Análisis del OnePlus X, experiencia de uso y opinión
Prueba a fondo y análisis del OnePlus X. Todo sobre este smartphone de gama media con construcción fantástica. Opinión, características y más.
3 diciembre, 2015 21:02Error
OnePlus consiguió lo que muchos otros fabricantes jamás han conseguido: que usuarios de todo el mundo “peleasen” por comprar uno de sus smartphones y lo más llamativo es que era una marca que surgía de la nada y además, desde china.
Ocurrió con el OnePlus One, su primer terminal, un modelo de precio más que ajustado para las especificaciones ofrecidas y nos volvimos locos con el sistema de compra mediante invitaciones (un método de venta que acaba desquiciando, sobre todo cuando pasan meses y meses y todavía no se abre la venta a todo el mundo).
En cualquier caso, el OnePlus One convenció para su precio y los usuarios recibieron con buenos ojos el OnePlus 2, otro que prometía ser el “flagship killer” (aunque con ausencias importantes para alcanzar ese estatus). Hace unas semanas el fabricante chino nos presentó otro terminal que se une a su catálogo, con un objetivo muy diferente: seducir con un gama media-alta de dimensiones ajustadas, materiales y fabricación de calidad. Este el análisis del OnePlus X.
OnePlus X
- Pantalla de 5"
- Snapdragon 801
- Cámara de 13 Mpx
- Más especificaciones
- Construcción y materiales
- Excelente pantalla
- Rendimiento de OxygenOS
- Cámara mejorable
- Batería justa
- Sistema de invitaciones
Características del OnePlus X
Comenzamos haciendo un repaso general a las especificaciones del OnePlus X. A diferencia de su hermano mayor, el X es un smartphone de dimensiones más reducidas, incluyendo una pantalla de 5 pulgadas aunque manteniendo la resolución FullHD (1920×1080 píxeles) que esa diagonal nos da una gran densidad de 441ppi.
El corazón del OnePlus X es… un procesador Qualcomm Snapdragon 801. Así es, los chinos en lugar de apostar por un procesador de nueva generación pero de gama media (como podrían ser los últimos de la familia Snapdragon 600 de 64 bits), se han tirado por un viejo conocido con resultado contrastado como es el SD801, un SoC presente en prácticamente toda la anterior generación de flagships 2014.
Le acompañan 3GB de memoria RAM LPDDR3, 16GB de almacenamiento interno (aunque con posibilidad de ampliar sin problema mediante microSD) y una batería de 2525mAh de la que hablaré en su apartado, aunque adelanto que su autonomía no es para tirar cohetes.
- Pantalla de 5″ AMOLED FullHD (1920×1080), 441ppi “2.5D”
- Procesador Snapdragon 801 a 2,3GHz
- GPU Adreno 330
- 3GB de memoria RAM LPDDR3
- 16GB de memoria interna ampliables con microSD
- Cámara trasera ISOCELL Samsung de 13MP, f/2.2, cámara delantera de 8MP
- Batería de 2525mAh
- 140 x 69 x 6.9 mm, 138g
- 4G/LTE, WiFi 802.11b/g/n, microUSB 2.0, Bluetooth, GPS, radio FM y DualSIM
- Android 5.1 Lollipop con Oxygen OS
En el apartado de cámara nos encontramos un sensor ISOCELL de 13MP con apertura f/2.2, mientras que en la frontal el sensor es de 8MP. Por el resto, tenemos soporte de redes 4G/LTE (sin problemas con las bandas españolas), capacidad DualSIM, Radio FM (una característica celebrada por OnePlus con su nueva aplicación OnePlus Radio) y en cuanto al software el OPX funciona bajo Android 5.1.1 Lollipop aunque mediante Oxygen OS 2.1.3, la propia versión modificada por el fabricante que nos da un aspecto muy similar a Android Stock, pero con ciertos extras, principalmente en el apartado de personalización.
Diseño y construcción del OnePlus X
Atrás quedó la época en la que para optar a un teléfono con gran calidad de acabados había que irse obligatoriamente a la gama más alta (y hasta hace bien poco, eso tampoco aseguraba materiales de calidad). Por suerte eso ha cambiado, junto con la bajada de precios y el aumento de la especificaciones a cualquier nivel, los fabricantes se han dado cuenta que la construcción es, en muchos, casos, un factor determinante de compra.
