Que a Apple no le gusta en absoluto tener a Google como competidor directo es un hecho. Desde que un tal Steve Jobs definió Android como un «producto robado», los abogados de ambas partes no han parado de mandar demandas de un lado a otro. Sin embargo, hasta ahora ambas compañías se han contenido, al menos lo suficiente como para no obliterarse la una a la otra. Ya que en EEUU los fallos jurídicos sientan precedente, un fallo a favor de una o de otra podría cambiar el panorama del mercado como un escenario salido de la peor pesadilla post-nuclear.
Por todo esto, Apple nunca ha atacado directamente a Google, sino que siempre lo ha hecho a través de otras compañías como Samsung, que como el fabricante mas importante de dispositivos Android del mundo, ha recibido los ataques judiciales contínuos de la compañía de Cupertino. Sin embargo, parece que Apple, o al menos sus abogados, se está envalentonando, ya que acaba de lanzar unos ataques que son mucho mas cercanos a Google que los anteriores. Específicamente, estamos hablando de dos casos muy importantes, tanto para el mercado como para el futuro de Android.
En el primero de los casos, Apple ha recusado la actuación de Google en un caso contra Samsung que podría acabar con la prohibición de la venta de varios dispositivos. Para evitar que esa prohibición entrase en efecto, Google usó una figura jurídica conocida como «amicus curiae» o «amigo del jurado», que se supone que debe ser una parte independiente que aporta información, en este caso información que podría convencer al juez a que paralice el proceso. Esto no le ha sentado bien a Apple, ya que cree que como creador del sistema operativo que usan los dispositivos de Samsung, es una parte del proceso y por lo tanto no tiene la protección que le otorga amicus curiae.
El segundo caso ocurre en tierras europeas, y afecta a las patentes que tiene Motorola. Como sabemos, Google compró Motorola, y con ella sus patentes, pero antes de que se finalizase el acuerdo esta compañía tenía varios casos pendientes con Apple. La diferencia es que ahora lo que haga y los castigos que reciba Motorola también los recibe Google. Ya pasó el año pasado cuando Google fue obligada a compartir el proceso de desarrollo de Android con Apple por culpa de un caso pendiente de Motorola. Ahora es la Unión Europea la que acusa a Motorola de abuso de posición dominante al acusar a Apple de vulnerar sus patentes sobre 3G.
La conclusión a la que se puede llegar ante todo este jaleo es que los contendientes se están quitando los guantes, y que los siguientes golpes van a doler. De hecho, por primera vez Apple ha considerado a Google como un «adversario» en un documento jurídico. Esto bien puede significar que las recientes victorias contra Samsung y Motorola está proporcionándole una base muy estable para la inevitable batalla final.
Desde fuera solo podemos mirar con curiosidad y con algo de miedo las decisiones de los jueces. En sus manos está el destino del mercado de dispositivos móviles tal y como lo conocemos.