De encontrarse en el abismo a empezar a hacer las cosas medianamente bien. HTC ha seguido un camino vertiginoso en el último año, y con el HTC 10 ha decidido apostar de lleno por la gama alta del mercado. La apuesta tiene muchos matices discutibles, pero lo que no se puede negar es que HTC está siguiendo un camino que cada vez nos recuerda más a Motorola (no a la de ahora, sino a la de hace varios años atrás, antes incluso del lanzamiento del Nexus 6).

Las últimas actualizaciones de Android incorporadas de fábrica en sus móviles, la apuesta por la personalización en manos del usuario, la contundente eliminación del bloatware… ¿está HTC camino de convertirse en la siguiente Motorola? Y de ser así, ¿es consciente de dónde se está metiendo?

HTC frente a la trayectoria de Motorola

Para lo bueno…

– Apuestas arriesgadas por lo último de Android

Dejando a un lado los Nexus, el HTC One A9 se convirtió allá por el mes de noviembre del pasado año de 2015 en el primer móvil no-Nexus en incorporar de fábrica la versión de Android 6.0 Marshmallow de Android. Eso, en un mercado en el que los fabricantes se andan con pies de plomo a la hora de incorporar las últimas versiones de Android en sus móviles, seguramente habrá supuesto un importante punto a favor en la relación de HTC con Google.

– Desbloqueo del bootloader sin pérdida de garantía

Desde hace años, los fabricantes han sido bastante reacios a dejar el bootloader abierto en sus móviles. En el HTC 10 la cosa es bien diferente, ya que la compañía no solamente deja claro que la garantía de este móvil cubre los modelos en los que los usuarios hayan toqueteado el gestor de arranque, sino que además adjunta un enlace a una página web oficial (htcdev.com) con instrucciones detalladas para los usuarios que quieran exprimir al máximo su terminal.

Otros grandes fabricantes de renombre no pueden presumir de esta misma libertad, y en muchos casos sus móviles cuentan con trampas orientadas a cazar a los usuarios que traten de enviar al servicio técnico un móvil con el bootloader desbloqueado.

– Android stock, casi casi

¿No os suena esta imagen de algo? A nosotros sí, sí nos suena

Si echamos un vistazo a la página web oficial del HTC 10, veremos que hay un apartado dedicado enteramente a la interfaz. En este apartado HTC destaca las bondades de la versión más reciente de capa de personalización Sense, haciendo especial hincapié en la personalización que ofrece la interfaz al usuariomás espacio para tu creatividad«, «ahora puedes ser creativo«, «crea tu propio estilo«…). A través de la nueva función de HTC Freestyle Layout, los usuarios pueden colocar sus accesos directos y widgets en cualquier parte de la pantalla, sin tener que ajustarse a ninguna cuadrícula.

Y no solamente eso, sino que el HTC 10 viene con una capa de personalización que está más cerca que nunca del Android stock puro y duro. La compañía taiwanesa por fin ha reducido el número de aplicaciones instaladas de serie, y se ha limitado a incorporar las imprescindibles (tanto por su parte como por parte de Google).

Un pequeño detalle que quizás haya pasado desapercibido es que, mientras que tanto el One M9 como el nuevo HTC 10 se anuncian con 32 GB de almacenamiento interno, el One M9 traía 21 GB libres para el usuario, mientras que el HTC 10 ofrece alrededor de unos 23 GB libres de serie. Por lo tanto, en un año HTC se ha desecho de nada menos que 2 GB de contenido prescindible en su interfaz.

… y también para lo malo

Pero ojo, porque que HTC pueda convertirse en la siguiente Motorola también acarrea consecuencias negativas. Acabar siendo adquirida por una compañía con mayor proyección económica, por ejemplo, podría suponer para HTC la desaparición de muchas de las bases en las que hasta ahora se han sustentado con cierta libertad para sacar adelante sus productos.

«Google’s Nexus phones are just ads», titulaba un artículo publicado por TheVerge.com poco después de la presentación de los nuevos Nexus.

Por otra parte, que se cumplan los rumores sobre la posible participación de HTC en el próximo Nexus tampoco sería una noticia especialmente buena para los taiwaneses. Al menos no lo sería en el sentido económico, ya que es un secreto a voces que los Nexus no dejan de ser un simple capricho de Google (los beneficios que generan sus ventas son ridículos, y ni Huawei ni LG esperan llenar sus cajones de dinero con las ventas de los Nexus 6P y Nexus 5X).

Incluso siendo una realidad el poco beneficio que generan los Nexus para los fabricantes que se deciden embarcar en el proyecto, la simple exposición que genera para una marca dar vida al móvil de Google despierta no precisamente poco interés. Sony está dejando caer algún que otro guiño a Google en los últimos meses, y si sus intenciones van por donde imaginamos, lo último que le faltaría a HTC ahora mismo es adentrarse en una batalla de desgaste frente a Sony.

Si los japoneses se empeñan en dar vida al próximo Nexus, pocas posibilidades le quedarán a HTC de convencer a Google que no pasen por tirar abajo el precio hasta hacer desistir a Sony de la idea. Y eso, para una compañía en el estado en la que se encuentra el fabricante taiwanés (por mucho que alardeen de tener 1,5 mil millones de dólares bajo el colchón), no lleva a nada bueno.

Referencias utilizadas para el artículo: ComputerWorld.com , AndroidPolice.com