La geolocalización se ha convertido en algo indispensable para nuestras vidas. Ya sea para que el coche nos guíe hasta una localización, para ligar por Tinder o para jugar a Pokémon Go recurrimos a ella. El GPS se ha convertido en el principal sistema para situar nuestras coordinadas, aunque no es el único. Mientras que el GPS fue desarrollado por EEUU, GLONASS sería su equivalente ruso. La mayoría de los smartphones son compatibles con ambos, pero hay un tercer jugador en el tablero: Galileo, que acaba de abrirse hueco en el mundo de la telefonía con el nuevo bq Aquaris X5 Plus.
Galileo es un proyecto europeo, y como la mayoría de proyectos europeos su desarrollo no ha sido fácil en absoluto. Hace una década, alguien se dio cuenta de que el viejo continente dependía completamente de sistemas americanos y rusos para la geolocalización. El GPS y GLONASS son, además, dos sistemas desarrollados con fines militares. Existía la posibilidad de que en caso de conflicto ambas potencias dificultaran o bloqueasen el acceso al sistema a terceros países, lo que en esencia dejaría a Europa a ciegas, tanto a nivel militar como civil. Así nació el proyecto Galileo.
Galileo: una historia de retrasos
En 2003 la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea presentaron Galileo. Se trata de un sistema global de posicionamiento vía satélite que destaca por estar bajo control civil. Es independiente de GPS y de GLONASS, pero compatible e intercambiable que debía estar operativo a partir de 2008 tras 48 meses de desarrollo y 24 de despliegue de los 25 satélites previstos. Esto último os podéis imaginar que no se cumplió.
La Unión Europea no es un ente que se caracterice por una acción rápida, y Galileo no iba a ser una excepción. De hecho, el proyecto estuvo a punto de irse al garete casi al principio debido a las dificultades financieras. Aunque finalmente la UE logró sacarlo adelante, aunque fue acumulando significativos retrasos. Para 2008 se había completado la primera fase de pruebas poniendo en órbita dos satélites, y hasta 2012 no hubo seis satélites en órbita (son necesarios al menos conectar con cuatro satélites para que cualquier aparato pueda localizarse).
El despliegue de los 25 satélites finales no comenzó hasta 2014, y actualmente faltan por lanzar una decena de ellos, de los que seis se enviarán en 2016 y el resto entre 2017 y 2018, de forma que Galileo podrá funcionar a pleno rendimiento en 2020, de no haber nuevos retrasos, aunque con 14 satélites en órbita podrá operar a finales de este mismo año.
Características de Galileo
Los 30 satélites de Galileo están situados en tres planos orbitales distintos -por debajo de la posición geoestacionaria pero por encima de la que se sitúan los satélites GPS y GLONASS-. Esto permitirá una mayor precisión de hasta 70 cms -de hecho, los sistemas americanos y rusos también son capaces de una mayor precisión, pero está capado para el uso civil- y pudiendo ser utilizados hasta en interiores.
El programa Galileo dispone de varios sistemas que se destinarán a diferentes fines. Aunque está enfocado al uso civil, también dispondrá de frecuencias para las fuerzas de seguridad y podrá ser usado con fines militares en caso de necesidad. Son los siguientes:
- Open Access (sistema abierto): Sistema de uso libre que emitirá en las bandas 1164-124 MHz y 1563-1591 MHz. Será al que accederán los smartphones y la mayoría de gadgets.
- Commercial Service (sistema comercial): Destinado a un uso comercial, ese será de pago y estará cifrado, ofreciendo una precisión de hasta un metro. Emitirá en las mismas bandas que el sistema abierto.
- Public Regulated Service (servicio público regulado). Será cifrado y destinado al uso militar y de las fuerzas de seguridad.
- Safety of Life Service (seguridad de la vida). Destinado a aplicaciones que requieren mucha precisión y un margen de error mínimo, como trenes o aviones.
- Search and Rescue (búsqueda y rescate). Destinado a operaciones de rescate en caso de desastre natural o atentado terrorista.
Galileo, operativo a finales de año
El programa Galileo dispondrá a finales de este mismo año de 14 satélites en órbita, lo que le permitirá comenzar a operar, si bien no a pleno rendimiento, para eso habrá que esperar a que todos los aparatos estén en el espacio. Esto permitirá que los teléfonos compatibles con este sistema -de momento únicamente el modelo de bq- dispongan de una mayor precisión al tener más alternativas para conectarse sin necesidad de recurrir a la triangulación de la conexión de datos para posicionarse.
Además, en caso de conflicto o de intereses nacionales americanos o rusos este sistema no se verá afectado, al estar controlado por civiles. Por fin dispondremos de un sistema realmente abierto y gratuito para nuestra geolocalización.