Un año más nos acabamos de terminar otro MWC, enterito, para que nuestras mamás no se quejen de que no nos terminamos las cosas. Un año más, hemos disfrutado de filtraciones, de presentaciones, de empresas nuevas, de empresas viejas y de uno de los mayores desfiles de tecnología del mundo. Un año más ha sido elegido un móvil como el mejor smartphone de la feria, recayendo esta vez el honor en el Nokia Pureview. No termino de entenderlo, porque para mí Nokia ya había presentado varios teléfonos mucho mejores. De hecho este lo único que tiene es su cámara de 41 MP, superútil para hacer posters que cubran una pared entera y… ya está.

Así que, como esa decisión me ha cabreado, he decidido traeros mi particular podio de las cosas más interesantes que hemos podido ver en éste MWC (ya que nadie se va a molestar en impedírmelo…).

Precisamente me quejaba de que el Nokia no presentaba nada nuevo, ni sistema, ni procesador, ni nada, simplemente la cámara, así que mi primera apuesta va hacia el más innovador en esos campos: Huawei Ascend D Quad XL.

Éste móvil (así como sus hermanos) son, para mí una de las novedades más importantes, por varias razones. La primera y una de las más importantes es su sistema; Ice Cream Sandwich. Aunque parezca algo obvio, muchos fabricantes siguen sin proporcionar una experiencia actualizada. El segundo punto importante es el procesador. El Huawei monta la novísima tecnología K3V2, con 4 nucleos de procesamiento de propósito general y 16 más de coprocesamiento gráfico. La verdad es que no he tenido ocasión de probar el rendimiento de la batería con el procesador, pero desde luego os puedo asegurar (tras haberlo tenido en la mano) que es una bestia, todo va fluido, rápido, y no da sensación de fatiga en ningún momento, lo que se agradece y mucho para un producto nuevo. En mi opinión va a ser una de las sensaciones de este próximo año.

Y claro, si hablo de novedades, ¿cómo iba a dejarme fuera mi joya de la corona particular? Por supuesto, estoy hablando del Asus PadFone.

Ese tablet de Asus (que podéis ver en la imagen que encabeza este artículo) que gracias a una inacabable colección de periféricos nos permite disfrutar de la experiencia de un teléfono, un tablet 3G, un ordenador portátil de 10” y a éste además la conexión de un teléfono a partir de un espectacular stylus. La potencia está a prueba de toda duda, gracias a que lleva un chip Qualcomm S4 como cerebro para todo ese conjunto, lo que nos asegura que pueda enfrentarse a las pruebas más duras y salir airoso, como está mandado. Aún no está desvelado el precio final del conjunto, pero Nostradamus predijo que no sería barato, y los mayas, casi al final de su calendario dijeron “Preparad 700 pavos porque de ahí no baja”, pero vamos, teniendo en cuenta el amplio espectro de oportunidades que ofrece, personalmente creo que vale bastante la pena, aunque, como siempre, esto es una mera cuestión de gustos.

Y por último, porque me encanta despedirme con una nota simpática, del tercero de los productos seguramente no hayáis oído hablar, o si lo habéis hecho hayáis pasado por encima de la noticia: el Kibot 2.

Kibot es un pequeño robot androide que lleva además ese sistema operativo, aunque con una capa propia por encima. Tiene una serie de actividades y reacciones precargadas para que los más pequeños puedan mirar como su padre juega con él (esto es como un escalextric, comprárselo al niño es solamente una excusa para poder jugar tú…). Además tiene una peculiaridad que a mi personalmente me ha encantado: las etiquetas NFC. El conjunto lleva una serie de etiquetas NFC con funciones pregrabadas, destinadas a ejecutar de forma ágil ciertas funciones como leer algún cuento o llamar a papá o mamá (especialmente útil si queremos dejar a los niños con algún amigo o familiar En la foto podéis ver como nuestro compañero y amigo Dani se plantea comprar uno para sus sobrinos y quedárselo él.

Bueno, espero que mi recopilación os haya gustado, la verdad es que entre tanta novedad ha sido dificil escoger un podio, pero creo que los tres que están son los que merecen más que nadie estar ahí.