Tenemos decenas de editores de fotografía en Google Play: unos cuentan con más filtros, otros tienen funciones que la competencia no tiene… ¿pero de verdad se utilizan todos los que hay disponibles, o las aplicaciones de edición de fotografía viven en una enorme burbuja?
La gracia de los mercados de aplicaciones -llámese Google Play, llámese App Store, llámese Windows Store- es que podemos elegir la aplicación que queramos para tener el trabajo hecho: aplicaciones de mensajería, clientes de redes sociales como Twitter, navegadores… pocas aplicaciones se escapan de la tendencia. Y los editores de fotografía no son una excepción, porque tenemos muchísimos editores disponibles a unas pocas pulsaciones de distancia en nuestro smartphone.
Tantas aplicaciones, y terminamos con cuatro contadas
Sin embargo, y seguro que no soy al único que le pasa, da igual que probemos y probemos editores de fotografía para Android: al final nos terminamos quedando con una pequeña selección que dominamos al haberla utilizado. Da igual cuántos hayan pasado por nuestras manos, al final termina pasando como con los clientes de Twitter. Si en el caso de Twitter volvemos al oficial, en el caso de los editores de fotografía volvemos a nuestro círculo de confianza.
Por ejemplo, en mi paso por Android, he probado muchos: Aviary, Afterlight, Retrica, VSCO, Pixlr, Facetune, PicsArt… pero siempre termino por desinstalarlas de lo poco que las uso, y utilizar las que siempre tengo instaladas en mi smartphone (Lightroom, Snapseed e Instagram, aunque este último tenga más de red social que de editor). Si aparece algún editor mejor, bienvenido sea, pero esas aplicaciones se han convertido en mis imprescindibles en Android.
¿Los editores de fotos viven en una burbuja?
Sólo tenemos que darnos una vuelta por la sección de fotografía en Google Play para darnos cuenta de esa burbuja, porque hay un montón de aplicaciones de edición en el top de aplicaciones, tanto gratuitas como de pago, y la gente parece descargarlas y valorarlas. Si pasamos de estos exponentes, y seguimos bajando, nos encontraremos aun más aplicaciones de edición que quieren destacar entre la marea.
Y puede que la culpa la tenga Instagram, después de todo: las ediciones en base a filtros se han puesto de moda gracias a la red social de fotografía de Facebook, y son muchos los desarrolladores que esperan alcanzar el mismo éxito intentando imitar sus efectos. Además, estas aplicaciones pecan de ser similares entre ellas, una de las posibles causas por las que los usuarios terminan quedándose con cuatro contadas.
Con esto no quiero decir que esa marea sea de baja calidad, ni mucho menos: muchos de estos editores tienen un gran nivel, y empresas destacadas en el mundillo como Autodesk o Adobe detrás. Al final el mercado se encarga de decidir cuáles vale y cuales no. Las mejores terminan en lo más alto de la mano de los propios usuarios, que las descargan y valoran si son buenas, y las que no están al nivel se acaban hundiendo en las clasificaciones.
Además, esto nos trae otra ventaja, porque al haber tantas aplicaciones, tendremos más posibilidades de encontrar una que se adapte a nuestros gustos, y no vernos forzados a acabar con aplicaciones que no nos terminan de convencer. Y vosotros, ¿qué aplicaciones de edición de fotografía utilizáis todos los días?