Muchos decimos constantemente tonterías sobre «el teléfono perfecto», un dispositivo cuyas características se adaptarían prácticamente a todos. Pero de todas esas características, la mitad son actualmente imposibles para los fabricantes por ser tecnologías en desarrollo o simplemente, tecnologías que aún no han aparecido.
Olvidémonos de carga inalámbrica, pantallas enormes, procesadores Qualcomm o Nvidia o baterías integradas, porque o no son posibles o básicamente no son convenientes para nosotros. Por ejemplo, la carga inalámbrica no será posible hasta dentro de unos años, las pantallas enormes (como la de un Note) pueden darnos demasiados problemas con los bolsillos, las baterías integradas impiden su cambio en caso tener una batería secundaria y los procesadores Qualcomm y Nvidia son los más cerrados para los desarrolladores por lo que suele haber más problemas que con otros en temas de ROMs.
Entonces, ¿Cómo podría ser nuestro teléfono perfecto?
No brickeable
Un teléfono que disponga de un sistema de seguridad que haga que no se pueda destruir o básicamente, quedar como un bonito pisapapeles de 500€. Hay sistemas para evitar este tipo de situaciones pero los fabricantes, por lo general, parecen no querer poner de su labor para que podamos manipular las entrañas de sus dispositivos.
Pantalla
Hay pantallas de 3.5 pulgadas como las de los Galaxy Ace o los Wildfire S que hace que navegar o jugar en esas pantallas llegue a ser muy incómodo. Sin embargo, en pantallas como las de un Nexus One ya empieza a ser mucho más fácil y cómodo hacer este tipo de tareas, y evidentemente, en un Galaxy Nexus ya es una auténtica pasada con su pantalla de 4.65 pulgadas.
Por esto, entre las 3.7 y las 4.7 pulgadas debe de estar el tamaño de su pantalla, ya que, ni quedan pequeñas para su navegación ni son extremadamente grandes. Evidentemente, para gustos los colores, pero con un dispositivo entre estos tamaños, podremos asegurar que la experiencia de Android será perfecta, al menos en este apartado.
En la resolución hay un poquito más de juego ya que en función del tamaño podremos establecer un nivel más alto de ppp (pixels por pulgada). Pero queda claro que como máximo debe de ser una resolución de 720p por dos motivos: No existen pantallas con mayor resolución que se puedan incorporar en un móvil de estas dimensiones y con una resolución de 720p en 4.65 pulgadas, tendremos que usar un microscópio para poder apreciar los pixeles.
Algunos diréis que cuantos más mejor, pero, ¿para que hacer cargar al procesador con una resolución Full HD (que consume muchos más recursos) si al fin y al cabo no conseguiremos apreciar la diferencia? Así que nos quedamos con una 720p que, a no ser que empecemos a desarrollar superojos capaces de apreciar más píxeles, nos será suficiente en estos tamaños de pantallas.
En cuanto a la tecnología debe de tener buena visibilidad en exteriores, un buen ángulo de visión y unos colores vivos pero sin sobrecargarse en exceso. Ejemplo de esto parece ser la nueva SuperLCD que monta el One X, o si no, la SuperAMOLED HD del Galaxy Nexus sería perfecta.
Actualizaciones rápidas
Anda, ¡Con la iglesia hemos topado! Este es el tira y afloja que tenemos constantemente los usuarios con los fabricantes (excepto los Nexus) para que tengan nuestros dispositivos con la última versión lo antes posible. Es vergonzoso que a los Galaxy S2 les esté llegando Ice Cream Sandwich de forma oficial casi 6 meses después de la presentación de dicha versión.
Para agilizar dichos trámites lo primero que habría que quitar es el bloatware de las operadoras y que las actualizaciones provinieran siempre del propio fabricante sin ningún intermediario. Ganamos fluidez, quitamos la porquería que ponen en los terminales y además mayor velocidad para las actualizaciones. Suena bien ¿no?
Batería extraíble
Tanto HTC como Sony han decidido por no dar acceso a las baterías en sus últimos dispositivos para poder reducir considerablemente el grosor de estos y a la vez, hacerlos más resistentes. Sin embargo, no todo es tan bonito porque con la cantidad de problemas de batería que tenemos en Android, muchos usuarios suelen llevar dos baterías consigo para que su Android no se muera al mediodía.
