Con más de la mitad de cuota de mercado mundial, el mundo de los smartphones está dominado por Android. Cuando uno tiene que enfrentarse a la elección de un nuevo móvil se ve desbordado por la cantidad de opciones y terminales que hay.
A veces es difícil incluso saber por donde empezar, pero no tenemos que asustarnos. Hay trucos para hacer más fácil la elección de un teléfono, y vamos a darte cinco consejos que tienes que tener siempre en cuenta para que el terminal que elijas se adapte lo más posible a tus necesidades.
Precio
Puede parecer de cajón, pero no siempre tenemos tan en cuenta como creemos el factor precio, y al final empezamos a subir y subir cuanto más miramos. Lo principal aquí es intentar adaptar el precio a nuestras necesidades, y hacer primero una búsqueda panorámica del cómo está el mundillo de los teléfonos móviles Android.
Con este primer vistazo tendrás una primera idea de lo que te puedes comprar. La idea es que pienses en el dinero que quieres gastar y luego hagas una lista de las principales características que quieras para tu móvil. Ahora tendrás que adaptar las características a dicho precio, e intentar no empezar a sumar funcionalidades que te han gustado, porque esto te llevará a aumentar considerablemente el precio del terminal.
Dentro del precio tienes que pensar si lo quieres subvencionado o libre. Las subvenciones hoy en día han bajado mucho, pero aún así tendrás que echar un par de cuentas. Calcula cuánto te costaría un terminal libre y lo que pagarías al mes durante un periodo de permanencia típico (18-24 meses) en una operadora que te ofrezca una buena opción. Después calcula la diferencia entre esa tarifa y una que te lo ofrece por 0€, multiplícalo por el número de meses de permanencia y tendrás el precio del teléfono. Jugando con diferentes opciones y combinaciones podrás ver el precio final al que te sale el móvil.
También tienes que tener en cuenta que quizás no necesites pagar 0€ por un teléfono de la gama más alta. Quizás tus necesidades sean más acordes a un teléfono algo más modesto que puedas comprar libre por mucho menos precio y así, aunque suponga un gasto inicial mayor, ahorrar mes a mes en la factura de tu operador.
Considera la segunda mano
Algo a lo que muchas veces tenemos miedo a la hora de comprar un teléfono es recurrir a la segunda mano. Es cierto que siempre nos gusta estrenar las cosas, y que comprar algo que ha sido usado lleva a pensar que podemos tener más problemas, y sobre todo perder la garantía.
Pero no tengas miedo, no vas a perder nada por mirar, y hay muchos que lo venden todavía en garantía, incluso tiendas que se dedican a ello y te ofrecen una garantía extra. La ventaja del mercado de segunda mano es que podemos encontrar opciones a muy buenos precios, y si necesitamos un terminal de alta gama ahorrar bastante dinero.
Para dominar la segunda mano necesitamos mucha práctica, así que te aconsejo que te tomes tu tiempo para mirar con mucha calma. El tiempo es nuestro mayor enemigo, ya que siempre se juega con él para hacer pensar que no encontraremos una opción tan buena como la que tenemos delante en ese momento, pero no te preocupes, siempre aparece algo igual o mejor. Lo bueno es que es una forma de cambiar de móvil por poco dinero, ya que podemos combinar la venta de nuestro teléfono antiguo con la compra de uno nuevo y sólo gastar la diferencia.
Eso sí, ten mucho cuidado, prueba bien el teléfono antes de pagarlo y, sobre todo, desconfía de los precios extremadamente bajos. Nadie regala nada, y menos en el mundo de la tecnología.
Tamaño de pantalla
Con el paso del tiempo hemos vivido una evolución enorme en el tamaño de la pantalla de los smartphones, y con ella estamos ante una gama enorme ante la que elegir. Este elemento es uno de los que más encarece el teléfono, y su mayor tamaño va siempre ligado a características más elevadas de hardware, por lo que cuanto más tamaño de pantalla busquemos, por lo general más elevado el precio que encontraremos.
