El mundo de la tecnología móvil y todo cuanto la rodea funciona por modas y oleadas, no es la primera vez que avistamos este comportamiento. Basta con que un móvil se popularice para que todos imiten sus características, que una app domine sobre el resto para que traten de equipararse o, algo habitual entre generaciones, que el público más adulto intente rejuvenecer adoptando las tendencias más «cool» del momento.
Snapchat es de esas aplicaciones de mensajería/red social/vídeo/fotografía que más triunfan entre la mal llamada «gente joven». Aunque esto no es del todo así: la popularidad de Snapchat se ha extendido a todas las edades para convertirse en un elemento de referencia por su popularidad en sí y también por sus capacidades. ¿Recordáis a Facebook? Podría establecerse un paralelismo entre ambas: explosión juvenil para después verse poblada por padres y abuelos; despoblándose acto seguido del público adolescente.
Snapchat: red social mayoritaria entre adolescentes y jóvenes
Aunque parezca que las redes sociales, al menos las tecnológicas o 2.0, están desde hace mucho entre nosotros, lo cierto es que llevan poco más de una década. Con esta escasa vida ya hay generaciones que crecieron envueltas por internet, móviles, Facebook y Twitter, evolucionando al mismo ritmo que el concepto «red social». Como se comprueba en la siguiente gráfica, mientras Facebook desciende en importancia para los adolescentes Snapchat se encumbra como la espuma tras su aparición (datos de Statista sobre adolescentes de Estados Unidos).
Se nota la evolución a la baja de Facebook sobre el perfil demográfico más joven en detrimento de Instagram primero y de Snapchat después. De hecho ambas redes se equiparan en la actualidad con un uso que también se solapa: publicación de fotografías y vídeos con el uso de comunicación privada como mensajería.
La siguiente gráfica sirve para contrastar el enorme impacto de Snapchat sobre los jóvenes. El ascenso es pronunciado, aunque también se nota el creciente acceso a la aplicación por parte de aquellos con más de 35 años (datos de ComScore).
Cuando los jóvenes dominaban Facebook (y Tuenti)
La importancia de las redes sociales y de la manera de interactuar con ellas fluctúa por épocas y edades, como pasa en la vida real. Igual ocurre con la forma de comunicarse dentro de los propios grupos y los medios que se utilizan para las quedadas, puntos clave para que Facebook se popularizase entre el público más joven desde su lanzamiento (2004) hasta el 2010, cuando la penetración de la red era amplia en todo el espectro demográfico.
Esta gráfica muestra el crecimiento de la actividad en redes sociales por rango de edad: la importancia de dichas redes para los jóvenes y adolescentes es exponencial, por lo que se convierten en verdaderos motores de estos servicios. Al menos hasta que el resto de público fue entrando progresivamente en Facebook, Twitter, Tumblr, Instagram, Pinterest… Los datos son de Pew research Center.
Es importante recordar que la razón de ser de Facebook fue la de unir a estudiantes universitarios, por lo que resulta lógico que los «20» fuese la edad mayoritaria durante los primeros años tras su lanzamiento. Tardó bastante en ser traducida al resto de idiomas más allá del inglés, entre ellos el español (ocurrió en 2008 gracias a la traducción de voluntarios); hueco que aprovecharon servicios como Tuenti para colocarse de abanderados juveniles.
Tuenti se convirtió en la red preferida por los adolescentes de habla hispana al mismo nivel (o superior) que el propio Facebook. Y acumuló gran cantidad de tráfico que ha ido cayendo hasta casi desaparecer (la gráfica siguiente es de SemRush sobre las visitas a tuenti.com). Las malditas modas: lo que hoy es «cool» mañana está anticuado. Tuenti, Twitter, Facebook… El próximo podría ser el propio Snapchat.
YouTube como competencia a Snapchat entre los más jóvenes
Sí, YouTube. Snapchat no es sólo envío privado de snaps, también la creación de historias multimedia es importante dentro de la red. Igual que en YouTube se han hecho fuertes los «youtubers», dentro de Snapchat existe una corriente creativa (popularmente conocidos como «snapchatters») que hace de las limitaciones propias de la plataforma toda una virtud. Contenido más íntimo, más fresco, sin la intención de convertirse en viral y, en definitiva, más personal. Y sin que tenga que ser inmediato, que la llegada de Snapchat Memories cambia las reglas.
