Antes de nada quiero especificar que esto es un artículo de opinión personal, los que discrepéis sois libres de decirme cosas, a los que no os interese podéis no leerlo (no os perderéis ninguna noticia de última hora ni aplicación alucinante) y a los que queráis pasar un rato entretenido seguid leyendo.

Pues bien, resulta que como algunos de vosotros, me estoy tomando una (mini) semanita de vacaciones en la playa. Pero como soy un esclavo me encanta redactar para EAL, me toca llevarme el portátil para currar y entregar los artículos que habréis leído durante toda la semana. Pero no ha sido fácil. ¿Por qué? Por el 3G, o más bien, su ausencia.

Y es que ya no soy capaz de vivir sin 3G. En mi apartamento de la playa, aparte de tener muy buenas vistas no me llega el 3G ni dispongo de Wifi/Internet de ningún tipo. Resultado: Adri con 2G vs el mundo. Y es que tal como dice el refrán “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”.

Para ser justos, no todo es horrible. Twitter (con el cliente Tweakdeck) me funciona bastante bien, pero por ejemplo, mejor me olvído de ver las fotos que pone la gente o abrir links. El lector de RSS también me funciona bastante bien exceptuando otra vez todas fotos de los artículos. Por descontado, tanto Gmail como Whatsapp funcionan sin problemas, a la par que todas las aplicaciones / juegos que no requieran uso de internet. Pero ahí se acaba la historia.

No puedo compartir fotos. No puedo leer ningún artículo completo. No puedo escuchar música en streaming. No puedo consultar como van las estadísiticas de las webs con Analytics o cualquier tipo de datos. No puedo actualizar aplicaciones. No puedo consultar noticias. No puedo leer Facebook ni Google+. No puedo leer los comentarios de mis artículos, ni mucho menos responderlos. Cierto es que «poder» puedo, pero que tarde una hora en subirse una foto hace que canceles todo y te desesperes. Y aunque os puedan parecer tonterías, son estos pequeños detalles de las acciones que hacemos cada día, nuestras rutinas, que al ser incapaz de hacerlos me provoca una frustación enorme.

Y es que NO. He llegado a un punto en el que mi teléfono Android ya no solo sirve para llamar y enviar cuatro mensajitos por whatsapp. Mi móvil es ya mucho más que mi herramienta de trabajo. Me estoy dando cuenta estos días de lo esencial que es una tarifa plana para mi caso (y supongo que el de más de uno), y lo que es más importante: necesito 3G. Lamentablemente ya no me sirve únicamente el 2G.

Y esto por otro lado es bastante impactante. ¿Cómo puede ser que una conexión 2G ya no sea suficiente para mi día a día? Desde luego, hace un par de años vivía sin ningún tipo de conexión de datos sin ningún problema. Pero mi teléfono o Android en general, me ha cambiado. Mis costumbres han evolucionado y me he transformado en un ser 3G-dependiente, que enfurece cuando desparecen esas rayitas de cobertura. ¿En qué me estoy convirtiendo?

Seguramente lo sabremos dentro de una semana, cuando vuelva a la civilización. Si es que sobrevivo. Mientras tanto, me bañaré mientras maldigo al 2G. Vosotros en cambio, podéis comentarme vuestras experiencias, que lamentablemente, no podré leer. Ojo, no por que no quiera: la culpa es del 3G.