Así mismo, si se nos queda «pillado» no podremos hacer el típico remedio casero de quitar la batería sino que habrá una combinación de teclas para apagarlo. Pero, ¿Y si fallan? Mejor que nos quedemos con baterías intercambiables y listo.
Procesador
Cualquier dispositivo debe de tener la posibilidad de ser actualizado, pero si no es posible o mejor dicho los fabricantes no quieren, tenemos que recurrir a ROMs cocinadas. Pero los cocineros no son magos (bueno, si lo son) y necesitan unas herramientas mínimas para poder llevar a cabo su labor.
En muchas ocasiones, los problemas con las ROMs provienen de drivers o de información del procesador incompleta debido a que su fabricante no libera los datos necesarios para poder comprender su funcionamiento. Así que para evitar este problemas mejor recurrir a procesadores Texas Instruments o Samsung Exynos que son los que más información sobre ellos liberan y sobre los que acaba siendo más fácil trabajar.
Qualcomm también suele abrir sus dispositivos a las comunidades pero no llega a ser suficiente en muchos casos, así que mejor prevenir que curar y dejar Qualcomm de lado si es posible.
Nvidia, por el contrario, no abre ni lo más mínimo, son los más cerrados, así que si tienes pensado trastear con tu dispositivo a fondo con ROMs y demás, olvídate de Nvidia y busca a ser posible un Samsung Exynos o un Texas Instruments.
Video
Deberían de mover resoluciones 1080p sin ningún problema. No sólo en la grabación y reproducción de video, sino en apartados como videos en Flash Player o al conectarse en salidas de alta definición (HDMI).
Memoria RAM
La mayoría de dispositivos de gama alta actuales llevan en su interior 1 GB de RAM, cantidad que me parece suficiente para mover la mayoría de servicios y aplicaciones, sin embargo no estaría de más que incorporasen un poco más y llegaran a los 1,5 GB o incluso a los 2 GB, haciendo el dispositivo mucho más fluido.
Resistencia y materiales
Debe de tener un cuerpo y un cristal resistente a las caídas que pueden surgir en el uso diario. Protecciones como Gorilla Glass 2 o cuerpos de Kevlar como el del Motorola Razr son un ejemplo de la resistencia que debería de tener un dispositivo.
Así mismo, los materiales, deben de ser ante todo resistentes y a diferencia de la creencia popular, el plástico es más resistente que el aluminio. El ejemplo más claro lo tenemos con el drop test que hicieron al Galaxy S2 nada más salir que demostraba que el móvil quedaba prácticamente intacto tras lanzarlo varias veces de diferentes alturas y diferentes posiciones.
En cuanto a la resistencia al agua, habría que desarrollar una tecnología que no requiera un cuerpo unibody sin baterías retirables y que no afecte al grosor. Por ejemplo, tenemos el Razr, pero este no tiene posibilidad de extraer la batería. Así mismo, tenemos el Xperia Active, al que si que se le puede quitar, pero que influye excesivamente en el grosor.
Cámara
Debe de montar una cámara de 8 megapíxeles como mínimo, con Flash LED y grabación en Full HD a 30 FPS como mínimo. Pero como la calidad no se demuestra sólo con megapíxeles, también debe de tener un sensor, una apertura y unas ópticas adecuadas, que deben de estar protegidas por un cristal antiarañazos y a ser posible, que no sobresalga del cuerpo del dispositivo.
Conectividad
En este apartado debería de estar todo lo disponible: Redes LTE, Bluetooth 4.0, NFC, HDMI, Jack de 3,5 mm y la posibilidad de realizar USB Host. Así mismo, la salida debe de ser SIEMPRE MicroUSB porque, a pesar de que la unión europea estableció este requisito, parece que muchos fabricantes se lo saltan como quieren, haciéndonos llevar un cargador para cada dispositivo.
Estas son, las principales características que debería de llevar un terminal de gama alta y que, teniendo en cuenta lo existente actualmente, podríamos denominar como perfecto.
¿Añadirías algo más? ¿Crees que algún día aparecerá esto? ¿Tendrá el Galaxy S3 todo lo expuesto aquí?