En el catálogo actual de Google Play no faltan los juegos que apelan a los jugadores mas veteranos, ya sea con un aspecto gráfico inspirado en las consolas de 8 y 16 bits, o bien recuperando aquellas sagas con las que muchos de nosotros crecimos. Ya se sabe que la nostalgia es traicionera, pero la verdad es que si hay tantos juegos que se aprovechan de ella es porque tienen éxito, tanto entre los usuarios como entre los propios desarrolladores. Pese a todo, creo que hay varios juegos clásicos que deberían tener versión para Android, y que por una razón o por otra no la tienen. Descartaré aquellos juegos con licencias exclusivas que impidan un port. Por ejemplo, soy un gran aficionado a la saga Wipeout, pero pertenece a Sony, y no parece que quieran exportar su licencia a otros dispositivos que no sean sus consolas.
Civilization.
Civilization es una de las grandes creaciones del genio Sid Meier, y teniendo en cuenta la enorme calidad de su curriculum vitae, eso es garantía de calidad. Controlamos los designios de una cultura, desde los albores de la humanidad, frente al resto de países con los que compartimos el globo terráqueo. La magnitud del juego y la cantidad de posibilidades que se nos ofrecen es tan elevada que no solo una partida puede durar horas y horas, sino que si queremos se puede alargar hasta el infinito. Aunque existen ciertos objetivos que podemos conseguir para ganar la partida (como construir una nave espacial para colonizar planetas, o contruir maravillas de la humanidad), en muchas ocasiones nos veremos en un equilibrio de fuerzas con nuestros enemigos.
Descrito así, puede parecer que Civilization sea el peor juego posible para un dispositivo móvil, pero la realidad es que es lo contrario, gracias a su sistema por turnos, que garantiza que podamos tanto jugar durante solo unos minutos, como durante varias horas consecutivas, y siempre podamos volver desde donde lo dejamos.
Crash Bandicoot.
Durante mucho tiempo considerada la mascota de Playstation, Crash Bandicoot trajo consigo una actitud chulesca, unas plataformas endiabladas, y un sistema de juego que encajaba perfectamente con el uso de los gráficos 3D. Mientras que otras sagas de plataformas como las de Nintendo optaron por unos mundos abiertos gracias al nuevo hardware, este juego usaba ángulos de cámara novedosos y cambiantes para guiarnos a través de corredores de una sola dirección pero llenos de desafíos y nuevas mecánicas.
Desde la muerte de la Playstation original, la licencia del personaje ha dado tumbos de un lado a otro sin saber muy bien qué ofrecer. Es el momento de recuperar el estilo del original para las nuevas generaciones aprovechando el control de la pantalla táctil para movernos de un lado a otro de la pantalla.
Dungeon Keeper
Otro gran nombre está detrás de este juego: Peter Molyneux. En otro de sus destellos de genialidad, el planteamiento de Dungeon Keeper era original y adictivo. En vez de manejar a un grupo de aventureros penetrando en las mazmorras de las hordas de la oscuridad, nos poníamos en la piel de los malos. Así, debíamos controlar a nuestros súbditos, ya sea desde una vista isométrica como en primera persona, y fortificar y asegurar los recursos de nuestra mazmorra.
Al ser un juego de estrategia, es un juego que debería ir bien en una pantalla táctil, aunque necesitaría una nueva interfaz que se ajuste mejor a las pantallas pequeñas. No veo probable que una versión para Android se haga realidad, pero viendo cómo Molyneux está volviendo a sus raíces con sus nuevos juegos (Godus básicamente es una reinterpretación del clásico Populous), no es algo que se pueda descartar.
Bubble Bobble
Seguramente todos conoceréis Puzzle Bobble, el juego consistente en explotar burbujas del mismo color. Es un rompecabezas sencillo que ha sido copiado hasta la extenuación por cualquier desarrollador que busca dinero rápido. Sin embargo, no todo el mundo sabe que los simpáticos dinosaurios que aparecen en el juego en realidad provienen de otro título anterior, Bubble Bobble.
En este caso es una mezcla entre juego de acción y plataformas, dividido en diversas pantallas temáticas. Los personajes que controlamos pueden soltar burbujas que atrapan los enemigos, para conseguir puntos si los eliminamos en esta posición.
Aunque en un principio parece un juego simple, esto cambiará conforme vayamos limpiando pantallas y estas aumenten la dificultad y la situación de los bloques que nos impiden movernos. Al estar dividido en pantallas, creo que es un juego ideal para partidas cortas, y con un modo multijugador cooperativo tendría pocos competidores mas adictivos.
Super Hang-On
Hay varios juegos de carreras disponibles en Android, pero pocos recuperan el estilo arcade que tantas monedas hizo perder a toda una generación. Super Hang-On es un buen representante de este estilo, tanto en su versión para salones arcade como la doméstica para Mega Drive. Con unos gráficos espectaculares para la época que permitía efectos como atardeceres y cambios de paisaje, y una música que aún hoy en día no me puedo quitar de la cabeza, Super Hang-On representa todo lo bueno que Sega fue una vez.
Si la compañía del erizo azul quiere volver por el buen camino como está demostrando con los últimos (si bien aún fallidos) títulos, volver a crear un juego de carreras arcade es un paso inevitable. Y si las motos no venden tanto, entonces que prueben con Outrun y su Ferrari Testarossa.
En todo caso, y fuese cual fuese el elegido, el estilo arcade es ideal cuando se quieren partidas cortas pero intensas, y al no contar con un motor de físicas complejo como un simulador, los controles no tienen porqué ser muy precisos. Además, podríamos disfrutar de nuevo de un tema clásico como Outride a Crisis, y eso siempre es un plus.