Cuando llegó la versión de Android Ice Cream sandwich 4.0, una de las cosas que más llamaron la atención fue una nueva forma de desbloquear el móvil, mitad tecnología innovadora, y mitad efecto wow -mira lo que hace mi superteléfono- El desbloqueo facial
La oscura historia del desbloqueo facial
Nada más presentarse la gente empezó a detectar que con una luz y foto adecuadas, a veces podías burlar este nuevo patrón de seguridad que Google había incorporado. También hubo quien quiso ver esto como un salvoconducto o vía de escape ante las por entonces (más que ahora) cruentas batallas legales que Google se traía con Apple por el gesto de desbloqueo. Todo se olvidó o difuminó en el tiempo, quedando la opción de desbloqueo facial como una feature que prácticamente nadie usa, al menos que yo conozca.
Con la llegada de Jelly Bean 4.1, Google quiso mejorar la función de desbloqueo, añadiendo entre otros, la posibilidad de que el sistema reconociera nuestra cara en más situaciones, con gafas o sin ellas, afeitados o no por ejemplo, y también la opción de tener que parpadear para que el desbloqueo se completase, en definitiva mejorándole, añadiéndole seguridad y velocidad a la hora de reconocer nuestro rostro. Pasó una vez más, sin pena ni gloria y la gente siguió con el gesto de deslizar, un PIN o como mucho el famoso patrón dibujado de desbloqueo.
Nada ha cambiado, pero si el entorno
Con Android 4.2 y Android 4.3 nada ha cambiado, quizás el mejor rendimiento del sistema en velocidad y reactividad en Android 4.3 con los Nexus, ha hecho que el proceso de desbloqueo apenas dure medio segundo, (de ahí que en la imagen de cabecera de este artículo me tape la cara para que me diera tiempo a tomar la captura) pero nada más, salvo una cosa, el entorno y la importancia del smartphone, eso si ha cambiado y es la razón por la que quiero refrescar esta función de Android.
El smartphone es cada día que pasa un elemento más imprescindible de nuestras vidas. Mucho más allá que un elemento de comunicación, no sólo telefónica, si no a través de mensajería y redes sociales, si no también una herramienta de trabajo en muchísimos casos, un gadget que sirve como complemento de ocio para escuchar música, ver vídeos, hacer fotos, y esto último con especial importancia, son prácticamente cámaras de fotos completas para un usuario básico. Como GPS deportivo, estación meteorológica básica y así cientos de funciones, casi tantas como apps. Y además estamos más cerca que nunca de hacer real esa quimera de pagar con nuestro smartphone como si fuera una tarjeta de débito.
En ese pequeño aparato está nuestra privacidad, incluso nuestra identidad, la parte digital de nuestras vidas.
Google ha presentado ya sus propio sistema de recuperación, bloqueo y localización de android a distancia. Así, si nos roban el teléfono podremos localizarlo, bloquearlo borrándolo o hacer una señal acústica por si sólo lo hemos perdido. Antes esto se podía hacer con muchas otras aplicaciones, pero era francamente imprescindible que Android tuviera esta función nativamente, como digo, es un asunto serio nuestro smartphone, y no sólo una pérdida material.
Con la llegada del Moto X, muchas cosas van a cambiar o al menos van a evolucionar con mayor rapidez, y es la relación con nuestro smartphone, cada vez más directa, íntima, prácticamente de dependencia (no en el mal sentido, la robótica nos facilita la vida) Un asistente que sabe de nosotros y nos conoce, y si vale la redundancia y guiño, un pequeño androide a nuestro servicio
Con este panorama y dado que la función ha mejorado bastante desde Android 4.0 recomiendo mucho este sistema de desbloqueo. Quizá para quien no tenga ningún tipo de seguridad sólo al de deslizar, se pueda hacer algo pesado, pero para nada más que meter un PIN o un patrón de desbloqueo, sistemas mucho más lentos que el desbloqueo facial.
Dadle otra oportunidad, y empezad a proteger vuestros teléfonos, cada día son más importantes. Sea con este sistema o con otros