En el caso del OnePlus X, nos encontramos a un smartphone con una construcción muy buena. El aumento general del tamaño de los smartphones de gama alta nos ha hecho olvidar lo cómodo que resulta en muchas ocasiones un dispositivo más compacto. Con unas dimensiones de 140 x 69 x 6.9 milímetros, mi primer contacto con el OnePlus X fue muy positivo, la sensación en mano es muy buena, pero la palabra que más ronda mi cabeza es esa, “compacto”, y resulta gracioso porque no deja de ser un smartphone de 5 pulgadas y hace unos años sería gigantesco.
El OnePlus X llega en dos versiones idénticas en cuanto a especificaciones, donde lo único que cambia entre ellas es el material del acabado trasero. Nuestra unidad es el Onyx (269€), que es la que tiene cristal negro detrás, pero también saldrá a la venta la versión con acabado en cerámica (modelo Ceramic), más exclusivo pero también con un precio superior (369€).
Sí, el diseño recuerda al que del iPhone 4, pero es que ese era un gran diseño y lo sigue siendo. El OnePlus X se olvida del plástico, el marco que rodea al terminal es de aluminio anodizado con una textura grabada, algo que ayuda a mejorar su agarre, pero aun así es un teléfono resbaladizo.
En el marco inferior se encuentra el puerto microUSB centrado (nada de USB Tipo-C) y está rodeado por una serie de perforaciones en el aluminio. No, no es un doble altavoz. Sólo una de las salidas lo es, en la otra está el micrófono. Es una mejor ubicación que la trasera, pero aun así tenemos todas las papeletas para taparlo por completo cuando jugamos o agarramos el móvil en horizontal.
En el marco derecho encontramos el botón de encendido y los de volumen, metálicos y con muy buen tacto. Justo sobre ellos, la bandeja extraíble que esconde una agradable sorpresa: nos permite utilizar una doble configuración, dos tarjetas SIM (perfectos para aquellos con dos líneas) o una SIM y una microSD para expandir el almacenamiento.
Por último, en el marco izquierdo tenemos el Alert Slider, una característica que también está presente en el OnePlus 2 y que es básicamente un control físico y directo del nivel de notificaciones que queremos en cada momento. Con sólo deslizarlo (que por cierto, es bastante difícil, por no decir imposible, accionarlo por descuido o en el bolsillo) pasamos entre recibir cualquier aviso, sólo los prioritarios o nada de nada. Por su parte, la parte trasera del OnePlus X no tiene ningún misterio, es cristal totalmente plano (o cerámica), la cámara no sobresale ni un milímetro e incluso los sellos de la CE son casi invisibles tras el cristal.
En líneas generales, la construcción y las sensaciones que desprende el OnePlus X son soberbias, el fabricante chino ha realizado una labor fantástica en este sentido y lo cierto es que es muy difícil encontrar un dispositivo de este mismo rango de precio (sobre los 260€) con esta calidad.
Pantalla, AMOLED en todo su esplendor
Bajo el negro cristal frontal y sobre los botones capacitivos (que no tienen logos marcados ni retroiluminación, algo que no me gusta nada, aunque puedes elegir tener botones virtuales desde los Ajustes) tenemos la pantalla del OnePlus X. Se trata de un panel de 5 pulgadas y resolución FullHD (1920×1080 píxeles), que nos dan una fantástica densidad de 441ppi.
Es un panel con matriz Pentile de diamante y tecnología AMOLED, así que podemos disfrutar del contraste infinito de los negros (recordemos que en tono negro el panel directamente no se enciende). Los ángulos de visión son geniales y los colores lucen muy bien. En cuanto al brillo, el mínimo es realmente bajo (algo que se agradece en entornos oscuros) mientras que el máximo no es tan alto como en otros modelos, pero para uso en interior es más que suficiente.
Con mi uso habitual – es raro que haya superado el 40% del brillo total en cualquier momento – y en exteriores a pleno Sol, el brillo es suficiente para ver la pantalla, aunque no destaca precisamente en este apartado. Por cierto, el OnePlus X viene con una lámina de protección del cristal delantero perfectamente colocada; se agradece aunque no cubre hasta los bordes, así que se nota cada vez que se pasa el dedo lateralmente.
Cámara
El precio del OnePlus X es competitivo, sí, pero de algún sitio hay que recortar para alcanzar esas cifras, y la cámara es uno de ellos. Su cámara trasera monta un sensor Samsung ISOCELL 3M2 de 13MP con apertura f/2.2, sobre el flash LED, un sensor que ya vimos en otro smartphone chino, el Oppo R7.
