En un momento en el que la madurez de Android ha alcanzado cotas de un 50% del mercado total de smartphones, se puede hablar algo más que de un éxito, más bien como un triunfo y tendencia total, y toda expansión de tal calibre no está exenta de sombras, en el caso de Android, está claro, la fragmentación de su sistema y el problema de las actualizaciones que no llegan, no existen, no aparecen o se hacen a medias y mal.
Todos los androides, en mayor o menor medida la han sufrido, incluso los poseedores del Nexus One de Vodafone, que a pesar de ser un móvil de Google, ha tardado muchos meses en recibir Gingerbread, por no hablar ni citar todos los muchos casos que cada uno sabe o tiene.
Los fabricantes, en estos dos años y poco desde que llegara a España, han aprendido, y lo han hecho a base de quejas, movilizaciones y descontento, y han entendido que la gente quiero lo último, mas allá de otras explicaciones o razones que dan los fabricantes, en algunos casos para ahorrarse el trabajo de esa actualización, en otros casos para salvaguardar el funcionamiento fluido del mismo, y en otros casos, simplemente porque no se lo habían planteado siquiera por no verlo «importante».
El motivo del título «Se venden actualizaciones» viene a raíz de un fabricante AndyPAD, del que ya hemos hablado de sus tablets que se aventura a ofrecer y asegurar actualizaciones de sus productos.
Nada más y nada menos que prometen Ice Ceam, que hasta final de año no saldrá y del que aún se sabe bien poco, y es que como empresa pequeña tienen que buscar los valores que les diferencien de las grandes, y las actualizaciones se han convertido en un producto casi tan importante como una pieza de hardware, a si que, ¿porqué no venderla de algún modo como valor de marca?
He vivido en primera persona como una gran marca como HTC que tiene un diseño y material excepcionales y potentes ha ido perdiendo credibilidad en sus compradores estando ahora mismo en una mala situación, sin embargo otras han ido ganándose el afecto como Samsung, o más recientemente el caso de Asus y su transformer, recibiendo puntualmente y con rigurosidad estricta todas las actualizaciones que ha recibido Honeycomb.
Es cierto y soy de la opinión de que en algunos casos el tener actualizado tu terminal a la última versión no es siempre mejor (aunque se pueda como esgrimen algunos, apuntando a los cocineros de Roms) cada caso es único, pero creo que esta lección que están recibiendo los fabricantes y calvario de los usuarios, es algo bueno para la madurez general, consiguiendo así adaptarnos a un mundo en constante cambio y con mil y un flecos y consideraciones. Las estandarizaciones y actualizaciones comunitarias y globales, no son buenas para la libertad y para mantener un ecosistema rico, y no me voy a extender en el modelo iPhone que todos ya conocemos.
Veremos como evoluciona el camino de la fragmentación, pero con las múltiples apk recién anunciadas, el camino se despeja, y la papeleta por parte de Google está casi resuelta, ahora veremos como reacciona el público ante lo que ofrecen sus fabricantes.
¿Qué prefieres un procesador de 2 Ghz o 3 actualizaciones aseguradas? ¿Prefieres una tablet con Homeycomb pero lenta por tener poco procesador al ser low cost, o una tablet con Gingerbread fluída y con la versatilidad añadida que ofrece un SO de smartphones?