Samsung es de esos fabricantes que van más allá de aquellos productos que imaginamos, dando vida a lanzamientos que no se limitan solamente a los móviles, sino que también abarcan neveras, microondas, lavadoras… En fin: que Samsung es una multinacional tan potente que en su plan de producción se integran tanto barcos (Samsung Heavy Industries) como todo tipo de aparatos eléctricos (Samsung Electronics) y, la que más nos incumbe, también se especializa en la división de teléfonos inteligentes (Samsung Mobile).
En resumen, Samsung forma un conglomerado de empresas tan inmenso que se acaba «colando» en todas las áreas de investigación y desarrollo de la tecnología, software incluido.
Restringiéndonos a «teléfonos inteligentes», cuando hablamos de software propio de Samsung lo lógico es que salte a nuestra cabeza un nombre: Tizen. En la actualidad se utiliza sobre todo en dispositivos «vestibles» (wearables) como el Samsung Gear S2, último smartwatch de la marca. También se desarrollan smartphones basados en Tizen, y el Samsung Z3 es la segunda hornada de móviles con este sistema operativo lleno tanto de historia como de posibilidades. ¿Más que con Android? Trataremos de responder a esa pregunta.
Historia de Tizen: de Maemo y Bada a la actualidad
Tizen es un sistema operativo para smartphones, televisores, entornos de automoción, complementos y cualquier otro dispositivo conectado similar. Administrado por la Tizen Foundation, de código abierto y asociada a la Linux Foundation, Tizen surge tras la unión de MeeGo (Nokia e Intel juntaron en MeeGo a sus SO móviles, Maemo y Moblin) y de Bada (SO desarrollado por Samsung para teléfonos móviles inteligentes).
Tizen es fruto de MeeGo y de Bada. Además de Samsung, LG U+, Intel, Huawei, Vodafone, Orange también se encuentran dentro de la asociación.
A pesar de que Samsung sea el nombre al que se asocia Tizen más a menudo, la Tizen Association integra miembros como LG U+ (compañía de telecomunicaciones de LG), SK Telecom o Intel. También tenemos a Huawei como miembro del consejo así como a Vodafone u Orange. Y más de 100 partners entre los que aparecen gigantes como Panasonic, ZTE, Jaguar, Fleksy, eBay…
Tizen hace uso de aplicaciones web basadas en HTML 5, ofreciendo a los desarrolladores un SDK que actualmente está en la versión 2.4 (y está ya planeada la versión 3.0). Los móviles con Tizen pueden arrancar algunas aplicaciones Android sin demasiada dificultad utilizando la capa de compatibilidad para aplicaciones (ACL) de OpenMobile, aunque su funcionamiento está muy lejos de ser perfecto (que una app sea 100 % compatible es casi una lotería). Esta plataforma, en realidad, tiene una clara orientación a los vehículos y objetos conectados (el famoso Internet de las Cosas). Y el bajo consumo energético es una de sus mejores virtudes, algo que ya hemos comprobado en la gama Gear de Samsung.
Samsung Z3, un móvil con Tizen que podría confundirse con Android
El Samsung Z3 es el último smartphone lanzado con este sistema operativo. Y ya está disponible para su compra en la India al precio de 6981 Rupias (93,83 euros al cambio; o 104,06 dólares). Por la apariencia exterior y de la interfaz de uso nadie podría distinguirlo a primera vista de otros muchos modelos con Android (por ejemplo, del Samsung Galaxy J5), dando el pego incluso al más experimentado androide.
El Samsung Z3 no es mal móvil con Tizen. Y se parece bastante a un Samsung Galaxy J5, al menos en el exterior.
Aunque las características del móvil tampoco son malas, no podemos negar que el terminal es bastante justo en muchos aspectos primordiales, como lo son la memoria RAM o el almacenamiento interno. Este móvil (y el anterior Samsung Z1, del que acaba de aparecer una variante sólo para desarrollo) está dirigido a los mercados emergentes de la misma manera que Android One: ofreciendo un sistema operativo más que capaz para los usos habituales a un coste reducido y sin que se sacrifique en exceso la autonomía (una de las mayores virtudes de Tizen es su relativo bajo consumo). Si tenemos en cuenta todos estos detalles, así como también el hecho de que, en el fondo, tampoco se diferencia en exceso a nivel de capa de los móviles económicos de los surcoreanos… ¿por qué no cambiar a Android por Tizen?