El resultado de este sensor es… acorde al precio del terminal. Es decir, no es una cámara sobresaliente ni mucho menos, deja que desear en algunas ocasiones, sobre todo en baja luz, pero siempre debemos tener en mente el rango de precio en el que se mueve y contra quién compite.
Así, con buena luz y a simple vista vemos fotografías con colores correctos y rango dinámico un poco justo, pero cuando más se aprecian sus debilidades es al ampliar las imágenes. Incluso a plena luz del día encontramos un leve ruido y falta de definición, que se acentúa más cuanto menos luz tenemos.
El OP X no tiene estabilizador de imagen, ni laser autofocus, aunque los disparos sí son muy rápidos, así como la apertura de la aplicación de cámara, que podemos configurar para que se abra con un doble toque en el botón capacitivo de inicio, muy útil y directo. Esa velocidad no la he encontrado en el modo HDR, en ese caso el teléfono tarda unos segundos más en procesar la imagen y nos obliga a mantenernos inmóviles, pero al mínimo movimiento, el resultado será pobre.
La cámara frontal monta un sensor de 8MP con apertura f/2.4 que ofrece selfies correctos, no hay mucho que rascar aquí, los resultados están en la media, aunque mucho mejor con buena luz, claro. El único ajuste extra que aparece al activar la frontal es la opción “Bonito” que suaviza ligeramente la piel, aunque no es variable por el usuario.
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En cuanto a la aplicación de cámara, la que OnePlus incluye en Oxygen OS no difiere mucho de la oficial de Google. Es decir, estamos ante una app bastante simple. Para acceder a los modos deslizamos lateralmente y aparecen “timelapse”, “cámara lenta” (120fps a 720p), “foto”, “vídeo” (nada de 2K o 4K, sólo 720p y 1080p a 30fps) y “panorama”. Por su parte, los únicos ajustes extra son HDR, Bonito e “imagen nítida”, así como el temporizador. Nada de ajustes de exposición, ni enfoque manual, ni ISO… Los usuarios que busquen un control manual de la cámara tendrán que recurrir a apps de terceros de Google Play.
El sistema: la experiencia con Oxygen OS
A finales de enero de 2015 OnePlus anunció Oxygen OS, su propia versión de Android, y por tanto, dejaría de utilizar CyanogenMod en sus terminales. El objetivo era iniciar una línea de desarrollo propia y no dependiente de otros equipos. Durante todos estos meses han seguido trabajando en él y el pasado mes de septiembre anunciaban OxygenOS 2.1.
En el OnePlus X nos encontramos OxygenOS 2.1.3, que está basado en Android 5.1.1 Lollipop (de momento hay que esperar para Marshmallow). Una de los puntos positivos de OxygenOS es su ligereza; no estamos ante una capa de personalización profunda, todo lo contrario, a simple vista podría pasar como Android Stock, limpio, puro.
Casi podemos decir que es así. Casi porque el fabricante chino sólo ha añadido algunas funcionalidades extra, pero nada de bloatware ni herramientas a cascoporro. Cuando iniciamos por primera vez el OnePlus X solo nos encontramos con las Google Apps instaladas, incluso Fotos es la galería por defecto. Las únicas aplicaciones “extrañas” que encontramos son el teclado Swiftkey y OnePlus Radio, la app de Radio FM que alegrará a más de un usuario.
De los 16GB de almacenamiento de nuestro modelo de pruebas, 11.54GB están disponibles para el usuario y tras actualizar todo, quedan unos 9.5GB libres. La buena noticia es que el OnePlus X trae ranura de expansión para microSD, de forma que podemos ampliar la memoria o utilizarla para añadir contenidos multimedia en un instante y a bajo precio.
Como decía, OxygenOS podría pasar perfectamente por la versión de Android que encontramos, por ejemplo, en un Nexus, sin embargo tenemos funcionalidades extra, casi todas traducidas en forma de opciones de personalización.
La personalización que salta a simple vista es el “modo oscuro” que pasa a negro los fondos claros de todo el sistema, una opción que gana sentido con la pantalla AMOLED, ya que estamos parte del panel permanece apagado y, por tanto, sin gastar energía. Además, nos permite seleccionar el “color de acento”, es decir, el tono de los detalles del sistema, como los acabados de los botones.
