La marca china cada vez apunta más alto, y no es sin ninguna razón: el Mi Note ha marcado un verdadero punto de inflexión, estableciendo una madurez en la evolución de Xiaomi. Si las cosas van bien para la compañía de Hugo Barra, a Xiaomi le espera una buen futuro.

Xiaomi ha conseguido convertirse en una de las empresas de tecnología más importantes del mundo, y sólo han necesitado unos cuatro años para conseguir ponerse donde están. Son el tercer jugador en el mercado global de smartphones, y han sido capaces de colocar 60 millones de dispositivos sólo en el 2014. Sólo Samsung y Apple pueden hacer sombra a la gigante china, incluso sin haber salido de las fronteras que marca el continente asiático, por lo menos de manera oficial.

Xiaomi ha presentado hace nada un nuevo dispositivo que no ha dejado indiferente a nadie, el Mi Note y Mi Note Pro. Dos phablets bastante competentes sobre el papel, que pueden gustarnos más o menos (para gustos los colores), pero que en realidad revelan algo más profundo: que Xiaomi ha alcanzado una madurez que venían persiguiendo desde hace mucho, y que la evolución de Xiaomi puede depararnos cosas muy buenas.

Pasado: un crecimiento rápido y agresivo

Cualquiera diría a día de hoy que Xiaomi empezó siendo una simple ROM: MIUI es una de las ROMs para Android más clásicas de la comunidad, y es uno de los signos de distinción de todos los modelos de Xiaomi con Android. Empezó siéndolo con el Mi 1, allá por agosto de 2010, y sigue siéndolo en los últimos Mi Note, ofreciendo una experiencia alternativa a todos aquellos que no les guste la apariencia clásica de Android.

Después de ese primer smartphone fueron viniendo más y más dispositivos, todo caracterizado por su modelo de negocio, diferente a lo que estamos acostumbrados los europeos y americanos: precios casi para cubrir gastos, productos extra en forma de accesorios para completar el ecosistema, y distribución basada en Internet sin confiar en los medios de publicidad habituales.

Gracias a esa política de precios agresivos, buena experiencia de Android y especificaciones muy decentes, Xiaomi ha ido creciendo y creciendo en todo el mundo, sin siquiera tener que salir de su país natal de forma oficial hasta hace relativamente poco. El aprendizaje de los chinos ha sido rápido y efectivo gracias a figuras como Hugo Barra, y ya podemos ver los resultados en las estadísticas.

Hace cinco años, nadie nos creería si afirmamos que una empresa china desconocida conseguiría tomarse una grandísima porción del mercado mundial de móviles. A día de hoy sólo nos tenemos que remitir a los datos: 1.3 millones de smartphones vendidos en 12 horas, ha conseguido superar a Apple en algunos números, y ya son el segundo fabricante de Android más grande del mundo. Y la comunidad de Xiaomi es una de las más fuertes del ecosistema Android, algo de lo que no pueden presumir muchos.

Presente: líderes en un punto de inflexión

El caso es que Xiaomi tiene un portfolio de importancia: empezaron con los dispositivos móviles, pero se han metido en campos en los que no parecían encajar para nada, e incluso se rumorea que lanzarán un coche hiperbarato. Pero, ¿qué es lo que tiene Xiaomi a día de hoy de manera oficial?

Como veis, es una lista considerable de lanzamientos, que se diversifica lo máximo posible con tal de alcanzar el mayor número de mercados, pero este último Mi Note es el que ha marcado un antes y un después en la saga de lanzamientos de Xiaomi. Y el motivo es claro y conciso: es el smartphone que ha marcado un punto de inflexión entre todos los smartphones de Xiaomi.

Este Xiaomi Mi Note ha conseguido algo muy bueno entre el público: no resultar indiferente a nadie, y opiniones bastante positivas en general. Incluso los más detractores con Xiaomi, y con Android en general, han dado opiniones bastante interesantes acerca de este nuevo Xiaomi Mi Note.

Y, precisamente, este es el punto de inflexión del que hablábamos: podríamos afirmar con seguridad que Xiaomi, por fin, ha madurado. El Xiaomi Mi Note ha sido el lanzamiento que han necesitado en la compañía de Lei Jun para terminar de hacerlo, y no podían haberlo hecho en un mejor momento.

Futuro: el favorito para dominar el mercado

Actualmente, Xiaomi vale unos 38.000 millones de euros, e incluso supone la inspiración de su propia tierra natal en lo que vienen a ser buenas ideas. Afirman que el diseño es uno de los puntos que más cuidan en sus dispositivos, y cada vez que presentan algo nuevo parece más y más cierto, aunque las comparaciones con otros fabricantes como Apple resultan inevitables.

Cada vez la marca china es más y más conocida entre el gran público, y eso aumentará en cuanto los planes de expansión lleguen al viejo continente y a los EEUU (en un par de años, según el mismo Hugo Barra). Sí, ahora mismo tenemos la importación, pero es una vía muy limitada para seguir creciendo, la evolución de Xiaomi no puede continuar eternamente por ese camino.

Parece inevitable que llegue el día en el que tendrán que apuntar más alto, y esto implique una expansión global con oficinas y ventas locales por todo el mundo. Los planes ya están allí, lo único que falta es que se consigan llevar a cabo con éxito. Además, una evolución internacional seguiría siendo compatible con su modelo de negocio de vender barato solo en Internet.

Lo que es seguro es que, si continúan con esa política de vender sus productos con buenas especificaciones y software a un precio casi de coste, y consiguen equilibrar la balanza con unos beneficios destacables, Xiaomi tiene un futuro muy brillante por delante.