Android y Tizen no tienen por qué ser enemigos, así lo plantea Samsung. Pero…
No existe a corto plazo ninguna intención por parte del fabricante de suplantar a Android por Tizen, tampoco en la zona de su catálogo de móviles que resulta más accesible. Dentro del territorio de los smartphones (que ya sabemos que los smartwatches ya están más que conquistados), Tizen se reserva como «experimento» dirigido a países como India donde también está desplegado Android One. Es decir: el sistema operativo donde está involucrado ampliamente Samsung no se extenderá más que a algunos experimentos accesibles de su catálogo. Siempre hablando de móviles.
La India supone un reto para desarrolladores y fabricantes: ¿cómo triunfar en un país tan poblado y con tanta demanda de smartphones si deben competir con un gran número de marcas locales que apuestan por el bajo precio? Micromax o el famoso móvil de 3 dólares son un claro ejemplo. Y Tizen con los Samsung Z1 y Z3 son los primeros tests de la compañía que allanan el terreno a más smartphones del estilo. ¿Y en ventas? A Samsung no le fue mal: con el Samsung Z1, y sólo tras sus primeros seis meses, ya vendió más de 1 millón de unidades.
Si con un catálogo tan enorme de teléfonos como tiene Samsung sólo dedica dos modelos a su sistema operativo, no hay otra conclusión posible que la férrea apuesta del fabricante por integrar Android incluso en la parte más baja. Como decíamos, a corto y medio plazo la apuesta está clara; algo que podría cambiar en un futuro.
El siempre rumoreado gama alta con Tizen sigue sin perfilarse
Por más que Tizen esté actualmente formulado para dispositivos con unas prestaciones ajustadas, esto no tiene por qué ser así en el futuro: al fin y al cabo, el sistema operativo de Samsung es compatible con el hardware común que encontramos en la mayor parte de móviles Android. Sí, también en smartphones de gama superior, algo que se lleva rumoreando desde hace tiempo: las filtraciones del supuesto gama alta con Tizen son recurrentes. Y éste sí que podría hacer daño a Android.
Un verdadero gama alta con Tizen sí podría hacer daño a Android. Sobre todo a bajo coste.
Tuve la oportunidad de tener entre las manos el Samsung Z1 y no me pareció mal teléfono. El sistema operativo rendía más que suficiente a pesar de su justo hardware; y tampoco encontré exageradas diferencias entre su interfaz nativa y TouchWiz. Y aquí está la clave: si el empeño por parte de Samsung ha sido el de dotar a sus móviles con Tizen del mismo aspecto que sus homólogos con Android, ¿por qué no apostar por un teléfono inteligente que esté a la altura de un Samsung Galaxy S7?
No es ninguna locura: estoy convencido de que funcionaría de manera más fluida, consumiría mucho menos y, algo habitual por más que se haya casi eliminado en los modelos más potentes, incluso desaparecería el mítico lag. La falta de aplicaciones sería su principal problema (sobre todo de calidad, quienes tengan un Gear S/S2 me entenderán). También que todos los que entendemos de Android seguramente no lo recomendaríamos. Pero, si se arriesgara a lanzar mejores smartphones, de forma global, si la Tizen Store distribuyera las apps que ya se encuentran en la Samsung Apps… Android podría sufrir bastante daño.
¿Samsung pierde utilizando Android? Lo cierto es que no
Samsung es el líder mundial en smartphones distribuidos con Android. Lo lleva siendo desde hace años, también en el 2015: lo cerró con algo más del 22 % del cuota. Los móviles vendidos a lo largo y ancho del globo fueron disminuyendo, pero la división de Samsung Mobile sigue manteniendo beneficios gracias a su apuesta por Google y Android.
Por más que hayan descendido las ventas y beneficios, Samsung sigue siendo el mayor fabricante global de móviles.
Igual que Tizen, Android también es Open Source y está basado en Linux. El SDK completo de Tizen está protegido por una licencia de Samsung, igual que las aplicaciones de Google que suelen incorporar todos los smartphones de la compañía (este fabricante no integra ROMS AOSP en sus dispositivos, que es el firmware que está licenciado como código abierto). Soportan multiprocesadores ARM y x86; aunque Android soporta también las versiones de 64 bits de ambos (Tizen sólo x86, está prevista la compatibilidad con ARM de 64 bits en la versión 3.0). Las diferencias entre ambos no son exageradas a nivel de usuario, algo que podéis comprobar en esta tabla comparativa.
