Las baterías incorporadas en el interior de nuestros smartphones es lo que convierte en realmente portátiles estos dispositivos. Gracias a ellas podemos usar el dispositivo sin necesidad de una toma de corriente ya que se suministra energía de la que se tiene almacenada en las celdas de las baterías.
Tal y como ocurre con el tema de la fotografía y los megapíxeles, donde no siempre un mayor número de megapíxeles implican tener una mejor calidad de imágen, pasa en las baterías de los smartphones. Se cree que por tener un número mayor en las especificaciones de la batería, el dispositivo va a durar más. Y no es así.
Claro que repercute el número de mAh de capacidad de una batería. Pero no siempre un terminal con mayor capacidad de batería tendrá más autonomía/duración. Aquí intervienen muchos factores externos que influyen la autonomía final del dispositivo. Hoy hablaremos de los más importantes como son los tipos de batería (aunque ahora mismo reine uno en concreto), las tecnología de pantalla que menos consumen, carga rápida y el software incorporado.
Tipos de batería, las analizamos
Dentro de las tecnologías de las batería tenemos un tipo que es el que reina actualmente dentro de todos los smartphones Android. Las baterías con celdas de iones de litio o más comúnmente conocidas como Li-Ion. Pero antes de ella había otras tecnologías. Vamos a hablar de ellas para ver su historia hasta la actualidad.
- En primer lugar surgieron las baterías fabricadas con Níquel-Cadmio (NiCd). Unas baterías que contenían un material tan tóxico como el Cadmio que rápidamente fue reemplazado por otro.Tienen efecto memoria y su vida útil era corta. Pero eso sí, fue un gran impulso hacia la telefonía móvil.
- Posteriormente surgieron las baterías con Níquel-Hidruro metálico. Simplemente se reemplazaba el material tóxico (Cadmio) por el Hidruro metálico. Unas baterías con algo más de capacidad pero aún con efecto memoria. Por lo que dieron paso a la siguiente generación de materiales en baterías.
- Por último y hasta la actualidad, las baterías están fabricada con iones de litio (Li-ion). Baterías con el doble de capacidad de las fabricadas con Níquel-Hidruro metálico y el triple que una con Níquel-Cadmio. Por fin desaparece el efecto memoria y se soluciona el problema de esperar a que la batería esté completamente descargada para poder cargarlo de nuevo. Decir que también se ‘desconecta’ cuando está cargada para evitar sobrecargas. Esto no evita problemas de sobrecalentamiento y posterior ineficiencia. La mejor opción de todas.
Pero espera… ¿qué es el efecto memoria? Se trata de un suceso que ocurre cuando se desconecta la batería durante la carga sin llegar a completarse o cuando conectamos sin estar del todo descargada. Debido a esto podríamos tener un desajuste de los niveles de la batería un funcionamiento incorrecto. Como pasar de 100% a 0% en cuestión de minutos.
Pantallas: No todas consumen igual
Ni que decir tiene que el componente de un smartphone que más batería consume es la pantalla. Por eso tener una tecnología en el panel que ahorre batería es un buen camino hacia una mayor autonomía.
Dentro del mercado de pantallas para dispositivos móviles tenemos dos variantes muy marcadas: LCD IPS y AMOLED, las cuales ya enfrentamos. Dos tecnologías con una forma distinta de representar una imagen. La primera basándose en una base de luz y la otra, con LEDs independientes. Pero.. ¿Cuál consume menos?
Aquí tenemos un claro vencedor y son los paneles AMOLED. Si tenemos menos cantidad de LEDs encendidos, obviamente habrá un menor consumo energético. Tanto es así que si utilizamos una interfaz oscura con un dispositivo con pantalla AMOLED el consumo energético baja hasta casi la mitad. En esta gráfica se puede apreciar perfectamente.
Los paneles IPS tienen un mayor consumo energético porque siempre han de tener la luz blanca encendida y en cierta manera, toda la pantalla está encendida aunque sea un fondo completamente negro. A continuación os dejamos con una imagen para que veáis la diferencia entre el negro ‘puro’ de un panel AMOLED y el negro ‘brillante’ de un IPS.
AMOLED vs IPS
Por eso, una menor capacidad de batería bajo una pantalla AMOLED puede tener el mismo rendimiento que un dispositivo con más batería y mayor capacidad de batería. Como ya dijimos al comienzo, mucha capacidad de batería no es aval para tener una duración y autonomía mayor.
Dejando de lado la batería, ¿qué pantalla os gusta más?
Carga rápida: 30 minutos y a seguir el día
Los fabricantes buscan hacer cada vez terminales más compactos, reducir el grosor para tener un mejor tacto en la mano. Aunque en mi opinión, el grosor del Oppo R5 era quizás un tanto ‘raro’ por su excesiva finura. Pero para tener más batería hace falta más espacio y esto es lo contrario a lo que se busca actualmente. Para ello se están mejorando las tecnologías relacionadas con la carga de la batería.
Qualcomm es a día de hoy uno de los mayores fabricantes de SoC’s para terminales Android. Unos procesadores que en su últimos modelos vienen con QuickCharge 2.0. Una tecnología que te permite cargar de 0% hasta el 60% en 30 minutos. Según cifras de Qualcomm, tenemos una carga un 75% más rápida que con un cargador convencional.
Con estas gestión de energía para la carga, dar una carga rápida cuando estamos fuera de casa, por ejemplo en la oficina o en algún otro sitio con enchufe puede ‘salvarnos la vida’ hasta que volvamos a casa. Una forma de remediar la duración de batería que ofrecen los dispositivos de ahora.
En mi opinión, creo que la carga rápida es una forma de solventar temporalmente la duración de batería de los smartphones actuales. Con una carga rápida podemos aguantar el resto del día ya que como bien dice Qualcomm, con QuickCharge 2.0 tenemos un 60% de batería con 30 minutos de carga. Suficiente para acabar el día, ¿no?
La importancia de un software bien optimizado
Otro factor muy importante en la gestión de batería es el software instalado en el dispositivo. Android por defecto hace una buena, que no magnífica, gestión de la batería. Pero si el fabricante opta por añadir software extra para mejorar la experiencia de usuario de sus clientes, esto puede repercutir en la autonomía del dispositivo. ¿A qué se debe esto?, a que se necesitarían más recursos para mover una capa y por tanto, un consumo energético mayor.
Ya hemos hablado largo y tendido sobre las capas de personalización y sus pros y contras. Es cierto que tenemos más utilidades a nuestra disposición pero esto repercute en la batería y en el rendimiento incluso. De nada sirve tener tropecientos mAh de batería si luego nuestro software necesita de un alto suministro energético.
Por ello, las marcas incluyen opciones como los modos ahorro de energía. Un modo que con Lollipop llegó a Android nativo. De este modo se reducen bastante los procesos del terminal, se capa la potencia del procesador y se deshabilita todo lo innecesario para poder llegar al final del día. Aunque ya si quieres ahorrar batería, el modo de ultraahorro de Samsung junto con el panel AMOLED es ya increíble..
Creo que pasará tiempo hasta que las baterías tengan una mayor capacidad que las que ahora están presentes en los terminales Android. Y también habrá que esperar para ver una nueva tecnología que sea capaz de almacenar más cantidad de energía en menor espacio. Pero si tenemos la carga rápida, es una buena forma de poder aguantar el día hasta el final. Una pequeña carga y a seguir.
Algún día tendremos dispositivos de alta gama con la duración de batería del Nokia 3310. Ojalá lo llegue a ver…