Seguramente debíais estar de vacaciones en algún sitio aislado si no os habéis enterado de que Google por fin ha confirmado su Nexus One. Bien, alegría, que pasada, yo quiero uno. Muchos sois los que decís esto (y me incluyo) pensando en que si es el Google Phone debe ser la **tia. Pero, ¿realmente os acordáis de la filosofía del Google Phone? Este terminal en teoría debía ser solamente un Data Phone, es decir, nada de compañías telefónicas. La teoría es viable (en EE.UU. de momento), puesto que si combinamos Gizmo5 con Google Voice en principio podemos realizar llamadas a todos los lugares y bastante bien de precio por cierto. Pero nos olvidamos que «sin compañías telefónicas» implica «sin 3G«. Por lo que si tú, querido poseedor de un Google Phone, deseas llamar, más te vale que vayas buscando la Universidad/Hotel/Starbucks más cercano/a que te pueda proveer de conexión Wi-Fi, o bien, tu querida casita.
Pero entonces ¿qué teléfono es éste? ¿Un teléfono que sólo puedo utilizar en la práctica en mi casa o trabajo? Exacto, Google ya nos había avisado. Según ellos, era un dispositivo que disponían los trabajadores de Mountain View para testear nuevo software. Y como supongo que lo que es cobertura Wi-Fi no faltará en las dependencias de Google, el terminal cumple perfectamente su propósito.
Entonces volvemos al principio. Hipótesis: sale el Google Phone mañana a precio asequible. Pregunta: ¿Quién es capaz de dejar a su compañía, y utilizar únicamente el Google Phone? Yo desde luego no. Solución: Abandonamos la idea original. Google Phone o Nexus One será un móvil más. Porque desde la teoría a la práctica hay un gran paso y Google se ha dado cuenta de ello. Y ciertamente me entristece, porque de la idea original, la que iba ha hacer de Google Phone un teléfono imaginario, ni rastro. Puede que aún no sea el momento adecuado para esa tecnología, pero en cualquier caso, esta vez me has decepcionado Google.