Tenemos que pensar detenidamente el tamaño que más nos conviene, y mientras que las pantallas grandes son ideales para un uso en multimedia y navegación web, no son tan cómodas para los que quieran darle un uso más sencillo de comunicación, donde llamar, escribir mails y usar aplicaciones como Whatsapp son los usos principales, ya que si aumenta mucho el tamaño de la pantalla se hace difícil el uso con una mano.
Aquellos que queráis pantallas enormes tendréis que buscar desde las 4.7 a las 5.5 pulgadas, y los que queráis grandes desde las 4.2 a las 4.7 pulgadas. Por debajo de 4.2 tenemos opciones moderadas, y por debajo de 3.7 para aquellos que queráis una pantalla pequeña y manejable, aunque las 4″ del Samsung Galaxy S III Mini son un buen ejemplo de pantalla pequeña, y ya está en lo que hace sólo un año se consideraría grande.
El tamaño de la pantalla aumenta muy rápidamente, pero lo importante es que no vayamos a mayor tamaño por pensar que es mejor, ya que no es necesario y podemos equivocarnos a la hora de elegir. Recuerda que no todo es vistosidad, también necesitamos manejabilidad.
La cámara
Este punto es importantísimo. La cámara de un móvil lo encarece muchísimo, y aunque encontremos ahora una en casi cualquiera, su calidad hará que el precio final del dispositivo cambie por completo. Por lo tanto, tenemos que pensar si realmente necesitamos o no una cámara de altas prestaciones o no vamos a usar el teléfono para hacer fotografías. En ningún momento un móvil sustituye a una buena cámara, pero sí que a muchos nos gusta que desde este podamos hacer buenas fotos.
Recuerda que los megapíxeles no lo son todo, y una cámara de 5 Mpx puede ser mejor que una de 8 Mpx, y una de 12 Mpx no tiene que ser la mejor del mercado. Los Mpx sólo hablan de la resolución a la que el sensor es capaz de tomar una imagen, pero no nos habla de su calidad, y existe mucha circuitería y filtros de por medio que afectan directamente a la calidad, así como la lente, que de no cuidarse podría estropear completamente el buen funcionamiento de un sensor.
Así pues lo que tenemos que hacer es pensar primero en si necesitamos una cámara buena o no. En caso de no necesitarla, cualquiera de 5 Mpx o inferior nos servirá, ya que empieza a ser el estándar y es raro encontrar muy por debajo. Luego podemos buscar la calidad de las cámaras que montan, y según ello podremos empezar a encontrar precios más o menos bajos.
Si en cambio queremos una cámara de calidad, seguramente nos toque pagar bastante dinero, ya que las buenas siempre van destinadas a móviles de gama alta. Un buen consejo si quieres una gran cámara pero no un móvil de gama alta es que eches un vistazo a Sony, ya que son conocidos por la alta calidad de sus cámaras, y suelen usarlas también para la gama media, por lo que seguramente sea el mejor punto de inicio para un usuario que busca estas necesidades.
La gran diferencia suele estar entre las buenas cámaras y el resto. Es decir, si salimos de las mejores, el resto son muy parecidas, aunque sí es verdad que hay algunas realmente malas.
Las actualizaciones
Cuando uno entra en el mundo Android empieza a ser más consciente del tema de las actualizaciones. Cada cierto tiempo, aproximadamente un año, Google libera una nueva versión de su sistema operativo móvil. Por lo general siempre trae novedades, pero muchas de ellas son sólo curiosidades, ya que son llamativas pero no todos vamos a sacarles partido.
Conviene hacer un poco de investigación sobre el funcionamiento del fabricante al que estemos pensando en comprar el teléfono con las actualizaciones y lo puntual que suele ser. Especialmente interesante es mirar si suele actualizar la gama baja y media, ya que son las que más abandonadas se suelen dejar.
Aunque no sea primordial tener siempre la última actualización, sí es interesante ya que suelen ayudar a mejorar el rendimiento del teléfono, y buscar los fabricantes que mejor se portan en este sentido puede marcar la diferencia.
Cuéntanos tus trucos y prioridades a la hora de elegir un nuevo teléfono.