Android domina en todo el mundo, eso es algo indiscutible a día de hoy: casi 9 de cada 10 teléfonos cuentan con el androide como sistema operativo, 85% de cuota de mercado alcanzada… pero al hablar de Android se nos viene a la cabeza, irremediablemente, a la gran G que tiene detrás desarrollando y haciendo que avance de cierta manera.
Sin embargo, y aunque Google haya ganado esa batalla de cuota de mercado por el momento, viene otro problema que se suma a la ya casi-olvidada fragmentación entre versiones del sistema operativo: el aumento del Android que no se encuentra bajo el control de Google.
Las diferentes variantes de Android
Enrique Pérez, allá a principios de mayo, nos hizo un genial resumen de todas las versiones existentes para Android. En este caso nos toca diferenciar entre Android OHA (Open Handset Alliance, que serían todos esos Android que cuentan con los servicios de Google y juegan con sus reglas) y Android AOSP (Android sin aditivos de Google y mucho más libre), dos variantes de Android diferentes pero que se tocan en muchos casos.
Sabiendo todo esto y donde colocar las líneas divisorias, entramos en materia: el gran problema al que se tiene que enfrentar Google ahora es al del aumento de AOSP junto al de los llamados forks, porque en el último trimestre han conseguido hacerse con un 20% de todo el mercado de smartphones. Es lo que podéis ver en la gráfica como AOSP, y no se han hecho con precisamente poco comparando el porcentaje con el resto de sistemas.
En la mayoría de las gráficas Android es todo junto, y en esa batalla Google parece ir estupendamente si lo comparamos con sus rivales (Apple, Microsoft, RIM…). Pero, ese 20% que alcanza AOSP esta completamente fuera de su alcance: Google no vende teléfonos, vende servicios a las compañías que utilizan Android en sus dispositivos, y los Android AOSP suponen un problema en el sentido de que no están construidos alrededor de los servicios de Google (como sí que lo están los OHA).
¿Y de donde sale tanto Android AOSP, os preguntaréis? Básicamente, apartando los forks como el de Amazon con sus Kindle o el de Nokia con su gama X, Asia es la casa de todos estos dispositivos: es en países emergentes como China e India donde se nota la expansión de AOSP, dado que es donde la mitad de los cargamentos de Android van y AOSP suele ir enfocado a dispositivos de bajo coste, algo casi obligatorio al hablar de este tipo de mercados.
¿Y por que es tan importante para Google competir en este mercado, si la gente gasta mucho menos que en otros más desarrollados? Además de suponer una gran parte del porcentaje total, la experiencia de estos posibles primerizos en esto de los Smartphones se esta haciendo sin involucrar a Google como lo estaría en un dispositivo Android OHA, algo que a los norteamericanos les interesa mucho para hacer a más gente dependiente de lo que vende Google.
La respuesta de Google: Android One
Después de todas estas preguntas y respuestas, sólo queda saber si Google esta haciendo algo al respecto. Pues precisamente Android One es la respuesta de Google a la expansión de AOSP en todos estos mercados emergentes: dispositivos en el rango de los 100 dólares enfocados en los servicios de Google, buscando competir con todo ese mercado de Android AOSP que gana gracias a los bajos precios.
Por el momento esta amenaza que supone AOSP para Google sólo se esta desarrollando en los mercados emergentes, pero pensad que fabricantes como Xiaomi ya se están extendiendo a un ritmo sorprendente por todo el mundo. ¿Cuanto tiempo puede faltar hasta que AOSP intente atacar a Google donde ya esta asentado, si es que lo termina haciendo? Las cosas pintan interesantes, merece la pena estar atentos.
Vía | The Next Web