El jack de 3.5 milímetros siempre ha estado con nosotros para llevar el sonido a nuestros auriculares, o a nuestros altavoces con salida auxiliar… ha estado a nuestro lado muchísimo tiempo, le hemos dado multitud de uso en una gran parte de nuestros dispositivos, y está tremendamente extendido a día de hoy convirtiéndose casi en un estándar en el sonido. ¿Pero ha llegado el momento en el que nos tendremos que despedir del jack de 3.5mm?
El nuevo MacBook, ¿un presagio del futuro?
Seguro que muchos de vosotros ha seguido con detalle la presentación del nuevo MacBook, un lanzamiento que nuestros compañeros de Omicrono estuvieron cubriendo con todo detalle el día de la keynote de Apple. Lo que más ha dado de hablar, y con diferencia, es la completa ausencia de puertos a excepción de dos: un puerto USB Type-C y un jack de 3.5 milímetros (algo irónico teniendo en cuenta el tema del artículo) que ha abierto el debate sobre cuántos puertos son de verdad necesarios, y cuanto podemos depender de las conexiones inalámbricas para trabajar día a día.
El futuro parece pintarse sin cables, algo más cómodo para el usuario a priori, pero que también beneficia a las marcas: si nos ahorramos los conectores, nos estaremos ahorrando todo el espacio que ocupan en el dispositivo, y tendremos más espacio para recortar dimensiones o introducir nuevos componentes. Por el momento, el Chromebook Pixel también se ha ahorrado algún que otro puerto añadiendo USB Type-C a dos puertos USB 3.0 comunes, y todavía queda mucho año para comprobar cómo se tomarán esta tendencia el resto de fabricantes de ordenadores portátiles.
¿Por qué eliminar el jack de 3.5mm?
Ahora tratemos de llevar esto a nuestros dispositivos móviles, esos que tanto utilizamos todos los días: cada vez son más finos y ligeros, y estamos justo en una batalla en la que todo el mundo compite por tener el smartphone más fino y ligero del mercado. ¿Y qué es lo que parece haber estado tocando las narices a los fabricantes en este apartado, haciendo que el grosor no se pueda reducir más? En efecto, es el jack de 3.5mm lo que parece estar impidiendo a los fabricantes el conseguir más finura en sus dispositivos.
El primer punto por el que eliminaríamos el conector es de lo que hemos estado hablando antes: conseguir ahorrar en espacio físico, dando la posibilidad a los fabricantes de hacer diseños más finos o de obtener más espacio para meter otros componentes como la ya-maltrecha batería. También puede llegar a ser más cómodo para el usuario que estar enredando con cables, dado que el emparejar unos altavoces o unos auriculares vía NFC + Bluetooth es cada vez más común. Y, qué diablos, ¿para qué tener un puerto que sólo puede hacer una cosa, cuando podemos agrupar esa función en algo ya existente como explica Adam Lein de PocketNow?
¿Cuales son las alternativas?
Ya podemos hablar de eliminar el conector sin que nos de demasiados problemas, aunque la gente va a seguir queriendo usar el sonido de su smartphone más allá de los altavoces integrados: para ello ya tenemos alternativas que nos podrían hacer olvidar el jack de 3.5 milímetros.
- Jack de 2.5mm | Es el siguiente tamaño en la escala de los conectores jack (6.35mm > 3.5mm > 2.5mm), causaría menos problemas a priori y nos daría la misma calidad de sonido que actualmente nos da el jack de 3.5mm. Eso sí, tiene una pega: tendríamos que usar un adaptador de 3.5mm a 2.5mm para que nuestros auriculares actuales sigan funcionando como hasta ahora, y llevar más piezas encima que se pueden terminar perdiendo.
- Audio por USB | Android Lollipop nos ha traído muchas mejoras, aunque una de ellas está relacionada con el sonido y podemos encontrarla en el kernel: USB Audio, el códec de sonido directamente desde el puerto USB de nuestros dispositivos. Las ventajas son que podríamos aprovechar todo el tema de utilizar una tarjeta de sonido externa para mejorar la reproducción, aunque cuenta con el inconveniente de que vamos a tener que cargar con un adaptador más cada vez que queramos escuchar música.
- Bluetooth 4.0 | Por otra parte, nuestro fiable Bluetooth ya lleva tiempo en el mercado, y su versión 4.0 podría ser ideal para terminar de potenciar el sonido inalámbrico. Las ventajas son las que tiene el prescindir de cables (con sus desventajas, todo sea dicho), aunque cuenta con una pega importante: necesitaremos hacernos con auriculares o equipo nuevo en muchos casos, un gasto que no todos están dispuestos a hacer. Además, también conlleva un impacto mayor en la batería en comparación al clásico jack de 3.5mm.
- Conectores propios | Una cuarta solución que los fabricantes podrían adoptar es el utilizar su propio conector de sonido, y Apple vuelve a servirnos como ejemplo en este apartado: MFi (Made-For-iPhone/iPad/iPod) daría soporte al sonido a través del cable Lighting, siendo una especie de «Audio por USB» propio para iOS con la ventaja de prescindir de los adaptadores… siempre que compremos equipo compatible desde un principio.
¿Y por qué no dejar vivir al jack de 3.5mm?
Vale, os hemos dado un montón de motivos por los que deberíamos dejar pasar a mejor vida este jack de 3.5mm, e incluso os hemos dado alternativas que nos podrían hacer olvidar a nuestro viejo amigo. Sin embargo, siguen quedando muchos motivos para seguir usándolo: tenemos muchísimo equipo que ya aprovecha estos conectores (auriculares, adaptadores, cables, altavoces… y un largo etcétera), es un conector que se ha terminado estableciendo como estándar en el sonido… y las alternativas pueden no convencer.
A pesar de todo esto, todo parece indicar que terminaremos por despedirnos del jack de 3.5mm tarde o temprano: es cuestión de tiempo que un fabricante quiera avanzar en ese sentido. La cuestión es saber cuándo ocurrirá este cambio en los fabricantes, y cuándo nos veremos nosotros forzados a saltar.
¿En qué bando de la batalla estáis vosotros? ¿Queréis seguir usando el jack de 3.5mm como siempre, o estáis dispuestos a aceptar el cambio para seguir avanzando a un ritmo más rápido? ¿Lo véis como un cambio inevitable a día de hoy, o es algo que se puede posponer mucho más?