Google ganó extrema popularidad con Samsung y este último no habría llegado a líder en tecnología móvil sin Google: la unión entre ambos conformó el panorama actual. Los dos fueron complaciéndose mutuamente: como partner, Samsung integra todas las Google Apps, hace referencia al sistema operativo en el entorno de sus móviles (inicio, packaging…) y su más que agresivo TouchWiz se ha suavizado hasta los niveles del S7 actual. Quizá la relación no sea la mejor, pero no puede decirse que sea mala. Y por parte de Google…
Google necesita a Samsung para afianzar Android. Aunque cada vez menos
Samsung es el fabricante que mayor beneficio le reporta a través de la publicidad en móviles, punto de vital importancia para la compañía de Alphabet y el principal para que comprase Android en su momento. Samsung es tan importante para Google que tiene acordada con la empresa una mayor cuota de los beneficios por publicidad que generan los dispositivos con Android, acordando también un intercambio de licencias mediante el cual ambas empresas tendrán acceso a la cartera de patentes de la contraria por un espacio de 10 años (firmada en enero del 2014). Ambas confían la una en la otra: los beneficios que les ha reportado la relación son cuantiosos.
Google y Samsung confían la una en la otra. Acuerdo en beneficios de publicidad, en patentes…
Los fabricantes con Android brotan de entre las piedras: más de 1290 marcas en agosto de 2015. No todas son importantes, obviamente, pero sí que vemos cómo muchas ascienden en el ranking amenazando cada vez más a una Samsung que no piensa darse por vencida. ¿Podría ser Tizen un sistema operativo que le sirviera al fabricante surcoreano como salvavidas?
A largo plazo resultaría posible: Google aumenta el apoyo a fabricantes como Huawei, por ejemplo (incluirlo en el programa Nexus con el Nexus 6P es una muestra de este apoyo); por lo que no resultaría descabellado que en Mountain View pensaran en el relevo de Samsung como mayor fabricante Android, una decisión ante la que Xiaomi y la propia Huawei se mantienen al acecho.
Tizen como sustituto de Android: plausible, pero muy improbable
Siempre hablamos de Tizen como sustituto de Android, al menos en las gamas más bajas, pero lo cierto es que eso resulta poco posible: a pesar de que Samsung haya puesto interés, esfuerzo y dinero en un sistema operativo del que forma parte (no es el único integrante, aunque sí el mayoritario), no tiene interés en equiparlo para su gama de smartphones. Relojes inteligentes y televisores, Tizen se encuentra como pez en el agua en ellos. En lo demás sólo experimenta.
A corto y medio plazo, Tizen para Samsung es un experimento. Más allá, la cosa podría cambiar.
Samuel, un íntimo amigo mío, siempre dice que «si Samsung implementara Tizen en sus móviles, casi nadie se daría cuenta por lo agresiva de su capa y por su similitud con la interfaz» que encontramos en los Samsung Z1 y Z3 (sólo hay que ver estas dos capturas publicadas por arshtechnica en la comparativa de interfaces). Es verdad: la fluidez, la apariencia, la manera de utilizar la interfaz… Tizen en estos móviles está orientado a que el usuario no note la diferencia a la hora de utilizarlos. Siempre y cuando no busque apps…
Convencer a los desarrolladores para que apuesten por un sistema operativo minoritario por más que ofrezca posibilidades es muy difícil: sólo hay que echarle un ojo a Microsoft con Windows 10 Mobile. Y si no tenemos las aplicaciones más importantes, resulta muy difícil cambiar de sistema. ¿Adaptar las apps Android? Podemos preguntárselo a BlackBerry.
Tizen no sustituye a Android de la misma manera que Android One tampoco sustituye a su hermano mayor: todos pueden complementarse dependiendo de las necesidades que existan en el lugar donde se distribuyen. Aunque eso sí: ojalá algún día veamos de qué es capaz Tizen dentro de un móvil que pueda equipararse en potencia al Samsung Galaxy S7: yo, y espero que más gente también, lo estoy esperando.