Cuando uno lleva en Internet tanto tiempo como yo, que inicié mi andadura en la intranet Infovía conectado con un módem a 14.400 bps (a duras penas conseguiría ahora consultar Twitter con esa velocidad), puedes hacer memoria y descubrir que pasaste por casi todos los proveedores de internet del país. La lista sería más larga que el catálogo de móviles de Samsung, ahí lo dejo.
Buscar un proveedor de Internet es una tarea con más dolores de cabeza que darse mamporrazos contra un muro. Valorar si quieres sólo internet o buscas una de tantas ofertas convergentes, fibra o ADSL, apostar por lo más barato o tirar por lo seguro y anclarse al antiguo monopolio… No es una elección sencilla, puede condicionar tu tranquilidad e, incluso, tu humor.
Elegir es un problema relativo para los que disponen de toda la oferta a su alcance porque, como me ocurre a mí, muchos vivimos tan lejos de centrales y tendidos de fibra que debemos contratar lo que hay. ¿Pasar por el aro y pelearse con tu router por las migajas? Terminas por buscar proveedores hasta debajo de las piedras.
Hay proveedores de Internet poco conocidos que prometen muy buen servicio
A mi casa no llega la fibra, las posibilidades se reducen drásticamente en términos de velocidad y calidad de conexión. Así que toca apuntar al ADSL de la compañía mayoritaria, tirar por el ADSL indirecto con los dolores de cabeza que eso supone (creedme, los sufrí todos) o mirar alternativas menos populares como el WIMAX o el 4G.
Cuando no se vive en una gran ciudad buscar conexión a internet es asumir «lo que hay»
La conexión doméstica a través de redes móviles funciona muy bien, pero tiene el inconveniente de ser muy cara y con el límite lógico de los GB a consumir. Pero hay tarifas que son ilimitadas, y no me refiero a las que se anuncian de esa manera: conectarse vía móvil sin preocuparse de los datos no es un unicornio, existe. Y os lo puedo demostrar porque, precisamente, yo tuve una de esas conexiones. Sí, hablo en pasado: tuve.
Ya os comentaba que quienes vivimos en zonas alejadas de las grandes urbes debemos buscarnos la vida para encontrar una conexión a internet decente, algo que yo experimento cada cierto tiempo. Y en una de mis búsquedas di con Econet, un proveedor de internet que oferta acceso a la red de redes mediante una SIM corriente (Vodafone en mi caso, ahora con Orange) con velocidad de datos en 4G hasta los 150 Mb teóricos. Capacidad de descarga ilimitada: Econet es quiparable a un ADSL o fibra.
Primeros pasos para entrar en Econet: no es fácil
Tanto Econet como servicios similares (Hablacom es otro relativamente conocido) «juegan» con números de tarificación especial que ofertan las operadoras móviles a ciertos clientes. En el caso de Vodafone, experiencia que relataré desde el terreno personal, no existe ningún tipo de restricción ni en capacidad de descarga ni en ancho de banda, ofreciendo total libertad por 54 euros el mes. Tentador, sobre todo para alguien que debe sufrir un ADSL con 12 Mb de descarga y menos de 1 Mb de subida.
Datos 4G ilimitados por poco más de 50 euros al mes, una buena alternativa al ADSL/fibra
Hay que tener en cuenta que, por más que sean servicios completamente legales, entrañan cierto riesgo: al ser una revendedora de la conexión, Econet no puede garantizar su viabilidad ad eternum. O lo que es lo mismo: el cliente está a merced de los designios de la operadora que le brinda el servicio sin que pueda objetarle directamente ya que carece de contrato con ella. Esto incluye cualquier tipo de avería o fallo puntual.
La incertidumbre es el principal inconveniente de este tipo de tarifas, pero no el único: entrar en ella también es un problema. Casi como si fuera una secta (sin ritos sexuales de iniciación, eso sí), hay lista de espera y puede que no consigas la conexión por más que la abones. Econet tiene una cantidad de SIMs limitada y las va distribuyendo según el orden de petición.
Entrar en una tarifa de datos realmente ilimitada no es cosa sencilla
Sigamos con mi experiencia personal: algo más de dos semanas tardé yo en conseguir mi tarjeta con los datos 4G ilimitados. Y aquí se acabaron mis problemas durante meses, más allá de las incomodidades de tener que compartir una conexión móvil entre los dispositivos del hogar; algo que solucioné con un router 4G de Asus: de 10. Vamos, que estaba feliz de disfrutar con la calidad y velocidad de la fibra en una zona de ADSL limitado. Pero lo bueno no puede durar eternamente, claro.
Cuando de un día para otro te quedas sin internet y tienes que empezar de nuevo
Ya hablaba de la incertidumbre con este tipo de conexiones y de que el cliente debía asumir el riesgo, pero uno se acostumbra demasiado rápido a lo bueno. Puedo decir que no tuve (y seguramente no tendré) un acceso mejor a Internet que el que he recibido estos meses. Estable, buena velocidad de descarga y subida, un ping mínimo… Y sin ningún tipo de límite. Incluso me llevé de vacaciones la SIM de casa, una experiencia espectacular.
Tener datos ilimitados es una muy buena experiencia para quienes miden cada GB
Llegué a casa el pasado jueves por la tarde y no tardé en notarlo: a pesar de que mi móvil se conectaba al router de casa yo no accedía a mis mensajes. Reinicié varias veces tal y como diría cualquier técnico, cambié la SIM entre los teléfonos, analicé los parámetros de conexión… Anticipé lo peor: la SIM parecía muerta. Econet me lo confirmó.
«Línea dada de baja por exceso en la descarga de datos», ésa es la única explicación que da la operadora del servicio (Vodafone en mi caso). Estaréis pensando, igual que yo, que resulta extraño que se alegue exceso de descarga si es una tarifa ilimitada, y así es. Pero, como no existe ningún tipo de compromiso por esa parte, me dejaron a mí, y a otros muchos clientes de Econet, en la estacada. Sin que se pueda achacar a esta última, eso lo he de dejar claro.
No existe el internet de oro a precio de ganga
Hay que resignarse a la evidencia: es imposible encontrar una conexión de internet que funcione sin problemas, llegue a todas partes, que ofrezca una descarga y subida decentes y que, no lo olvidemos, tenga un precio aceptable. Y si se encuentra algo así es probable que pueda desaparecer de un día para otro, por lo que no merece la pena entusiasmarse. España está a la cola en calidad y precio de internet, sólo hay que recopilar experiencias para corroborarlo.
Por cierto, por si os lo preguntabais: mi próxima elección será el ADSL de Movistar con la oferta Base. Deseadme suerte, seguro que la necesito.