Telegram es indiscutiblemente, junto a otras como WhatsApp, Messenger (Facebook) o Hangouts, una de las aplicaciones de mensajería más populares de la red. Por lo general, el uso que se le da a esta aplicación pasa exclusivamente por el ámbito privado, siendo Telegram una herramienta muy socorrida a la hora de mantener el contacto con amigos y familiares. Pero en El Androide Libre también utilizamos Telegram como herramienta profesional, y no, no nos hemos vuelto locos.
De hecho, desde hace algunos años Telegram es la herramienta sobre la que se sustenta el trabajo que día tras día se ve reflejado en elandroidelibre.com. Cada tema, cada aplicación o cada debate que sale a portada pasa primero por los diferentes grupos privados de Telegram en los que todos los integrantes de la página mantenemos el contacto día tras día.
Dado que ElAndroideLibre es una comunidad abierta, en esta ocasión hemos querido compartir con vosotros una de las partes más importantes de nuestro trabajo: la comunicación entre el equipo. Y, siendo conscientes de que es muy probable que más de una persona se quede sorprendida al saber que Telegram es una de nuestras herramientas de trabajo, lo vamos a exponer enumerando todos los motivos que nos han llevado a apostar por esta y no otra alternativa.
La versión web, una delicia
La versión de escritorio (en forma de web) es, con diferencia, una de las grandes ventajas de Telegram respecto a sus competidores. Desde web.telegram.org podemos mantener el contacto entre nosotros independientemente de si tenemos o no el móvil conectado a Internet, lo que nos permite atender desde el ordenador todos los mensajes que pasan por la plataforma. Después, si nos vemos obligados a asistir a algún evento, podemos seguir en comunicación desde la aplicación.
A la hora de trabajar en el ordenador, lo único que tenemos que hacer es abrir una pestaña de la versión web de Telegram, fijarla (en el caso de Chrome) y empezar la jornada sabiendo que cualquier mensaje que recibamos hará que la pestaña se ilumine con un aviso.
La opción de adjuntar archivos también gana muchos puntos en el día a día, especialmente en el caso de las imágenes, ya que nos permite subir fotografías para que después cualquier otro miembro pueda descargarlas con el simple gesto del click derecho + Guardar como… . Por no hablar de la posibilidad de enviar archivos con prácticamente cualquier extensión. Todo ello, a la hora de cubrir en directo una presentación de un móvil, es un detalle que se agradece mucho.
Los bots, más prácticos de lo que parece
Aunque los bots de Telegram están más bien pensados para un uso informal, en nuestras conversaciones del día a día nos hemos beneficiado en más de una ocasión de ellos. Por poner algún ejemplo, el de @PollBot es quizás uno de los más socorridos en nuestros debates, ya que permite crear encuestas directamente dentro de las conversaciones, de tal forma que todos los miembros del equipo podemos participar en la pregunta sin necesidad de recurrir a ningún servicio externo.
Móvil, tablet, ordenador…
En un sector en el que lo más frecuente es andar cambiando de dispositivo móvil cada pocas semanas, el hecho de poder activar o desactivar fácilmente una cuenta de Telegram a nuestro antojo supone una enorme ventaja (el mensaje de «Espere 24 horas para poder recibir un nuevo mensaje» le sonará a más de un compañero).
Lo mismo se aplica para los usuarios multi-dispositivo, ya que tenemos la posibilidad de utilizar la aplicación de Telegram en una tablet (o en un dispositivo dos-en-uno) sin necesidad de andar realizando activaciones que nos generen dolores de cabeza. Introducimos el número de teléfono, recibimos el mensaje en el móvil y confirmamos la activación en la tablet.
Al fin y al cabo, ¿quién no sabe utilizar Telegram?
Uno de los grandes problemas de las aplicaciones dedicadas exclusivamente al entorno laboral es el tiempo de adaptación que se necesita para que un recién-incorporado aprenda todas las posibilidades que ofrece la plataforma en cuestión. En Telegram no hace falta dar ninguna indicación a una persona que se acaba de incorporar al equipo, y las posibilidades de que esa persona tenga dificultades para desenvolverse con soltura en la aplicación son mínimas.
Las aplicaciones centradas exclusivamente en el entorno laboral, en cambio, tienen una curva de aprendizaje mucho más lenta. Ofrecen muchas más posibilidades, por supuesto, pero… ¿cuánto tiempo se necesita para adaptarse a todas las opciones? ¿Merecería la pena pasar por todas las desventajas de una mudanza digital de este calibre a cambio de tener acceso a estas mejoras? En EAL, de momento, pensamos que no.
