La mayor sorpresa de ayer fue Nexus Q, un dispositivo multimedia conectado a nuestra televisión y altavoces que actúa como el centro de nuestro entretenimiento: Android, integración perfecta con Google Play, todo tipo de conexiones… os explicamos mejor Nexus Q en el artículo donde os lo presentábamos.
Pero en este artículo vamos a hablar de algunos detalles en particular del último gadget del gigante de la tecnología. Lo primero de todo es que parece completamente hecho por Google: ningún otro fabricante ha intervenido en la fabricación del Nexus Q, como Samsung con los dos últimos teléfonos Nexus, HTC con el primer Nexus, y Asus con Nexus 7.
En los vídeos y las imágenes del Nexus Q podemos observar como cada pequeño hueco del reducido espacio ha sido aprovechado de la mejor manera posible, para que todo encajara dentro. La barra del LED, la pequeña fuente de alimentación, el amplificador… Y sí, el hardware es muy similar al que usa el Galaxy Nexus.
Un diseño minimalista y bonito, gran conectividad, integración con Google Play, Android… Una integración perfecta entre el software y el hardware, además de la integración con otros dispositivos Android y televisiones/equipos de sonido. Todo perfectamente sincronizado y preparado para sacar de la caja, conectar y usar.
Pero hay aún otro detalle mucho más interesante, y es que está hecho en EEUU. Sí, su producción no se llevó en ningún momento fuera de los Estados Unidos. Los chicos de Google han pasado completamente de producir en China o cualquier otro lugar de Asia para después exportarlos a los países de venta, con el Nexus Q todo se queda en casa.
¿Pero que ha llegado a motivar a Google a hacer esto? Para empezar, el Nexus Q no parece que vaya a ser un «superventas», ¿asi que por que no experimentamos con el, cuando no es algo tan vendido y solicitado como el Galaxy Nexus o el Nexus 7? En este caso, parece el producto ideal para empezar con el.
También pueden haber otros motivos, como la ética: ahora sabemos que la mayoría de nuestros productos están hechos en cadenas de montaje situadas en Asia, con condiciones penosas y sueldos precarios para sus empleados (que en muchos casos no superan los 400$ al mes). Si se produce en EEUU se garantizan unas condiciones para los empleados que no se dan en las grandes cadenas de producción situadas en China, por ejemplo.
Todo esto puede abrir el debate de si vale la pena seguir con el sistema que hemos estado usando hasta ahora, o si nos compensa mover todas las grandes producciones a Occidente. Además Tim Cook se preguntó hace poco si algún día la empresa que lidera (Apple) podría volver a producir en los EEUU. ¿Será solo Google quien siga con este camino, o puede que otras empresas como Apple continúen con ese camino en el futuro?