Mi experiencia con un móvil chino MediaTek y Android 4.2 en 2015
Mi experiencia con un móvil chino MediaTek con Jelly Bean que no tiene actualizaciones.
6 febrero, 2015 17:51El mercado de la tecnología china es cada día más grande y más imparable, gracias a los precios tan competitivos que ofrecen. Uno de los campos en los que más se están haciendo notar es el de los smartphones, donde ofrecen terminales casi idénticos a los más famosos, pero por menos de la mitad de su precio. Yo soy una de esas personas que ha querido aventurarse y probar si es oro todo lo que reluce, y si hace lo mismo, ¿por qué pagar más? Aquí os traigo mi experiencia con un móvil chino MediaTek con Android 4.2.
Cómo y por qué
Fue hace poco más de un año cuando decidí renovar mi smartphone, un Sony con problemas de batería que había dado bastante de sí. Quería salir de la gama baja/media pero, como suele pasar, el presupuesto no acompañaba, y ante mí estaban las tentadoras ofertas de los teléfonos chinos.
Me dejé tentar, y busqué una marca con apoyo logístico en España y con unas buenas especificaciones. Me decanté por un Jiayu G4 Advance, el mejor teléfono de la compañía en ese momento. Pensé que al ser su buque insignia lo mimarían más que a ninguno. Y realmente así parecía en la web oficial española. Era increíble el grandísimo trabajo que estaban haciendo al adaptar y traducir la ROM china, e incluso con aplicación propia que facilitara a los usuarios españoles la instalación de ciertos programas y futuras actualizaciones.
Pero llegó la fatídica noticia. Nuevos modelos con mejores especificaciones saldrían para sustituir al anterior, quedando éste descatalogado. El principio del fin. Al poco tiempo anunciaron que solo actualizarían a Android 4.4 KitKat los modelos nuevos. Las esperanzas transmitidas por la web española quedaron en nada, y, aunque MediaTek por fin daba el paso para la liberación del código fuente de su kernel, nada más se dijo de nuevas actualizaciones.
Abandonado y solo, el Jiayu G4A quedó en el limbo, otro smartphone chino más de los muchos que hay en el mercado, incapaz de captar la atención de desarrolladores como los de XDA.
Un smartphone chino en propiedad
De fábrica, los smartphones chinos, como los de esta compañía, vienen con un GPS terriblemente malo, o terriblemente preparados para los satélites chinos, que no asoman por occidente ni por casualidad.
Esto significa que, si te gusta usarlo con Maps, para que te guíe hasta alguna localización; o con Runtastic, para que midas tus carreras; o incluso con Twitter, para recomendar algún local, ni se te ocurra recogerte uno. Hay muchas guías y aplicaciones que te ayudarán a mejorar su señal, pero nada oficial de parte de la compañía de tu teléfono.
Por otro lado, el teléfono venía ya rooteado, cosa que se agradece mucho. Ser root tiene muchas ventajas, y evitar que manos inexpertas hagan ese tipo de procesos supone menos envíos al servicio técnico, ¿no?
Vivir sin actualizaciones
Cuando no has disfrutado de algo difícilmente podrás echarlo de menos, pero, aunque estés acostumbrado y bien adaptado a Jelly Bean, sabes que estás perdiéndote muchas novedades, mejoras de diseño, de rendimiento, de seguridad, y, por supuesto, muchos juegos y aplicaciones no compatibles con versiones antiguas.
Si me hace falta para el trabajo, siempre puedo depender momentáneamente de otros, pero el día a día es Jelly Bean. De todas formas, prácticamente no lo notas, ya que la mayoría de las aplicaciones no son muy exigentes, quieren abarcar al mayor público posible o tienen alternativas bastante buenas.
¿Mereció la pena?
Pues depende. Depende de las necesidades y usos que cada uno dé a su teléfono. Para mí, es estupendo poder disponer de buenas características a menor precio, pero también es verdad que soy una persona que le gusta tener las últimas novedades en Android.
Otras compañías, más dejadas en el tema de las actualizaciones, tienen más apoyo en las comunidades de los desarrolladores, y son una buena alternativa que yo no tengo. Así que, puedo decir, que en parte me ha dejado mal sabor de boca, y me lo pensaré mucho antes de volver a comprar un teléfono chino de marca poco conocida. Mientras tanto, sigo disfrutado de no tener que cargar la batería a menudo, o de gigas y gigas de espacio libre para llenar de fotos, juegos o lo que surja.