Ya hemos hablado sobre la programación en Android, así como sitios que nos pueden facilitar la tarea de programador. Ya hemos tenido esa idea y nos hemos aventurado a llevarla a cabo y publicarla en Google Play.
Pero, ¿y ahora qué? Es hora de sacar partido a nuestra aplicación. Es hora de rentabilizar ese trabajo que hemos hecho (si queremos, claro). Es hora de monetizar la aplicación.
Para ello, hay varios modelos de negocio posibles para sacar beneficio económico a nuestra aplicación, y en parte el éxito o fracaso dependerá de elegir la opción correcta para nuestro tipo de aplicación.
Gratuita con anuncios
Esta es, posiblemente, la forma más sencilla de obtener beneficios, pues una aplicación gratuita siempre será atractiva para el usuario. Sin embargo, no será el modo más eficaz de rentabilizar las ganancias, ya que sólo ganaremos dinero cuando el usuario interactúe con uno de los anuncios. En este sistema, para ganar mucho dinero, necesitaremos tener un buen porcentaje de anuncios visitados con respecto a los mostrados (CTR). En pequeños anuncios se habla de que el CTR está en torno al 1%.
Pero, ¿realmente se gana dinero con este formato? Ganar un poco de dinero puede ser relativamente sencillo, pero ganar algo más mensual será más complicado. Por ejemplo, tan sólo el 1% de las aplicaciones consiguen unas tasas de más de 1000€ mensuales.
Hay otros tipos de publicidad que podemos incluir, como es la publicidad a pantalla completa entre secciones diferentes de la aplicación. En este caso, el CTR será hasta del 5%, algo mayor. En este caso, sí que se puede sacar algo más de dinero, dado exclusivamente el incremento del CTR.
Siguiendo con esta línea, podemos hacer aún más atractivo el anuncio con banners interactivos, que incluso soliciten al usuario responder a alguna pregunta o que participen de algún modo.
Pero todo esto hay que analizarlo muy bien, y es que debemos saber dónde poner la publicidad para que se vea lo suficiente, sin saturar al usuario: hay que saber equilibrar la maximización de la prominencia de los anuncios evitando la irritación por intrusismo a sus usuarios.
¿Con quién mostrar los anuncios? Hay un gran número de plataformas diferentes de publicidad. La oferta de Google es AdMob, pero hay otras tales como InMobi, Millennial Media o TapJoy, entre otras.
Freemium
Si echamos un vistazo a Google Play, veremos que la mayoría de las aplicaciones con más taquilleras son gratuitas. Pero, ¿cómo es esto posible? La respuesta es bien sencilla: las aplicaciones son gratis para descargar y utilizar, pero ofrecen compras que cuestan dinero real. Desde comprar niveles adicionales, a vidas, monedas virtuales… Es todo un mundo lo que se puede comprar. Todo dependerá de nuestra imaginación.
De hecho, el modelo Freemium es el modelo más exitoso y puede generar cantidades mucho más grandes de ingresos que los anuncios en la aplicación. Sin embargo, cuesta más trabajo implementarlo. El programador necesitará invertir dinero no sólo en la aplicación, sino en la definición de los objetos a comprar en Google Play. Pero el éxito de este modelo radica en que los usuarios son más propensos a gastar dinero en la aplicación una vez que la experiencia de usuario les ha gustado tras utilizarla de forma gratuita.
Pero el riesgo de este modelo está especialmente en los juegos: si hacemos una aplicación gratuita para jugar, pero imposible de terminar sin pagar, puede provocar frustación en los usuarios. Por eso, la clave de este modelo radicará en generar compras atractivas.
De pago
A pesar del éxito del modelo Freemium, los usuarios de Android también compran aplicaciones. El ejemplo perfecto es Minecraft, uno de los juegos con más recaudación.
Pero ¿cuál es el riesgo en esta plataforma? Conseguir introducir un producto desconocido al usuario hasta tal punto que esté dispuesto a desprenderse de dinero por el mismo. Entre estas técnicas de marketing están la publicidad, o la versión lite de la aplicación, a modo de demo.
Pero en este aspecto, Google presenta una limitación: una aplicación que publicamos como de pago, siempre tendrá un precio sin poder llegar a ser gratis.
Combinación de tácticas
Todas las técnicas anteriores no son excluyentes entre sí. Hay, por ejemplo, aplicaciones que ofrecen una compra en la aplicación para eliminar la publicidad. Sin embargo, este tipo de estilos suelen perjudicar a la aplicación, debido a los comentarios de los usuarios. Normalmente las compras con contenido extra suelen resistir a la crítica.
Un ejemplo es Spiderman, que ha tenido entre 50.000 y 100.000 descargas, quizá consecuencia de un alto precio para comprar la aplicación y que, además, tiene compras dentro de la aplicación.
Otras opciones pueden ser la suscripción a servicios, al estilo Spotify o el Merchandising como en el caso de Angry Birds. Dos opciones que inicialmente están vetadas a la mayoría de aplicaciones pero que gracias a un buen trabajo de diseño, marketing y un golpe de suerte se pueden llegar a convertirse en una opción viable.
Conclusiones
Todo aquel que quiera poder vivir del desarrollo de aplicaciones deberá optimizar la monetización de las mismas y para ello no sólo deberemos elegir correctamente la forma de rentabilizarla, sino saber darle la popularidad necesaria. Para ello, la clave es que nuestra aplicación sea atractiva y original. Sin eso no tenemos nada, pero a pesar de eso podríamos fracasar si el sistema de monetización es escogido erróneamente. ¿Con qué sistema te quedas tú?
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