Todos lo hemos visto alguna vez, en el metro, en una sala de espera, en un restaurante… un padre y un niño (o peor, niños) que empiezan a aburrise con el peligro de convertirse en un arma de molestia masiva. Entonces el progenitor desenfunda el móvil como si de un revolver se tratase y el niño queda silenciado.
Un repaso por el top de aplicaciones más descargadas deja claro que esta es una estrategia muy seguida por los padres en momentos de Def Con 1. «Se lo doy para que no me moleste», explica una madre de cuatro niñas, la mayor de seis años. Y funciona, muchos padres obtienen unos valiosos minutos de respiro, pero a cambio pueden estar creando un monstruo.
El día que tu móvil deja de ser tuyo: es de los niños
Se empieza dejando al crío algún juego que ya tienes instalado y al final acabas descargando Pou, Talking Tom o centenares de aplicaciones de Bob Esponja o Pepa Pig. En ese momento eres hombre muerto, o mejor dicho, batería muerta. Ese móvil que orgullosamente llegaba con un 30% de batería ahora agoniza por debajo del 20 a la hora de la merienda, obligándote a mendigar enchufes o a vivir con una batería externa en el bolsillo.
Poco a poco, el móvil deja de pertenecer al padre y pasa a ser del hijo, que de vez en cuando permite que el padre haga alguna llamada de vez en cuando, cada vez más juegos en la pantalla principal, canales infantiles de YouTube… el progenitor, cautivo y desarmado, se ha quedado sin smartphone.
El móvil en manos del niño puede traerte problemas
Probablemente lo mejor que se puede hacer para evitar esta situación es no permitirla en un primer lugar. El teléfono es algo para los mayores y no para los niños, juguetes adecuados para su edad quizá sean un entretenimiento mucho más adecuado para un niño que el teléfono del padre.
Además puede tener complicaciones en forma de mensajes enviados de forma involuntaria -y si no que se lo digan al azote del empleo español a la ministra de Empleo Fátima Báñez-, o incluso de importantes cobros en forma de compras in-app.
Sin embargo, esto puede ser más fácil de decir que de aplicar. Si ya has cedido a las peticiones de tu hijo, es muy importante asegurarte de que este no tiene la contraseña para realizar pagos. También habría que revisar los ajustes de los juegos que descargas para tus hijos para que estos no bombardeen las redes sociales con puntuaciones o mensajes similares.
De hecho, lo ideal sería la posibilidad que nos ofrece Lollipop de crear diversos perfiles en nuestro teléfono para mantener totalmente separada la zona del niño y así evitar problemas mayores.
Google adecúa sus contenidos para los pequeños
El teléfono es una ventana al mundo y en el mundo hay cosas que un niño no debería ver. Por eso es importante monitorizar bien qué hacen los niños con el teléfono, no sólo por evitarte problemas, sino por evitar que el niño llegue a contenidos inadecuados, sin ser tampoco excesivamente controladores.
Google anunció hace unas semanas que está trabajando en versiones infantiles de Chrome y de YouTube que ofrecerá a los padres una serie de herramientas para controlar el contenido que visitan sus hijos. Estas versiones estarán disponibles en 2015.
Estas versiones serán especialmente útiles con la llegada de las tecnología a la enseñanza. Finlandia, uno de los modelos más avanzados de educación, anunció recientemente que a partir de ahora daría mucha más importancia a la escritura mecanografiada que a la manual, por lo que es seguro que en los próximos años los más pequeños estarán cada vez más y más sumergidos en la tecnología, por lo que ofrecerles una interfaz ajustado a lo que ellos necesitan será fundamental.
Centenares de aplicaciones infantiles en Play Store
De hecho, en Play Store ya podemos encontrar alguna aplicación que nos facilitará la vida en este sentido. Un buen ejemplo es HomeTube, una aplicación que filtra el contenido de Youtube para que los más pequeños no tengan acceso al contenido más adulto.
Play Store tiene una buena cantidad de aplicaciones dirigidas a un público infantil de carácter educativo. Muy pocos niños querrán hacer matemáticas por diversión, pero juegos como Ten Monkeys Multiplication o Matemáticas Wombi pueden ayudarte a engañarle un rato y que, casi sin quererlo, se aprenda las tablas de multiplicar. Si engañar a tu hijo no es tan fácil, también puedes encontrar aplicaciones del clásico pinta y colorea, ya sea protagonizado por los personajes Disney o por el gran Mr Bean.
Juegos como Cut the Robe son ideales para tener a los niños entretenidos un rato obligándoles a usar su inteligencia para resolver puzzles. Otros tipo de juegos adecuados para calmar las fieras son los típicos «runners«, juegos infinitos en los que el jugador debe ir evitando obstáculos hasta que cometa un fallo. Si tus hijos son tan fans de los Minions de Gru como este redactor, Minion Rush seguro que los tiene entretenidos un buen rato detrás de la banana.
Tabletas para niños: una gran opción
Otra opción para evitar que los niños se hagan con el control total y absoluto de tu smartphone es comprarles una tableta preparada expresamente para ser usada por los pequeños, existe una buena oferta de tabletas Android de este tipo. Samsung lanzó la Galaxy Tab3 Kids, una versión de su tableta con una interfaz adecuada y una tienda de aplicaciones infantiles, a parte de Play Store.
Otra buena opción es la tableta de Clan TV, disponible por 149,99€, que nos llega de la mano de Televisión Española que corre sobre Android KitKat y evidentemente incluye las aplicaciones del canal infantil preinstaladas de serie. Imaginarium también nos ofrece su propia tablet, Superpaquito, que además podemos encontrar en su web por 199€, 100€ menos de su coste habitual, y con su propia tienda de aplicaciones, la Superpaquito Land.
El teléfono que calmaba las fieras
Los niños cada vez están más adecuados a la tecnología y cada vez lo estarán más, y es importante que la conozcan y que se acostumbren a interactuar con ella. Eso no quiere decir, sin embargo, que debamos darle acceso total a nuestros ordenadores, smartphones y tabletas.
Es importante controlar qué hacen con ellos y ofrecerles un entorno que les facilite el uso y les proteja mientras acceden a Internet es muy importante. Y sobre todo, que el teléfono del padre no sea la única vía para entretener al niño, que sea sólo el último recurso cuando la bomba esté a punto de estallar.
¿Vosotros dejáis que vuestros hijos jueguen con vuestros móviles? ¿Controláis lo que hacen con ellos? ¿Les habéis comprado algún dispositivo especialmente para ellos?