La tecnología nos encanta. Nos permite ahorrar tiempo, conocer nuevas personas, organizar nuestras tareas, visitar Internet… tiene miles de utilidades. Sin embargo para disfrutar de ella necesitamos que nuestro dispositivo funcione correctamente, sea fluido, la batería dure un mínimo y en general debe ser un producto que nos permita utilizarlo sin fijarnos en él, es decir, sin maldecirlo cada dos por tres porque no funciona.
A lo largo de los años hemos probado dispositivos que van bien, otros que van muy bien, pero también hemos probado gadgets que funcionan mal, algunos muy muy mal. Al principio estos dispositivos son inocentes, no son una maravilla pero son baratos y funcionan. Los primeros días estás ilusionado porque tienes aparato nuevo, pero entonces empiezan los problemas: reinicios, fallos, lag insoportable, problemas de compatibilidad, errores raros… si sois usuarios avanzados buscaréis algún tutorial por internet, si no tenéis mucho conocimiento os resignaréis.
Queremos debatir con vosotros acerca de estos gadgets que nos hacen odiar la tecnología. Seguramente todos los aquí presentes hemos tenido alguno de estos aparatos, esperamos que afortunadamente hayáis conseguido un Android mejor.
Los móviles de gama baja NO permiten disfrutar de Android
Lo sentimos Samsung, pero tu gama baja era un desastre. Sí, ayudaste a que muchos usuarios tuvieran su primer móvil. Pero las pesadillas son imborrables a pesar de que han pasado ya años. «Ponme un Samsung, toma este Galaxy Mini por 0€. Tenemos también el Galaxy Ace por 39€, con pantalla más grande». Se vendieron como churros.
Luego venía el primo con su nuevo iPhone de 700€ y claro, todos alucinando. Con el paso del tiempo y la llegada de gamas media como el Moto G la cosa cambió mucho, pero en los primeros años de Android comprarse un móvil barato era sinónimo de mala experiencia.
Tablets chinas: muy bonitas al principio pero acaban siendo un dolor de cabeza
Otro problema que hemos tenido en Android es la diferencia entre buenas especificaciones y buena experiencia. En este punto las tablets chinas son el mejor ejemplo. 2GB, cuatro núcleos y una cámara de 13 megapíxeles, también con batería gigantesca. Todo pinta muy bien y durante los primeros días tienes una flamante nueva tablet, pero entonces llegan los problemas.
Que si no se actualiza, que si empieza a fallar, que si tal app no es compatible… si existe una buena comunidad detrás puede que haya suerte y puedas instalar una ROM estable, pero si la tablet es de una marca desconocida olvídate. Y además el soporte de la marca es casi inexistente. Las marcas chinas han ido rompiendo muchos mitos, pero incluso algunos fabricantes importantes como Xiaomi tienen problemas con sus capas de personalización.
Antes que comprar un smartwatch barato, mírate una smartband
Un compañero nos preguntaba si este smartwatch multifunción por 29€ funcionaba bien. Es Android, es barato y solo lo quiere para contar pasos y conocer cómo funciona un reloj inteligente. Es difícil, pero preferimos no recomendarlo por muy barato que sea.
La batería durará dos segundos, clickar en los iconos un suplicio, no tenemos apps adaptadas a la muñeca, etc… si al final lo que quieres es cuantificar tu actividad física y no gastarte tanto dinero, siempre puedes comprar una smartband. Son ligeras, minimalistas y cumplen perfectamente con lo que prometen. Las hay incluso con pantalla para mostrar la hora o algunas notificaciones.
Problemas con la tecnología, ¿también los habéis sufrido?
El objetivo que buscamos es que nuestros conocidos sean conscientes qué tipo de dispositivos no merece la pena comprar. Es posible comprar buenos gadgets tecnológicos a buen precio, hay que saber diferenciar cuáles durarán en el tiempo y cuáles fallarán más que una escopeta de feria. ¿Cuál ha sido el peor gadget que habéis tenido? O más bien, ¿cuál os ha dado más problemas?