Entre los ajustes encontramos el gestor de permisos para tener un control de las apps, una sección de Gestos, como el amado doble toque para despertar la pantalla o hacer dibujos sobre ella para iniciar apps (una O abre la cámara, una V la linterna y II inicia o pausa la música). Por cierto, hablando de la pantalla AMOLED, el OnePlus X también trae Ambient Display: la pantalla se enciende levemente cuando llegan nuevas notificaciones, pero también cuando pasamos la mano por encima o cuando lo sacamos del bolsillo. Al ser AMOLED, sólo se encienden unos pocos píxeles del texto.
Por último tenemos Shelf. Mientras que en Google Now Launcher la pantalla más a la izquierda del escritorio está reservada a Google Now, en OxygenOS ahí aparece Shelf. Ellos mismos lo traducen como “Expositor” y se trata de un panel en el que podemos combinar accesos directos a las aplicaciones frecuentes, nuestros contactos favoritos o añadir cualquier widget de las apps que tengamos instaladas. La idea es buena, aunque es cuestión de hacerse a la idea de que lo tenemos, porque si no, olvidamos que está ahí. En cualquier caso, se puede desactivar y listo.
Con todo esto, tenemos una personalización que no afecta para nada al rendimiento, puesto que el OnePlus X se mueve con soltura durante todo el día. La multitarea es muy, muy rápida, y podemos estar seguros que va a rendir bien con cualquier aplicación por exigente que sea. Sin embargo, sí es cierto que en juegos muy exigentes y a pleno nivel de detalle, la fluidez no es siempre óptima.
En mi caso he optado por utilizar en el día a día los botones capacitivos bajo la pantalla, aunque me parece un fallo gordo que éstos no tengan ningún tipo de iluminación, pero aquellos que queráis optar por los virtuales podéis activarlos en Ajustes y además personalizar el comportamiento de todos (al hacer doble toque y pulsación larga sobre cada uno, muy útil).
En general, la experiencia con OxygenOS es muy positiva, añade los detalles sin afectar al rendimiento. Habrá que esperar unos meses más hasta la actualización a Marshmallow, pero al menos sabemos que la tiene confirmada por OnePlus mientras tanto, en estas semanas de uso, he recibido dos OTAs centradas en mejoras de rendimiento, optimización, batería, parches de seguridad, posibilidad de pasar apps a la microSD y solución de bugs. Se agradece que sigan trabajando ello.
Batería, justa
En esas 5 pulgadas de tamaño y 6,9 milímetros de grosor, el OnePlus monta una batería con una capacidad de 2.525mAh y que no podemos sustituir fácilmente. Los primeros días me asustó un poco, porque veía consumos demasiado altos para el uso que estaba haciendo del teléfono, pero tras los primeros ciclos de carga, se estabilizó.
Aun así, la autonomía total no es ninguna pasada, más bien tira a normalita. Es capaz de aguantar toda una jornada sin muchos problemas, pero si tienes un día de uso intenso, es probable que tengas que recurrir al cargador a media tarde. Su segundo punto débil tras la cámara.
Una forma de alargar la autonomía es, como he dicho anteriormente, activar el modo oscuro para aprovechar las ventajas del AMOLED. Si a eso le añadimos uno de los fondos de pantalla negros que OnePlus incluye, tenemos algo ganado. Por cierto, si te lo estás preguntando: no, el OnePlus X no tiene carga inalámbrica, y tampoco incluye ningún tipo de tecnología de carga rápida.
Conclusión del análisis del OnePlus X
Con el X, OnePlus ofrece la sensación de estar utilizando un smartphone de gama alta, a un precio de gama media. Por 269€, nos llevamos un teléfono con una construcción genial difícil de ver este segmento del mercado y con un rendimiento a la par. Lo tenemos disponible para comprar en Gearbest por 242€.
A favor tiene su excelente pantalla AMOLED, la limpieza y velocidad de OxygenOS, un hardware que bien podría tratarse de un flagship de 2014 y un diseño compacto, delgado y muy agradable para aquellos que no están dispuestos a ocupar sus dos manos para tareas sencillas.
Sin embargo en el OnePlus X no todo es color de rosa. La cámara, sin ser para nada mala, tampoco es destacable; la autonomía es justa, no tenemos ningún tipo de sensor de huellas, tampoco NFC, ni carga rápida y no habría estado mal tener el conector USB Type-C reversible que sí utiliza su hermano mayor el OnePlus 2.
Con todo, me quedo con las sensaciones que desprende el OnePlus X, es un smartphone que sin duda recomendaría siendo consciente de sus carencias. El problema, al menos hasta que se despoje, es ese agotador sistema de invitaciones. Aunque podremos aprovechar los días entre el 5 y el 7 para comprarlo. Más detalles en su web oficial.