La red social del pájaro azul ha crecido mucho en los últimos años, ha llegado a revolucionar la forma de comunicarnos, de informarnos, e incluso ha creado puestos de trabajo. Saben que son importantes y como siempre ocurre, cuando te dan poder, haces tonterías con él. En el caso de Twitter, ha tomado decisiones un poco extrañas en el último año, controvertidas, pero sobre todo ha sido muy tocapelotas con las aplicaciones de terceras partes. ¿No sería mejor centrarse en su app y mejorarla?
Sé que muchos de vosotros partiréis de la idea de que en realidad el cliente oficial de Twitter es bueno, ya que muchos lo usáis y no necesitáis un cliente alternativo. En realidad es suficientemente bueno. Punto. Tiene algunos fallos tontos, características que no lanzan, posibilidades que no aprovechan… Pero dejan que los demás las aprovechen, pero sólo hasta cierto punto.
El caso más sonado es el de Falcon Pro. El cliente que hizo Joaquim Vergès es tan bueno que superó rápidamente el límite de 100.000 tokens (y por tanto, 100.000 usuarios) en muy poco tiempo. Precisamente esa limitación en su API, que es efectiva desde agosto del año pasado es el centro de mi artículo-protesta.
Esta es fácil de responder: porque no quieren que usen otra app que no sea la tuya. Es lógico, tu servicio, tus reglas. Pero en realidad, que usen apps que no son tuyas pero que si utilizan tu servicio no tiene por qué ser malo para Twitter, si no seguramente bueno. Pero claro, en el caso de Falcon Pro y de otras tantas apps de pago, el problema es que alguien gana dinero con ellas. Y eso sí que no.
2) ¿Por qué los que tenían más de 100.000 usuarios ya por aquel entonces pueden tener un límite del doble de usuarios de los que tenían?
Esta parte de la decisión es la que me parece más curiosa. Si un cliente externo tenía una base de usuarios importante, entonces no tenían que ser 100.000. Ejemplo: si Seesmic tenía 400.000 usuarios en agosto de 2012, su límite se pone en 800.000. No lo entiendo, favorecer a las apps más antiguas y no dejar que nuevos desarrolladores con nuevas ideas puedan hacer una app mejor. O todos o nada, pero ¿estas medias tintas a qué vienen?
Este tipo de decisiones, aunque legítimas, no tienen mucho sentido, pues lo único que haces es que la gente empiece a verte como una multinacional malvada más. Si no fuera por estas apps, seguramente, tu servicio no habría crecido tanto y como en todo en la vida, hay ciclos. Las apps antiguas dejan paso a otras nuevas (es precisamente lo que pasa históricamente con los clientes de Twitter) y lo necesita tu servicio, porque si no, siempre será más de lo mismo.
La compra de Tweetdeck hizo que Twitter pensara que ya lo tenía todo controlado. Recuperas un montón de usuarios del cliente más concurrido y la característica que te faltaba (programación de tweets), y échate a dormir. Pese a que recientemente han actualizado la app, todavía queda mucho por hacer. Por ejemplo, el widget. ¿Es de broma? ¿Un tweet solo? ¿Y eso para qué vale? O algo más sangrante, las notificaciones, casi siempre a destiempo (si tenéis un cliente de terceros y el oficial instalado veréis la diferencia, que puede ser hasta de horas).
Twitter tiene que dejar de poner trabas a pequeños desarrolladores individuales, que sí, están ganando algo de dinero «a su costa», pero que les reporta beneficios en el fondo (dado que igualmente ellos no les iban a cobrar), y centrarse en mejorar su producto y su servicio. Espero que el hecho de que hayan abierto un canal beta para los testers que quieran probar nuevas características antes de que salgan a la luz sea una señal de que están por cambiar.
¿Vosotros qué opináis? ¿Hacen bien con estas decisiones? ¿Son pequeños ataques de poder? ¿Tiene pinta de que van a mejorar las cosas?