Aaahhh, la eterna duda que parece cernirse sobre todos aquellos fabricantes de estos dispositivos, porque no podemos negar que esta pregunta está sobrevolando este mundillo y cada vez parece que queda menos clara su respuesta.
Llevamos ya una temporada que, poco a poco, a cada nuevo terminal (generalmente Android), se le va aumentando poco a poco y como quien no quiere la cosa el tamaño de la pantalla y esto a mucha gente no le acaba de convencer, pero en cambio hay otros a los que les parece un acierto. Entonces, ¿es bueno, malo o es indiferente? Vamos a intentar descubrir algunos de los motivos por los cuales pueden deberse estas «mutaciones», siempre desde el punto de vista del redactor, es decir, el mío.
Moda, tendencia o simple capricho
Desde hace algunos años, hemos visto como los móviles han seguido un camino que hasta ese momento era el inverso; es decir, antes se buscaba hacer los móviles cada vez más pequeños, llegando incluso a teléfonos como el Nokia 8260 de hace ya algunos lustros o el Sony Xperia Mini algo más reciente, pero analicemos un poco las diferentes situaciones entre lo mini y lo maxi.
Antes el móvil se usaba para poco más que para aquello por lo que se fabricó: llamar. Como extra teníamos un maravilloso sistema de envío de mensajes de texto que derivó en un nuevo lenguaje de comunicación de alto nivel que aún a día de hoy se mantiene y que a su vez a dado la oportunidad de crear una nueva rama dentro de la criptología. Así que, para eso era más que suficiente una pequeña pantalla con una cuantas líneas de texto donde apareciera el número y nombre del destinatario/remitente. Pero en cierto momento llegaron las ya casi extintas PDA’s, orientadas principalmente a los negocios y que, al igual que pasa con la F1 en los coches, sirvió de trampolín para las futuras generaciones de móviles. Y decir también que el que dio el impulso definitivo no fue otro que el iPhone.
Esas PDA’s tenían ciertas características que las diferenciaban bastante de sus «hermanos pequeños»: empezando por el tamaño, pasando por la conexión a Internet o las ya típicas pantallas táctiles. Y como todo, eso era algo al alcance y/o necesidad de muy pocos…en ese momento. Las TIC no estaban tan desarrolladas ni integradas como lo están hoy en día, y no había necesidad de disponer de todo aquello que un «hombre de negocios» requería; mails, una agenda apretada, un enorme listín de teléfonos, acceso rápido a una búsqueda u horario de cine…
Pero los tiempos cambian, y al igual que pasó con las teles a color, ahora ya se hace casi impensable un teléfono sin todas esas características (y muchísimas más). Como he dicho, las TIC están muy integradas en nuestro día a día, usamos el correo electrónico a diario, consultamos nuestro calendario (ya sea lectivo, de trabajo o de fechas importantes), escuchamos música, jugamos… un enorme abanico de posibilidades se abre ante nosotros. Así que esa tendencia de «empequeñecer» los teléfonos dió un giro de 180º (que no 360, porque sino se hubiera quedado igual), para dirigirse hacia la dirección opuesta y adaptarse a todo eso.
Y casi paralelamente aparecieron otros dispositivos llamados por aquel entonces «Tablet PC» y que hoy en día conocemos como «Tablets». Esos aparatos eran bastante más grandes que los teléfonos o PDA’s, y estaban orientados a un uso distinto, menos habitual y más centrado en, nuevamente, aspectos concretos de los negocios, pero fue Apple quien «reavivó» otra vez ese mercado. Hubo un tiempo en que Smartphones (los antiguamente conocidos teléfonos) y las tablets convivieron en paz y armonía y se complementaban unos a otros, pero esos tiempos parece que llegan a su fin cuando uno ya no sabe que tiene entre manos.
Phablets, ¿teléfono? ¿tablet?
Las tablets en sus «inicios» (inicios de la época del iPad1), eran de unas 9″ ó 10″ y venían a cubrir un mercado como he dicho de los negocios o similares más que al usuario común, pero otra vez parece que todo vuelve a cambiar, y ahora esas tablets ya están siendo usadas más por usuarios «standard» que por «profesionales», y no solo eso, sino que lo que antaño fueron grandes dispositivos ahora se vuelven más pequeños, y ahora la tendencia está en aproximadamente 7″ (de momento). ¿Ese tamaño no solo es más manejable que las de 10″, sino que puedes hacer más o menos lo mismo? Pues eso parece. Pero….vamos a ver: los teléfonos se agrandan para poder hacer lo mismo que las tablets, y las tablets se reducen para ser tan portátiles como los teléfonos.
Sí, hasta el punto de que los papeles de invierten y ya todo implosiona como cuando intentas buscar Google en Google… Bueno, si alguien lo ha probado habrá visto que no pasa nada, y en este caso tampoco, pero sí que se ha llegado el momento de que una «tablet» sea más pequeña que un «móvil». Es el caso de Energy System, que ha creado una «tablet» de 4″ en contraposición con el Galaxy Note2 de Samsung, que se hace llamar «teléfono», alcanzando las 5,5″. Vamos, que ahora con el grande se puede llamar y con el pequeño no.
Pues para mi que está pasando otra vez lo que pasó en su día con las PDA, pues esos híbridos me recuerdan a ellas, pero una cosa hay que tener clara, y es que cada uno tiene su mercado, su publico y sus utilidades. Si solo vas a llamar o enviar algunos mensajes, con un teléfono pequeño te llega. Si vas a trabajar con muchos documentos en presentaciones o conferencias, por ejemplo, pero no en todo momento, o la quieres para leer de una forma cómoda pero sin preocuparte de fundir la batería de tu teléfono, puedes decantarte por una tablet de 10″ o 7″, dependiendo de los gustos y forma de trabajar de cada uno. Pero si lo que necesitas es un poco de todo durante todo el día, lo mejor es un terminal del tipo Note 2, que gracias a su lápiz ofrece una usabilidad tremenda, permitiendo trabajar de una forma muy cómoda. Es decir, que esos/as llamados/as «Phablets» vienen a cubrir un hueco que era más grande de lo que parecía.
Por lo que pensemos primero en lo que necesitamos, lo que queremos y el uso que vamos a darles antes de decidir (o incluso criticar) ciertos dispositivos. Me pongo a mi como ejemplo, que al pasar del Nexus One a Galaxy Nexus éste último me pareció enorme y ahora casi se me queda pequeño, y después de probar un Note 2, más de lo mismo: al principio parece enorme pero a la que te acostumbras, va de lujo. Así que…¿Estamos locos? Un poco ¿Estamos atados al consumismo? Tal vez. ¿Se está buscando un nuevo mercado? Lo más probable.