La tecnología no puede ser una barrera ni un límite infranqueable para aquellas personas que menos confianza tienen en ella, más bien todo lo contrario: si en algo ha evolucionado ha sido en su capacidad por acercarse a todo el mundo. Sin excepciones. Los mayores, por ejemplo, y también los niños. Aunque éstos tienen ventaja.
Se suele decir que los más pequeños nacieron con una pantalla debajo del brazo en lugar de un pan, y es cierto. ¿Cuántos niños conocéis que no sepan utilizar la pantalla táctil de un móvil o de una tablet? Ninguno. Aunque no penséis que es sólo mérito suyo ya que, como decía antes, la tecnología ha evolucionado para conseguir que las interfaces sean tan intuitivas como cualquier juego preescolar. Y claro, esta capacidad de manejo consigue que sus padres dejen en sus manos el móvil de manera cada vez más prematura.
Hablaré en primera persona porque, como padre de un hijo en contacto con la tecnología casi antes de ponerse en pie, sé bien los problemas a los que se enfrentan los padres con sus hijos. Aunque prefiero ponerme en la piel de los segundos, que también lo necesitan: ¿cómo hay que enfrentarse por primera vez a la tecnología?
Los niños acceden a un smartphone cada vez más pronto
Es un hecho: como padre me encuentro a niños con móvil incluso en cuarto curso de primaria (y antes). Lejos de ser crítico con esta actitud (personalmente, y desde mi propia experiencia, mejor esperar como mínimo a secundaria), lo que más me preocupa es que sepan utilizar el dispositivo más allá de las redes sociales, mensajería y los juegos. Además de que deben identificar cualquier tipo de acoso recibido mientras estén conectados.
Querrán tener un móvil cuanto antes, pero es mejor retrasar la fecha al máximo
Las estadísticas lo demuestran: los niños tienen móvil con cada vez menos edad. Según el Instituto Nacional de Estadística español (INE), y conforme podemos comprobar en este artículo de ABC, éstos serían los datos en octubre del 2015.
El móvil se ha vuelto imprescindible en la actualidad, por lo que todos necesitamos uno en mayor o menor medida. Bueno, quizá «necesitar» no sea el verbo adecuado, pero sí que es recomendable que los adolescentes tengan esta herramienta para gestionar más adecuadamente sus relaciones. Éste será el argumento que esgrimirán para pedirlo, por lo que deberéis valorar si son o no aptos para usar el móvil de manera correcta.
La adolescencia, y su necesidad de contacto social, espolean el uso del móvil
Un teléfono es mucho más que una puerta abierta a conectar con las amistades al instante o un medio para que los padres se sientan más seguros al tener la opción de llamar a sus hijos: podemos fomentar la dependencia temprana de un aparato capaz de aislar a la persona que lo utiliza. Sé que es un argumento algo sensacionalista, pero también sé lo fácil que le resulta a un niño colgarse de su móvil. Sobre todo si es pequeño y se convierte en el primero de sus amigos con teléfono.
La primera norma para todos sería la obligación de saber cuándo se está preparado. Los niños no sabrán realizar esa valoración (los habrá que sí, cada uno maduramos a nuestra velocidad), por lo que resulta lógico que esa tarea recaiga en los padres. Sed flexibles, abiertos y explorad todas las posibilidades de vuestros hijos una vez tengan la libertad de un teléfono, pero también sed críticos. Con tolerancia, eso siempre.
Explicadles cómo funciona el móvil más allá de lo básico
Seguro que a vosotros os gusta conocer en profundidad cómo funciona vuestro smartphone, así que haced lo mismo con los peques y tratad de que sepan desenvolverse con autonomía. Los niños no deben limitarse a usar por encima el móvil, ha de despertarse en ellos la curiosidad para que así se acerquen a la tecnología con más interés que el de usarla superficialmente.
Conviene que los niños sepan cómo funciona su móvil y qué se puede hacer con él
Enseñadles las distintas maneras que un smartphone pone a su disposición para comunicarse y cómo han de descargar e instalar todo lo que necesiten. También es bueno que sepan cómo desinstalar y hacer de su móvil un accesorio 100 % personal, debiendo conocer cómo funcionan los ajustes y para qué sirve cada uno. Puede que penséis que eso lo aprenderán por sí mismos, pero lo cierto es que no tiene por qué ser así.
