Hay compañías que son especiales. Te gustarán o no, pero son especiales, tienen magia y no se rigen por las mismas normas que el resto del mercado. Apple es una de estas empresas. Disney es especial. Y Nintendo es especial. El lanzamiento de Pokémon Go y toda la fiebre que lo ha acompañado es una buena muestra de ello, y de que Nintendo debería priorizar los juegos móviles.
Algunos de vosotros seguramente estéis ya hasta el Pikachu de Pokémon Go. Normal, yo también. Sin embargo, la fiebre que ha invadido el mundo con su lanzamiento es una muestra de la magia de Nintendo. Su lanzamiento se ha producido oficialmente sólo en un puñado de países, con problemas en los servidores al más puro estilo SimCity y devorando batería y datos como un Snorlax. Y en cambio, ahí está, reventando las tiendas de aplicaciones y disparando las acciones de Nintendo. El éxito ha sido tal que el mismo Satya Nadella espera poder capitalizar una parte y atraer atención hacia las HoloLens de Microsoft.
Nintendo es magia, y sin embargo ha perdido su reinado hace ya tiempo, tras la Super Nintendo. La Nintendo 64 aguantó el tipo frente a PlayStation, GameCube sufrió, pero desde hace un par de generaciones que son Sony y Microsoft quienes se reparten el pastel de las consolas de sobremesa. Wii vendió como churros a base de apuntar a un publico diferente y más casual, pero la jugada no se ha podido repetir con WiiU. Nintendo volverá al ataque con NX, pero no parece que vaya a tener muchas opciones ante la PS4 y la XBox One.
Nintendo, la reina del juego portátil
El gran bastión de Nintendo siguen siendo las consolas portátiles, donde nadie le tose ya desde la mítica Game Boy «ladrillo». Sin embargo, la llegada de los smartphones puede suponer una enorme amenaza a medio y largo plazo para las consolas portátiles.
Existe una generación completa para la que Nintendo es media infancia. Mi primer contacto con los videojuegos fue el primer Legend of Zelda. Y probablemente fuera también mi primer contacto con la tecnología de consumo más allá de la tele y el vídeo de casa. Mario, Link y Samus han marcado muchas infancias.
Ese público, sin embargo, ha cambiado y quizá ya no esté dispuesto a gastarse 200 o 300 euros en una consola de la compañía nipona y prefieran realizar ese gasto por una PS4 o quizá por ninguna consola en absoluto. Sin embargo, la gran mayoría de ellos tiene un smartphone y sigue sintiendo atracción o curiosidad por las franquicias de Nintendo.
Dos juegos móviles de Nintendo, dos exitazos
Miitomo es uno de los juegos (¿era un juego?) más extraños que han llegado recientemente a cualquier plataforma. Y sin embargo, el sello de Nintendo bastó para que se convirtiera en un éxito de descargas. Sí, luego pinchó pero ¿qué esperar de un juego de preguntas y respuestas?
A pesar del caos inicial de Pokémon Go, este ha sido todo un éxito -habrá que ver si se logra sostener en el tiempo-. Todo esto demuestra que hay una gran cantidad de usuarios que quizá no vayan a comprar una consola de Nintendo, pero sí que están dispuestos a descargar los juegos. El arsenal de posibilidades que tiene Nintendo para explotar los dispositivos móviles es descomunal.
El excepcional potencial de Nintendo en móviles
SquareEnix ya ha demostrado el provecho que se le puede sacar a juegos clásicos como los Final Fantasy o Chrono Trigger. No hace falta ser un gurú para saber que cualquier Zelda, Mario o Metroid clásicos remasterizados -o simplemente adaptados- serían un exitazo.
Pero además de un arsenal de juegos clásicos, y de juegos nuevos que recuperan el espíritu clásico -como Legend of Zelda: A Link Between Worlds-, Nintendo siempre ha sido una de las compañías más innovadoras del mundo de los videojuegos, y una de las que menos miedo ha tenido a arriesgar. Los smartphones son una plataforma relativamente nueva y con todavía mucho camino que recorrer y muchas funciones que explotar. En ese aspecto, Nintendo se sentiría como en casa.
La posibilidad de que Nintendo acabe por convertirse en una third party hace tiempo que suena, pero la compañía no da su brazo a torcer. A pesar del riesgo que supone, está decidida a seguir lanzando hardware propio. Dar un mayor peso a los juegos para móviles podría ayudar a la compañía a compensar las posibles pérdidas que tenga en caso de que NX salga como le salió la WiiU. Y si le sale bien ¿quién le hace un feo a una doble ganancia?