¿Cuál es la razón por la que los desarrolladores prefieran un sistema a otro? Evidentemente, no hay un solo motivo, sino que son varios los que son puestos en la balanza a la hora de decidir dónde invertir el tiempo de desarrollo (y por tanto el dinero). Hay quien podría decir que para tener éxito hace falta estar en el mercado de las apps, y la verdad es que en principio los datos lo corroboran. Tanto Google Play como la App Store de Apple están llenas de historias de éxito a partir de la nada, pero también hay muchas apps olvidadas en un rincón. Otros como Mozilla creen que la web es la respuesta, y por eso su sistema está enteramente basado en dar un espacio para que las aplicaciones web puedan ofrecer todo lo que puedan.
Luego están los sistemas mas cerrados, como las consolas, que desde hace una generación están intentando quitarse el tópico de encima de que solo sirven para jugar, incluso cambiándose el nombre a «centros de entretenimiento». Ahora las consolas pueden navegar por internet, ofrecer chat con nuestros amigos e instalar apps. El problema es que, aparte de los propios fabricantes de los sistemas, nadie quiere programar software para ellos.
Un problema como este tiene Nintendo. Su nuevo sistema Wii U no está teniendo el éxito de su antecesora (en buena parte por culpa de un nombre tan estúpido), y ahora se encuentra con que nadie quiere hacer uso de su sistema con pantalla táctil en el mando y conexión a Internet. Y es entonces cuando la compañía japonesa ha mirado el panorama, y se ha dado cuenta de que las apps para smartphone están triunfando.
Por eso el último plan de Nintendo para atraer a estos desarrolladores es ofrecer un sistema de conversión de aplicaciones, para que los programadores tengan que hacer el mínimo trabajo posible pasando apps para smartphones y tablets a la Wii U. Entre estos desarrolladores, por supuesto están aquellos que trabajan habitualmente para sistemas Android.
Esta extraña seducción cobra sentido cuando vemos las cifras de ventas, pero rezuma a desesperación. Es posible que al atraer a algunos desarrolladores móviles el catálogo de Wii U mejore un poco, pero Nintendo debería haber tomado muchas notas del mercado móvil, y de Android especialmente, antes de tomar esta decisión. Google ha tardado años en convertir su sistema operativo en una plataforma atractiva a los desarrolladores, y poner una pantalla táctil y ofrecer un programa de conversión de software no va a hacer que Nintendo se salte todos esos años.
Por otro lado, está Microsoft, que con su Xbox One pretende hacer pasar un ordenador con Windows como consola, y para el que las apps serán igualmente importantes. En su caso, prefiere conseguirlas a través de acuerdos exclusivos o directamente desarrollándola ella misma, pero esa no es la solución. No, los tiempos han cambiado. Y si aún no has cambiado con ellos, estás poco menos que muerto para la industria.