Cámaras y Smartphones, de la mano hacia la innovación
Hace no muchos años nos atrevíamos a afirmar sin ningún tipo de miramientos que la cámara en un móvil no nos importaba, para hacer fotos ya estaba nuestra compacta. Pero esto ha ido cambiando a mucha velocidad, y a estas alturas del partido ya tenemos smartphones con cámaras de 8 y 12 Megapíxeles, que con el auge de las redes sociales dedicadas a la fotografía han impulsado el uso de este tipo de tecnología.
Las cámaras en el móvil han evolucionado mucho, y han cambiado la forma en la que hacemos y compartimos fotografías. Tanto es así que hoy el presidente de Nikon, Makoto Kimura, ha confesado que con la pérdida de usuarios de cámaras compactas en favor de teléfonos móviles hay que buscar nuevas líneas de negocio, y ha anunciado que ya hay un equipo en la compañía buscando una nueva rama que cubra las necesidades actuales, aunque el plazo contemplado de 5 años para ello parece demasiado largo.
Pero no sólo es la sangría de usuarios que dejan de usar compactas y se quedan con el smartphone como herramienta única de fotografía, si no que nuevas ideas en el mundo de las smart cameras empiezan a poblar un panorama cada vez más variopinto. Dispositivos como la NX300 de Samsung permiten pasar por WiFi Direct las fotografías que hacemos al móvil en unos segundos pulsando sólo un botón, desde donde podemos después compartir imágenes de mucha más calidad en nuestras redes sociales.
Las cámaras están ayudando a la innovación del mundo de los smartphones, y cada vez iremos viendo nuevas ideas que lleven a estos teléfonos inteligentes en una dirección más interesante. Al principio puede que no nos parezca necesario, como ocurrió con las primeras cámaras que llegaron a teléfonos móviles, pero con el tiempo iremos demandando estas funcionalidades. No todo son núcleos, memoria RAM y tamaño de pantalla, es necesario innovar en otros aspectos, y la cámara parece uno muy necesario (ojalá pronto se centren también en las baterías).
Un posible error podría ser que se siga con las cámaras el mismo camino citado en el párrafo anterior, haciendo un paralelismo con el aumento de núcleos en procesadores, y se limiten a aumentar cada vez más la resolución del sensor, vendiendo como innovación cámaras de 15Mpx, 18Mpx y 21Mpx. Recordemos que aumentar resolución no es igual aumentar calidad. Los sensores tienen un tamaño determinado, y a partir de una resolución determinada el efecto puede ser contrario y hacer que se pierda calidad, especialmente con condiciones de poca luminosidad.
En este sentido HTC ha hecho el primer intento de innovación con el One y sus comercialmente bautizados UltraPixel. Aunque no hemos notado una gran mejora, la idea está ahí, y es no limitarse a poner más y más píxeles, si no en crear nuevas tecnologías que, con el espacio disponible, ayuden a mejorar la calidad de las cámaras de los smartphones. Esperemos que lleguen cada vez más novedades en el campo de la tecnología de sensores, que es una de las claves, y se cuenta con un amplio conocimiento del mundo en las compactas y réflex digitales.
Otro aspecto a mejorar es, sin lugar a dudas, las lentes. Un sensor no es nada sin su lente, que al fin y al cabo es la encargada de focalizar y enfocar la luz en este pequeño chip encargado de pasarlo a electrones que la circuitería interna y pantalla transforman en imágenes. La mayor limitación aquí es el espacio, muy limitado. Pero otra vez, en la innovación y capacidad de crear algo nuevo está el secreto, y aquél fabricante que decida apostar por ello y crear algo diferente se llevará el gato al agua.
Hay mucho camino por recorrer aquí, y con fabricantes tan grandes como Nikon aceptando la batalla de la compacta contra el smarthpone casi perdida, se allana el sendero para la innovación y la creación de nuevas tecnologías. Estoy seguro que en los próximos años veremos cosas muy interesantes en las cámaras de los smartphones.