empezaron a salir netbooks y a popularizarse smartphones y otros dispositivos menores. Windows reculó e hizo Windows Seven , lo mismo que vista en cuanto a requisitos pero mejor hecho, y Apple igual con su Snow Leopard. De repente nos dimos cuenta que con lo que teníamos era suficiente, que no hacía falta más, sólo modernizarlo, mejorar ciertas cosas y adaptarlas, pero que los tiempos de bonanza de los fabricantes de hardware, había llegado a su fin, al menos tal y como lo conocemos.
Todo esto viene a cuento porque hoy mismo hemos publicado un post donde se han filtrado los móviles que HTC tiene pensado lanzar en 2010 o próximamente, y es curioso ver como un producto tan en alza y despegue como el smartphone no avance de un año para otro en hardware tanto como se pudiera suponer.
Esto encaja perfectamente con android, con la importancia de tener un SO sólido, ligero, fluido, ampliable y potente. Ha pasado tiempo desde que el HTC Dream saliese al mercado y aún sigue en la picota, es un móvil potente que todavía no se ha quedado muy atrás y que no se le puede dar por muerto ni mucho menos.
Hay dudas sobre si se le podrá poner Android 2.0, pero al menos de manera extraoficial si que se puede y mucha gente puede dar fe de ello.
Es importante saber que todo el contenido se está trasladando a la web, en la red, en la nube, que la parte más importante es el navegador y de eso no hay duda y google nos lo ha demostrado con su gran apuesta Chrome OS. También sabemos que google apuesta por aplicaciones web con lo beneficioso de esto, que no requiere un hardware concreto, donde sólo importa que esté bien hecha y una conexión de datos amplia, estable y potente, o demás, es casi supletorio.
Si tienes un android, puedes estar contento, porque si no te encaprichas de otro (cosa muy probable, pero que nada tiene que ver con que se te quede corto) tendrás un móvil para mucho tiempo, con las capacidades necesarias para la comunicación y la versatilidad de un gadget multitarea. Sólo debes preocuparte de conseguir una buena tarifa de datos, el resto, es cosa del androide.