Los pequeños detalles
El poder tenernos a todos los miembros del equipo disponibles en el móvil sin necesidad de andar creando un nuevo contacto en la agenda para cada persona, las menciones con @ por nombre del usuario e, incluso, los stickers para los momentos en los que haya que rebajar la tensión en una conversación. Pequeños detalles que, de momento, nos invitan a seguir utilizando esta aplicación.
Desventajas de Telegram en el trabajo
Pero no todo son ventajas. Telegram también arrastra una importante lista de hándicaps que pueden llegar a lastrar nuestro trabajo, aunque -tal y como ocurre en cualquier otra plataforma- no nos queda más remedio que resignarnos (o acostumbrarnos) a ellos a cambio de aprovechar las ventajas de la aplicación que hemos mencionado.
Echemos un vistazo a algunas de las dificultades que Telegram plantea de cara al uso que hacemos de ella en el día a día.
Telegram no está pensada para el uso laboral
Partimos de la base de que Telegram no es una aplicación diseñada pensando en el ámbito profesional. Ni existe una opción que nos permita indicar si estamos trabajando ni tenemos la posibilidad de desactivar la aplicación durante una franja horaria concreta del día (sin recurrir a servicios de terceros). Eso, sumado al hecho de que en ocasiones se mezcla información personal con información del trabajo, puede dar lugar a todo tipo de malentendidos.
Mezclar trabajo con vida privada nunca ha sido buena idea
A estas alturas de la vida no resulta descabellado afirmar que -al menos en el ámbito laboral- ya está todo inventado. La línea que separa la vida personal de la vida profesional siempre ha sido peligrosamente delgada, y el hecho de utilizar una aplicación de mensajería instantánea como herramienta de trabajo no hace otra cosa que aplicar más presión todavía a esta maltrecha división.
Y no es solamente cuestión de desconectar de las conversaciones relacionadas con el trabajo (cosa que se soluciona desactivando la aplicación fuera del horario laboral), ya que también hay que tener en cuenta el dilema que plantea separar los mensajes personales de los mensajes del trabajo. ¿Esta aplicación curiosa que ha destacado X persona valdría para un post? ¿Tenemos un tutorial sobre el truco que nos acaba de mostrar Y?
En principio, para evitar estos quebraderos de cabeza tenemos a nuestra disposición un grupo dedicado en exclusivo a los mensajes off-topic (asuntos que no sean estrictamente laborales), pero resulta inevitable acabar interpretando esos mensajes bajo el filtro del trabajo. Y eso, a la larga, puede acabar dando pie a una escena digna de Un día de furia (*).
Las caídas, un desastre
Si una caída de Telegram o WhatsApp ya hace correr ríos de rabia por parte de los usuarios, no resulta complicado imaginarse los problemas que supone una caída del servicio que a fin de cuentas mantiene la comunicación de una decena de miembros. Las caídas de Telegram nos afectan más que a nadie, y nos obligan a recurrir a ese viejo y obsoleto método de comunicación instantánea… el correo electrónico.
Las alternativas
Habiendo visto las desventajas, resulta comprensible que alguien pueda preguntarnos: entonces, ¿por qué no cambiamos a otra aplicación diferente a Telegram? Somos conscientes de las alternativas que existen, y no podemos negar que presentan ventajas evidentes sabiendo que han sido diseñadas exclusivamente para el mundo laboral.
Slack es, probablemente, una de las plataformas que mayor repercusión está teniendo en este sentido. Permite crear diferentes canales para cada parte del equipo, ofrece integración con todo tipo de servicios, tiene una interfaz muy completa… pero, seamos serios, ¿realmente es necesario este nivel de detalle en un equipo que no está dividido en decenas de departamentos? ¿No terminaría convirtiéndose más en un obstáculo que en una herramienta?
Hipchat, por otra parte, es también una alternativa a tener en cuenta. Los problemas que presenta desde nuestro punto de vista son similares a los de Slack, con el añadido de que la experiencia de un servidor confirma que la versión móvil deja bastante que desear.
¿Qué os parece nuestra decisión de apostar por Telegram como herramienta de trabajo? ¿Tenéis experiencias con otras plataformas dentro del ámbito profesional?