¿Qué os parece? Primer artículo del mes y haciendo amigos. Antes de que os dé por lanzaros a mi cuello de forma inmisericorde, quizá fuera buena idea que me explicara, porque así podríais tener razones fundadas de verdad para hacerlo, o si tengo mucha suerte, podéis dejar de tenerlas…
Vaya por delante que no tengo nada en contra de Samsung, como tampoco tengo nada a favor de ellos. Para mí son simple y llanamente un fabricante más, alguien que diseña, implementa, prueba y vende un hardware que nos permite disfrutar mejor o peor de ciertas características del software (en este caso Android).
El problema en este asunto no es tanto que Samsung sea mejor o peor fabricante (tengo una opinión al respecto que me voy a reservar después de probar muchos teléfonos suyos y de otros fabricantes), sino que hay varios efectos colaterales que no me están gustando y que quizá convenga aclararos.
Porque ya está bien de que le hagan la cama a Google…
Porque el Nexus no es el buque insignia de ninguna generación, no es la joya de la armada, no es
el barco más potente ni el mejor, es el rompehielos. Es el que va destrozando un territorio imposible para que otros buques más potentes pero más frágiles puedan cruzar detrás. Y no es justo.
Google periódicamente llega a acuerdos con alguna compañía para producir un buen móvil como escaparate de su nueva versión del sistema operativo (o un nuevo tablet en el caso de Jellybean). Pasó con el Nexus One, pasó con el Nexus S y pasó con el Galaxy Nexus. El problema es que mientras que HTC lanzó ese móvil como ejemplo de tecnología nueva y vanguardista (sólo creó una versión modificada para poder permitir que corriera la barbaridad de interfaz Sense que había encima), Samsung lo usó para preparar el lanzamiento de terminales bastante más potentes y dejar al terminal de Google en la estacada. Y eso, amigos, es algo feo, y creo que dos bofetones en el mismo lado son algo que Google no debería olvidar fácilmente.
Por los problemas legales…
Porque Samsung empieza a tener DEMASIADOS problemas legales con Apple. Si bien es cierto que tener problemas legales con Apple hoy en día empieza a ser algo muy mainstream, parece que los coreanos le han cogido el gusto y están intentando batir su record de demandas contra Cupertino.
No debemos olvidar que la sana competencia es algo que nos puede beneficiar a todos, y que el hecho de que aparezcan estos casos simplemente contribuye a alimentar el fenómeno fanboy como un ventilador frente a una hoguera, y yo personalmente empiezo a hartarme de esa brasa.
De momento, salvo por problemas puntuales, los Nexus han salido bien parados de esta polémica, pero, ¿cuánto tiempo podrán seguir aguantando? Es sólo cuestión de tiempo que todo esto los salpique, tarde o temprano…
Porque otros fabricantes merecen respeto…
Porque está muy bien que si un fabricante lo ha hecho se le premie con alguna gracia, pero Android no sería lo que es sin el resto y lo merecen tanto o más que Samsung. Además, el programa Nexus tiene que servir para estrechar los lazos entre Google y el resto de fabricantes, para fomentar una diversidad que a la postre ha demostrado ser, con diferencia, el mayor patrimonio de este sistema operativo frente a la perfecta integración software-hardware en los equipos de Apple.
Porque hace falta algo de aire fresco en los Nexus…
Porque los Nexus caros, chulos, que hacen de todo y que tienen un valor molante del 1000% en la escala hipster son un valor que cada vez cotiza menos, y digo yo, ¿por qué no un Nexus barato? ¿por qué no dos o tres Nexus diferentes? ¿por qué no una batidora Nexus? Hay tantas opciones que, sinceramente, no entiendo por qué siguen haciendo lo mismo. Un poco de frescura es necesaria y seguramente el hecho de cambiar de fabricante pueda aportarnos perspectivas nuevas y (quizá) mejores…
Bueno, pues esas son mis razones para pedirle a Google que, aunque sólo sea por esta vez, mantenga a Samsung alejada del próximo Nexus, y vosotros, ¿qué opináis?