Este post pretende, busca, intenta ser una reflexión acerca del devenir de los sistemas operativos para móvil. Pretendo simplemente que todos nos ubiquemos en un mercado que cada vez tiene más competidores y en el que el openSource cobra cada vez más fuerza. Comencemos cerrando los ojos (en sentido figurado), y volviendo a comienzos de siglo.

Aquellos años fueron dorados para Microsoft, Nokia, Palm y RIM. Entre los cuantro se disputaban el pastel de las ventas de smartPhones, cada uno con sus armas. Microsoft contaba con la interfaz de usuario más lograda, RIM con un mercado empresarial consolidado, Palm con una gran tienda de aplicaciones y Nokia con su Symbian, con una plataforma estable y con muy buena base de usuarios. Eran tiempos en los que un terminal con cámara y reproductor de música era lo máximo a lo que se podía aspirar, y modelos como el 6600 o la qTek S100 triunfaban en tierras europeas. Las posteriores revisiones de las diferentes plataformas dieron lugar a que esta situación se mantuviese a lo largo de muchos años, a lo largo de los cuales los cambios en las mismas fueron mínimos y no se dio un avance importante en tecnología, interfaz de usuario o posibilidades multimedia… Hasta 2007.

O hasta que quiso Steve Jobs. El 9 de enero de 2007 en San Francisco, el tito Steve hizo lo que mejor sabe hacer, romper el mercado con un dispositivo desconocido. Hasta entonces solo había rumores acerca de un posible teléfono de Apple y nadie se hacía a la idea de la repercusión y posteriores consecuencias que este anuncio iba a traer. Un nuevos sistema operativo, un nuevo diseño de terminal, una nueva manera de concebir la reproducción de música, fotos y vídeos, unas calidades hasta el momento desconocidas y, sobre todo, UNA INTERFAZ DE USUARIO que rompía con todo lo conocido por sencillez, claridad y agilidad.

Y es que la salida del iPhone fue, aparte de una ayuda para el renacimiento de Apple, la revolución dentro del mercado de la telefonía móvil y sus plataformas. Fue el comienzo de la búsqueda de algo más que un móvil con música, fue el embrión de lo que hoy consideramos un teléfono multimedia.

Tras este acontecimiento, todos sabemos más o menos lo que ha pasado. El iPhone es un monstruo de cifras y de márketing, con verdaderos adeptos a la marca que le rinden culto y con una simbiosis hardware-software que ningún sistema operativo puede igualar. Por otra parte, sus rivales de 2007 han luchado con diferentes armas y unos han salido mejor parados que otros:

PALM

Comprada por HP a finales de abril de 2010, nunca supo adaptarse a los cambios. Nació como una agenda digital, con el Tungsten incorporó funciones de telefonía a su idea inicial de mera agenda electrónica y posteriormente, buscando abarcar más mercado y mejorar las ventas, tuvo incluso escarceos con Windows Mobile en su modelo Treo 750. Su último intento fue una fuerte apuesta, el Pre con su WebOS, con una interfaz de usuario totalmente renovada y de muy alta calidad, posibilidades de recarga sin cables y  las tecnologías más modernas.Tal vez porque nunca tuvo una base consolidada de usuarios o porque a pesar de un magnífico sistema operativo no llegó a calar, el caso es que el futuro es más que incierto aunque hay algunos rumores que apuntan que HP podría reflotar esta marca de nuevo y no solamente hacer uso del WebOS como sistema oerativo de sus futuras impresoras.

Windows Mobile

Y os habla un acérrimo usuario de este sistema operativo hasta que llegué a Android. Desde su Windows Mobile 5.0, la evolución de mejoras del sistema (y sus ventas, en consecuencia), han ido decayendo. La versión 6 y la chapuza 6.5 de los de Redmond nunca llegaron a ser competencia real para el iPhone, que se las comía en sencillez de uso e interfaz. En Europa ha logrado sobrevivir en buena parte porque el iPhone no está pensado para el mercado empresarial y porque BlackBerry no ha tenido éxito hasta hace bien poco, pero está claro que tanto la interfaz como la base misma del sistema están más que obsoletas desde hace 4 o 5 años. Con el nuevo WindowsPhone todo promete cambiar, pues han invertido mucho tiempo y dinero en diseñar desde cero un sistema operativo para móvil, y las primeras muestras prometen mucho.

Symbian

Otro de los grandes damnificados del paso de gigante que fue el iPhone ha sido el sistema estrella de Nokia, SYMBIAN. En su tiempo fue una magnífica plataforma para dispositivos no táctiles, un éxito en ventas en Europa por las posibilidades que daba su apartado multimedia, la instalación de aplicaciones de terceros y, en general, la flexibilidad de la plataforma. Pero como pasó con Windows Mobile, si no evolucionas, te estancas; la interfaz de usuario ha seguido prácticamente invariable estos años, y no han introducido más que pequeñas mejoras que no hacen que se acerque ni de lejos a lo que los usuarios requieren ahora mismo. Además su adaptación a las pantallas táctiles ha dejado mucho que desear, y entre unas cosas y otras las ventas de Symbian no dejan de caer y según muchos rumores pronto morirá del todo para dejar lugar a MeeGo, del que hablaremos posteriormente.

