Cada año hay decenas de ferias y eventos relacionados con el mundo de la tecnología. Y en cada una de ellas tenemos estadísticas, informes y declaraciones lapidarias.
No obstante en algunas ocasiones podemos recibir perlas de un calibre semejante al que esperaríamos encontrar en cada uno de estos saraos, y las últimas declaraciones de Eric Schmidt, unidas a un pequeño vistazo a la hemeroteca no tienen desperdicio…
“Android está por delante de iPhone”
…y ahí va la primera perla. Se puede o no estar de acuerdo con las declaraciones de Schmidt, pero desde luego uno no queda indiferente al leerlas (salvo quizá mi señora mamá, pero es que a ella no le interesan estos temas en absoluto…).
¿Cuál es el argumento de Schmidt al respecto? Sencillo, muy sencillo, cada día hay más dispositivos, y no sólo eso, cada día hay más fabricantes dispuestos a trabajar con su sistema operativo. Es cierto que hay algunos desarrolladores que no confían en ellos, pero también lo es que cada vez más desarrolladores de renombre se unen a la fiesta. Si utilizamos un paralelismo con el mundo de la informática en general, descubrimos que es muy parecido al caso de Windows…
¿A qué me quiero referir con esto? Pues sencilla y claramente a que es la plataforma en la que más fabricantes confían, y en la que más hardware encontramos disponible (y aumentando cada día que pasa…). Empieza a pasar con Android como con los ordenadores portátiles, no importa qué fabricante busques, salvo excepciones, la plataforma en la que lo encuentras es la misma, el robot verde…
Es cierto que eso no es por sí solo una garantía de éxito, por supuesto, y Google está haciendo un gran esfuerzo en mejorar los puntos más débiles para ayudar a los indecisos a venir a este lado. Pero aún así, no debemos olvidar que la posición dominante (cada vez más) en el sector de los smartphone presenta una clara ventaja: la inercia. El hecho de que cada vez la cuota de mercado que Google le quita a RIM o Nokia sea mayor, hace que el hecho de programar para Android sea sinónimo de programar para un mayor porcentaje del mercado, y ese hecho supone además que muchos desarrolladores hacen un esfuerzo extra para adaptarse a las múltiples configuraciones de hardware disponibles.
Además, si leemos este otro artículo, descubrimos varias cosas.
La primera de ellas son unos números impresionantes, que ya comentábamos antes, el número de activaciones diario de Android, el número de descargas (y las ventajas que estamos recibiendo por ello en forma de descargas a 0,10€), las mejoras constantes… Es algo increíble, la verdad, el reflejo de un crecimiento meteórico que no parece tener techo, y que bate cada nuevo record sin ningún rubor al hacerlo.
La segunda y más importante habla sobre las casualidades de Android, y de Google en general. Comentan que la compra de Android fue algo de lo que Schmidt ni siquiera estaba informado, poco más que un arriesgado capricho de Page y Brin. A día de hoy pocos dudamos de que fue la decisión correcta, pero echando la vista atrás, la verdad es que fue un riesgo enorme, y no es el primero (¿recordáis de dónde salió Google Earth?)…
Estos riesgos asombrosos son una política que la mayoría de las empresas no adoptarían en la vida, sólo lo harían los locos, pero benditos locos, ¿no os recuerdan a lo que hizo Microsoft con DOS? ¿no se os parece a la Apple que nació a base de presentar prototipos ruinosos y presentarse en Xerox PARC? A mi se me parecen demasiado, y me encanta, no me cabe la menor duda de que estamos asistiendo a un nuevo hito en la historia de la informática, y que de aquí a unos años recordaremos estas anécdotas como el principio de algo grande.
Así pues, como conclusión de los dos artículos, creo que Schmidt tiene razón en gran parte, y los números le avalan, Google consiguió hacerse con un sistema como Android, que era una idea prometedora, y lo ha convertido en uno de los mayores casos de éxito de la historia de la informática, y lo que le queda aún…
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿ha dado de verdad Google un paso adelante? ¿es esto el principio de algo grande u otra burbuja que acabará explotando en las narices de los chicos de Mountain View?