No pensemos que YouTube es un portal donde sólo se acude a ver vídeos, también el servicio actúa como red social (a un menor nivel que una plataforma social exclusiva). Los youtubers, jóvenes y adolescentes en su mayoría, arrastran hordas de seguidores que interactúan entre ellos y los propios creadores. También se acostumbra a intercambiar vídeos como respuesta a otras grabaciones hasta conseguir socializar el acto de auto grabarse y publicarse (como pasa con los snaps).
Aquí tenéis una gráfica de la importancia de YouTube para el público más joven. Hay que notar el especial interés por el contenido de autor: es el youtuber quien arrastra más reproducciones en este segmento de edad (datos de comScore).
Los padres también quieren ver qué es lo que tiene Snapchat
No importa si atrae o no la manera en la que se comparte contenido e ideas dentro de Snapchat: si hay algo que se pone de moda tarde o temprano picará el gusanillo por probarlo. Es lo que ocurre ahora: a pesar de que se asocie a Snapchat con los adolescentes, la avalancha de nuevos usuarios, especialmente los que tienen más de 30 años, está equilibrando la balanza. O desequilibrando en sentido contrario, que quizá no esté lejos el éxodo «teenager».
Snapchat es una red perfecta para crear buen contenido, no sólo para intercambiar imágenes y vídeos
Por la naturaleza de Snapchat, donde tienden a contarse historias personales que no están indicadas a compartirse fuera del círculo aceptado por el usuario, los padres son de todo menos deseables. Entiendo que, en cierta manera, los progenitores deseen «controlar» a sus hijos; también me parece lógico que los segundos demanden su espacio privado lejos de los «cotilleos» parentales, pero ambos no pueden convivir en un mismo snap.
Igual que ocurrió en Facebook, donde la aceptación de los padres como amigos dio lugar a la menor subida de contenido para que después los hijos desapareciesen de la red social, Snapchat plantea dudas de futuro una vez se popularice el acceso al servicio por parte de todas las edades. No es un riesgo real ya que tampoco tienen por qué descender los usuarios (quizá hasta le venga bien para monetizar), pero sí resulta inevitable que pierda parte de su esencia, al menos de cara al gran público.
Crecimiento de Snapchat por volumen de usuarios diarios mundiales (Statista).
Algunos datos interesantes de por qué Snapchat ha alcanzado la popularidad entre usuarios y medios.
- Snapchat tiene un valor aproximado de 18.000 millones de dólares.
- La última inversión de capital supuso una inyección de 1.800 millones de dólares (mayo de 2016).
- Snapchat generó sólo 59 millones de dólares en todo 2015.
- Aproximadamente 150 millones de usuarios alrededor del mundo usaron la app cada día durante junio de 2016.
- El 38 % de los estadounidenses entre 25 y 34 años está en Snapchat; hace tres años sólo estaba el 5 %.
- El 14 % de los usuarios estadounidenses de más de 35 años también usa la aplicación; hace tres años sólo el 2 % se asomaba a Snapchat.
- Su aplicación se descargó 27 millones de veces en mayo de 2016 (App Store+Google Play Store).
- La valoración media para la app de Android es de 4 estrellas; para la de iOS 2 estrellas y media.
- Snapchat está en el puesto 9 para las aplicaciones más descargadas de Android; en el puesto 7 para las apps de iOS.
¿Te irías de Snapchat si tus padres y familiares se hiciesen una cuenta?
La pregunta del millón. Igual que pasó con Facebook, que muchos huyeron porque entraron sus padres a fisgonear muros, amistades y pedir vidas del Candy Crush Saga, me resulta lógico que ocurra lo mismo con Snapchat. Como dije antes, el comportamiento en esta suerte de red social es mucho más íntimo, algo que choca de plano con lo que todos querríamos que conociesen nuestros padres.
Los datos lo dejan claro: el segmento de edad está subiendo y poco a poco se calma el número de altas por parte del público mayoritario: los adolescentes. Llegados a este punto sólo pueden ocurrir dos cosas: que Snapchat se asiente como una red de creación de contenidos (ya lo es por mucho que muchos se empeñen en vislumbrar sólo los contactos adolescentes) o que mantenga el estatus de red social efímera y juvenil con lo que ello acarrea. ¿Convivirían todos los segmentos de edad en una aplicación pensada y desarrollada para adolescentes? A mí me gustaría que así fuera, pero lo veo complicado.
¿Qué piensas tú? ¿Utilizas Snapchat como una red social más, la prefieres para contactar con aquellos que más te interesan o, por el contrario, no le encuentras su atractivo por más que esté en boca de todos? ¿Te irías de ella si tus padres te mandasen sus snaps?