Igual que resulta adecuado que aprendan informática más allá del nivel usuario, lo mismo ocurre con los móviles. Deben ser autónomos en todos los aspectos de su vida, ésa es la obligación que adquirimos al convertirnos en padres. Y no hay duda de que el móvil contribuye a la autonomía siempre y cuando sepamos mantener los límites en su uso y dependencia.
Enseñad a vuestros hijos los peligros que tienen las redes sociales y mensajería sin caer en la tentación de ahuyentarles de todo contacto. Los tiempos cambian, algo que debemos aplicar a las nuevas (o ya no tan nuevas) tecnologías: igual que ningún niño debe irse con desconocidos, tampoco debe aceptar solicitudes de quien no conoce ni mensajes privados que puedan entrañar un peligro. Jamás ha de confiarse, debemos enseñárselo.
Cómo proteger al máximo a los niños
Por más que les enseñemos a usar adecuadamente el teléfono y a que desconfíen por naturaleza, no está de más tomar precauciones añadidas, sobre todo cuando los niños son pequeños. Vuelvo a incidir en mi consejo anterior: lo más adecuado es retrasar cuanto antes el acceso a la tecnología móvil. Pero siempre podemos añadir precauciones.
A continuación listaré una serie de consejos con los que añadir protección al móvil de los niños. Están centrados en los dispositivos con Android, aunque la mayoría pueden extrapolarse al resto de sistemas. Además, se orientan a proteger a los niños más pequeños.
- Añadid una cuenta secundaria en el móvil (esta función es compatible con smartphones que incluyan Android Lollipop 5.0) y permitid las llamadas y mensajes desde los ajustes (en el caso de que no deseéis que llamen sólo debéis desmarcar la opción).
- Aplicad el control parental en la Google Play Store. Basta con que entréis en los ajustes de la tienda de apps, accedáis a «Controles parentales» y que añadáis un nuevo control asignado a un pin. Así los niños no podrán instalar aplicaciones delicadas.
- Activad SafeSearch para el navegador Chrome. Con esta opción protegeréis a los peques del contenido no recomendado, al menos en las búsquedas. Para ello, acceded a los ajustes de Google, entrad en «Cuentas y privacidad» y activad «Filtro SafeSearch».
- Bloquead las apps que no queréis que usen con AppLock. Hay muchas aplicaciones de este estilo, pero ésta es una de las que más me gustan (además de ser muy completa). No os recomiendo que bloqueéis la libertad de los niños a la hora de usar las apps que mejor les parezca, pero quizá sí necesitéis protegerles de alguna concreta.
En este artículo tenéis un montón más de consejos relacionados con el control parental además de todo lo que debéis saber en materia de leyes y de seguridad. Os recomiendo que lo leáis.
Los niños deben aprender a usar bien la tecnología
A pesar de que la tecnología está al alcance de todos y que ésta mejoró para resultar útil a la par que sencilla, debemos saber cómo utilizarla de la mejor manera. Y si a nosotros nos cuesta, esta dificultad también se aplica a los más pequeños. Enseñémosles y aprendamos todos juntos: seguro que también pueden ejercer de profesores en más de un aspecto.
Los niños deben saber que un móvil es una herramienta de comunicación que no sólo les permite conectarse con el mundo, también el mundo se comunicará con ellos. Es cierto que esta afirmación provoca miedo y recelo en los padres (me incluyo), pero tarde o temprano deberemos pasar por ello. Mejor tarde para que los niños sepan cómo adentrarse con seguridad en el mundo digital.
Por último, y como sabéis todos los que tenéis niños, éstos se fijan en nosotros para así afianzar sus conductas. Así que actuemos en consecuencia promoviendo la misma utilización del smartphone que deseamos ver en ellos. Aligeremos nuestro uso, disfrutemos más del tiempo libre y, sobre todo, pasemos ese tiempo con los niños dejando de lado el teléfono. Todos ganaremos.