Android

¿Qué os vamos a contar nosotros de Android? ;) Ha cosechado un éxito tremendo de ventas desde sus inicios y ya ha logrado desbancar al iPhone en muchos rankings de ventas, puesto que se ha vuelto una plataforma estable, solvente, variada y con muchos adeptos. La gente lo considera un sistema operativo «amigable», y en parte es poque nos lo han vendido como abierto, como si fuese una una distribución de Linux más. Y a pesar de que cuando oimos «Linux» pensamos en «libre», es una verdad  a medias en el caso de Android; si bien hay una parte del código fuente que es libre, buena parte o tiene licencia Apache o bien directamente es cerrada y no permite modificaciones. Esto ha llevado a que los teléfonos con este sistema operativo tengan una base similar pero demasiadas diferencias entre ellos. Nada tiene que ver una HTC Desire con un terminal de LG o un Motorola Droid en cuanto a interfaz de usuario, aunque la base sea similar los cambios que hacen los fabricantes son totalmente propietarios y no tienen que ser compartidos. Esto es en parte lógico porque, por ejemplo, HTC ha hecho un trabajo excelente con su interfaz de usuario SENSE y no sería lógico que Motorola o Samsung aprovechasen el trabajo de sus ingenieros para vender más unidades. Tal vez un sistema de licencia por parte de los que desarrollan fuese lo más justo, cediendo el código fuente de sus desarrollos a cambio de parte de las ventas o de un montante puntual… El caso es que a pesar de estar basado en Linux, el aporte  de Android a este último no era nulo, era incluso negativo, así que hace poco fueron quitadas sus aportaciones al núcleo, a lo que Google contestó contratando gente para que esto no sucediera más. De cualquier modo, una alternativa libre, una plataforma totalmente abierta y modificable está naciendo… Os presentamos a Meego.

Meego

¿Qué pasa cuando se juntan el mayor fabricante de SmartPhones del mundo y el mayor fabricante de procesadores del planeta? Alguien puede pensar que algo similar al iPhone, un magnífico sistema, una conjunción perfecta de hardware y software cerrado que funciona a las mil maravillas… Nada más lejos de la realidad. Meego nace como la fusión de dos proyectos. Por una parte, Maemo de Nokia y por otra parte Moblin, de Intel. A estos dos gigantes se ha unido, con su apoyo esplícito, la Linux Foundation, lo que nos da idea del calado que tiene este proyecto y hacia donde va orientado.

Como decimos, es una plataforma abierta en la que el usuario podrá modificar lo que guste del sistema operativo. Es más, las empresas que quieran desarrollar para Meego se encontrarán desde el primer día con todo el código fuente, y podrán aportar lo que consideren oportuno. Esto no solamente ayudará con todas las mejoras que quieran hacer los desarrolladores, sino que además podrá beneficiarse directamente de los cambios que se hagan en el kernel de Linux de forma más ágil. Además ya no habrá una empresa que controle todo Meego como hace Google con Android, por lo que las posibilidades rozan el infinito con todas las modificaciones de ROM para cada terminal, con diferentes personalizaciones, con infinitas tiendas de aplicaciones… Más que prometedor sistema operativo, esperemos que no pase como con Android y se convierta de verdad en un sistema operativo libre y en el que se pueda aportar como con Linux.

iPhone

Y es que, al fin y al cabo, es un rival más que empieza a dar muestras de debilidad. A pesar de que en su momento fue una revolución, la llegada de Android y la pujanza de BlackBerry en el mercado empresarial le están haciendo sudar más de lo previsto. Las pocas novedades presentadas en el iPhone4 y el AntennaGate, sumadas además a los exitosos HTC Desire o Samsung Galaxy, están haciendo tambalearse al terminal estrella de Apple, debido a que ya no destaca por por interfaz ni por su apartado multimedia. Su gran baza ahora es la tienda de aplicaciones y la imagen de marca que tiene el gigante americano, pero debería de ir poniéndose las pilas si no quiere ser un Symbian o un Palm de aquí a unos años. De cualquier modo, el iPhone sigue sin tener rival en cuanto a interfaz de usuario y sigue siendo la mejor combinación hardware-software del mercado, pero como digo tiene que mejorar porque ya hay terminales superiores y eso que acaba de salir al mercado. Hace 4 años nadie se planteaba cambiar su iPhone por otro teléfono porque era muy superior en interfaz y aplicaciones, pero en ambos puntos se han reducido las diferencias y eso le puede hacer mucho daño al terminal de Apple.

Visto cómo han quedado los antiguos rivales y la pujanza de las nuevas incorporaciones, nuestro escenario queda ahora mismo con iPhone, Android y BlackBerry a la cabeza, con un futuro prometedor. Por otra parte está el denostado Symbian y la ya caída Palm, y en el lado de «las segundas oportunidades» nos encontramos a Windows Phone y sus buenos inicios. Meego es un caso aparte porque es una apuesta similar a la de Android pero más valiente, pudiendo ser realmente el que se coma al resto de sistemas operativos de aquía a 2 o 3 años si la cosa sigue por el mismo sendero.

Lo que además está cada vez más claro es que hay dos corriente en los nuevos sistemas operativos para móviles. Por un lado, iPhone, BB y Microsoft apuestan por una plataforma cerrada a la que nadie puede tener acceso y cuyo control está totalmente tomado. En el otro bando tenemos a las soluciones Linux, Meego y Android, que apuestan por una plataforma más o menos abierta en la que se pueden hacer cambios…

¿Qué filosofía os parece más acertada? ¿Cómo véis vosotros el futuro de los sistemas operativos para móviles? Esperamos vuestras aportaciones y gracias por leernos, como siempre :)